jueves, 17 de enero de 2013

Sin permiso del Inah instalan cajero de CFE en la Presidencia

17/Enero/2013/09:26:28
radio expresiónHuauchinango, Pue.- Violando las leyes que protegen a los edificios históricos, el ayuntamiento de Huauchinango permitió la instalación de un cajero automático de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el primer patio del Palacio Municipal que data del siglo XIX, sin contar con autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) debido a que consideraron que “no era necesaria”. 
Por: LETICIA ANIMAS VARGAS


Mediante la celebración de un convenio para el préstamo por 10 años de un área de la sede del poder municipal, la administración del alcalde Omar Martínez Amador, autorizó a la CFE que echara una plancha de concreto y colocara una estructura metálica en el ala izquierda del patio donde alguna vez estuvo la antigua cárcel de la demarcación.
La instalación del cajero de CFE en el Palacio Municipal se da más de tres años después de que dicha paraestatal asumiera la prestación del servicio de energía eléctrica que antes daba al municipio la extinta Luz y Fuerza del Centro y representa, virtualmente, el primer acto de presencia abierta de la empresa de clase mundial en la demarcación.
Las modificaciones realizadas al edificio construido en el siglo XIX para el uso de las autoridades civiles de Huauchinango, para la colocación de la caja donde los usuarios deberán pagar sus recibos, violan la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, pues de acuerdo la fracción I de su artículo 36 el inmueble debe ser considerado como monumento histórico, por lo que no puede ser alterado, modificado y mucho menos destruido sin la autorización de la autoridad competente.
Aunque de acuerdo con el comunicador social de la alcaldía Pablo Torres Lerma, los cambios “no son una reforma radical o permanente porque no se tocaron las paredes ni hay repercusión en el edificio, por lo que no era necesario tramitar una licencia ante el Inah”, el artículo 42 del Reglamento de la ley de protección de monumentos históricos establece lo contrario.
José Ramírez, abogado y especialista en la protección del patrimonio cultural, indicó que todo cambio en un edificio que, como el Palacio Municipal de Huauchinango, sea considerado histórico aun cuando no haya una declaratoria expresa, debe ser autorizada por el Inah pues el reglamento es muy claro al decir “que debes pedir permiso hasta para colocar un cartel, un templete o instalaciones diversas, como el caso del cajero”.
Ese mismo artículo agregó, prevé un procedimiento para la solicitud a la que debes añadir el proyecto de la obra o cambio que se va a realizar, por mínimo que sea y citó leyendo la ley: “Toda obra en zona o monumento, inclusive la colocación de anuncios, avisos, carteles, templetes, instalaciones diversas o cualesquiera otras, únicamente podrá realizarse previa autorización otorgada por el Instituto, para lo cual el interesado habrá de presentar una solicitud”.
“Si las autoridades huauchinanguenses omitieron este importante paso, como lo confesó el comunicador social, podrían incluso ser sancionadas”, aseguró.
De acuerdo con el historiador Sandalio Mejía Castelán la construcción del Palacio Municipal tal y como la conocemos en la actualidad fue iniciada en 1868, aunque los primeros registros sobre el establecimiento de un inmueble que albergó a la autoridad civil en esta ciudad datan de 1835 y estaba en el mismo lugar que donde lo podemos ver hoy, en el ala oriental de la plaza central.
A ese inmueble, que constaba de una sola pieza, donde se estableció una oficina para el cobro del predial y la recaudación de rentas se le conoció con el nombre de Casas Nacionales. Esa pieza fue ampliada en 1857 por el alcalde primero coronel Miguel Andrade y el 11 de febrero de 1868, después de nuevas reparaciones “con recursos que dispuso el coronel Francisco Cravioto, se dictó acuerdo para la construcción de un edificio que respondiera a la importancia de una cabecera de distrito y destinado para oficinas públicas con la denominación de Palacio Municipal, aprobándose en el mes de mayo de 1870 los presupuestos del costo que demandaría la obra y que con arreglo al diseño y planos reformados ascendieron a la suma de 34 mil 566 pesos con 62 centavos y medio”

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