jueves, 13 de junio de 2013

Sedesol: La chequera de Calderón

El expresidente hizo lo que hoy denuncia el PAN. A dos meses de la elección presidencial de 2012 ordenó entregar mil 105 millones de pesos de fondos públicos en fast track a 18 municipios gobernados por su partido, en Michoacán
12 junio 2013 
Armando Estrop 
Al expresidente Felipe Calderón le gustaba cantar Caminos de Michoacán.
Se quiso despedir de su mandato haciéndole honor a la canción…. y a su partido. Y a solo siete meses de dejar el cargo, en mayo del 2012, ordenó una inversión millonaria –operada desde su oficina– a 18 de los 28 municipios en los que el PAN ganó la elección del 2011 en Michoacán.

Fueron mil 105 millones de pesos destinados exclusivamente para pequeñas ciudades con presidentes municipales de su partido. 

Eran los días de la víspera de la elección presidencial y todo indicaba que el regreso del PRI era inminente.

Los mil 105 millones de pesos no fueron parte de la discusión del presupuesto de egresos en la Cámara de Diputados, ni tuvieron que ser inscritos en la Secretaría de Hacienda. Simplemente los ordenó el presidente de la República y se entregaron.

Es justo de lo que hoy se queja el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, y acusa al PRI de favoritismos partidistas con recursos presupuestales. 

Incluso sus denuncias, de las que ha presentado pruebas, pusieron en vilo el Pacto por México, amenazando incluso con abandonarlo. 

Pero todo indica que lo mismo que acusa el PAN, es lo que se hizo en la administración panista de Calderón.

Y es que el dinero salió también directamente de la Secretaría de Desarrollo Social, de la que entonces era titular Heriberto Félix Guerra, uno de los funcionarios más cercanos al ex presidente.

En documentos de la Dirección Adjunta de Instrucciones Presidenciales se puede ver el detalle de las inversiones y las obras que se realizaron en la entidad que hoy pasa por una severa crisis de gobernabilidad.

Acuitizio, Ario, Coahuayana, Cuitzeo, Ecuandureo, Erongaricuaro, Huaniqueo, Ixtlán, Maravatio, Marcos Castellanos, Queréndaro, Quiroga, Sahuayo, Tanhuato, Vista Hermosa, Zacapo, Zináparo, Zinapécuaro fueron los municipios beneficiados.

Azotados todos ellos desde entonces por la inseguridad y el crimen organizado, el dinero fue para 47 proyectos, en su mayoría modernizaciones de caminos, construcción de puentes y pavimentación de calles. 

No para abatir al crimen organizado o en programas de prevención del delito. Tampoco para abatir el hambre. Es decir la prioridad fueron los caminos de Michoacán.

Sin embargo la crisis de seguridad por la que pasaba todo el estado era ya tan crítica que el propio Calderón, en su última visita como presidente de la República a su estado natal, y sabiendo que su mandato agonizaba, pidió a Peña Nieto que ayudara a Michoacán.

“Ya le he señalado al presidente electo la importancia de seguir apoyando a Michoacán hasta en tanto el estado es capaz de renovar su fuerza policíaca por personal confiable”.

Esto lo dijo el 21 de noviembre del 2012, al inaugurar un libramiento en el municipio de La Piedad.

La hermana de Calderón, Luisa María Calderón, fue candidata al gobierno de Michoacán en 2011. Perdió las elecciones. En su campaña criticó la situación en que el PRD dejaba al estado.

En una tradicional práctica de todos los partidos políticos, la hermana del expresidente fue salvada con una candidatura plurinominal al Senado. 

Ya con su curul y fuero hizo un llamado, pues en Michoacán todos los alcaldes estaban en peligro.

“Yo creo que todos los alcaldes están en riesgo”, lanzó el 18 de noviembre de 2012, es decir en las mismas fechas en que su hermano pedía no olvidar a Michoacán a su sucesor.

El embate fue directamente sobre el gobierno de Fausto Vallejo, y no el de su hermano, por no tener una estrategia de seguridad que impidiera que los ciudadanos fueran víctimas de la delincuencia.

“Yo creo que es un tema general de estrategia de seguridad de prevención, de anunciar, de saber, de reportar. Cómo es tan fácil que en los caminos aparezca gente muerta sin que haya habido alguien que reporte conductas irregulares, o yo creo que es una estrategia general de no actuación en el estado”.

El ágil proceso

Obtener recursos presupuestales en México no es cosa fácil. 

Es un proceso técnico y muy politizado. 

A final de cada año el presidente de la República envía a la Cámara de Diputados la propuesta de presupuesto de egresos y son los diputados los que se encargan de ajustarlo y avalarlo.

Son sesiones maratónicas en donde por la presión de los gobernadores se quitan y se ponen montos a los proyectos que más convienen, o que mejor rentabilidad política dan. 

Estos proyectos, para que tengan mayores probabilidades de ser apoyados, tienen que haberse registrado en la Secretaría de Hacienda, previamente acompañados de estudios de impacto ambiental, planos, costos y otra serie de requisitos.

Es ya clásico que el presupuesto se apruebe de madrugada y que haya largas discusiones sobre las prioridades que se le dieron al dinero público. 

Unos a favor y otros en contra, todos los partidos reciben su tajada.

Nada de esto tuvieron que pasar los 47 proyectos michoacanos. Fueron una orden del presidente de la República y por eso en unos días las obras estaban ya en proceso.

En la primera semana de mayo del 2012 el presidente Calderón tuvo una reunión con los recién electos alcaldes por Michoacán. Ahí los ediles llevaron sus cartas pidiendo recursos.

Dirigidas a Felipe Calderón, con el sello de la alcaldía y la firma de su nuevo alcalde, las cartas eran específicas en la solicitud y el monto. Todas tienen fecha entre el 3 y 7 de mayo.

En cada carta se considera que el respectivo municipio está atravesando por una situación económica difícil y urgía ayuda.


“El municipio que represento atraviesa por una situación económica muy difícil, producto de circunstancias que no originamos pero que hoy nos toca enfrentar, esto hace que sea imperante la creación de fuentes de empleo y la atención a las demandas de la sociedad se complica cada vez más por las circunstancias actuales de la administración municipal.

“En lo personal, asumo el compromiso de atender las necesidades de mi municipio, consciente de que solo con el apoyo del gobierno federal podremos salir adelante, pues usted además conoce plenamente la situación económica que atraviesa el estado”, dice la misiva firmada por Rogelio Ayala Cortéz, alcalde de Acuitzio del Canje.

En otra carta el Alcalde de Zinapecuaro, Dagoberto Mejía Valez solicita la pavimentación de un tramo carretero y también refiere la mala situación financiera.

“En virtud de que nuestro municipio cuenta con reducido presupuesto anual y alta demanda de infraestructura y equipamiento social, prueba de ello, es el desarrollo e integración del referido proyecto de pavimentación asfáltica del camino Las Palomas a Ucareo”.

Los argumentos tuvieron el efecto deseado en el presidente de la República. 

Tan solo tres días después, de la oficina de Tarcisio Rodríguez Martínez, su secretario particular, salía la orden a la Secretaría de Desarrollo Social para cumplir con los objetivos.

Es una carta firmada por Rodríguez Martínez, quien presidiera la Comisión de Orden en el PAN cuando se investigó al exalcalde Fernando Larrazabal por corrupción y que terminó exonerándolo.

En ese documento se instaba al titular de Sedesol, Heriberto Félix Guerra, a que los proyectos se procesaran con rapidez pues en la primera semana de junio habría una reunión para conocer los avances. Había prisa.

“Para efectos de la atención de los proyectos, le comento que se llevará a cabo una reunión el 7 de junio en la que se evaluará el avance de los proyectos, mucho le agradeceré su asistencia y participación en esta reunión de trabajo”.

Y tuvieron la atención requerida por el Presidente.

Para el 15 de mayo, en documentos internos de la Presidencia de la República aparecen la lista de todos estos proyectos favorecidos por Calderón con el estatus de “en proceso”.

La polémica Secretaría

“Rosario no te preocupes. Han comenzado las críticas de quienes les preocupan la política y las elecciones”.

Panistas y no panistas sintieron un balde de agua fría al escuchar al presidente de la República. Sintieron el total perdón de Enrique Peña Nieto a Rosario Robles, la polémica perredista encargada de la política social de la actual administración.

Las denuncias -con audios y videos como prueba- que habían presentado sobre la presunta utilización de recursos públicos en la contiende electoral de Veracruz, era echada por la borda por el mandatario.

La titular de la Sedesol –de extracción perredista- se había convertido en el primer miembro del gabinete en ser acusado de operar, al viejo estilo priista, a favor del tricolor.

Y es que la Secretaría de Desarrollo Social siempre ha estado y está en estos días en el ojo del huracán. Es desde ahí donde se opera electoralmente para el partido en turno. 

Y fue ahí de donde los panistas aseguran que se apoyaba al PRI de Veracruz. Se suspendieron a funcionarios estatales y de la Sedesol. Rosario Robles tuvo que comparecer en el Senado y no fue precisamente un día de campo.

En tiempos de elecciones los ánimos se caldean.

Por eso la destitución de colaboradores del Gobernador Javier Duarte y de la Sedesol no dieron por terminado el asunto. El PAN en el Senado desconoció a Robles como interlocutora. 

Desde la dirigencia nacional han seguido haciendo denuncias del presunto desvío de recursos a las campañas electorales, principalmente en Veracruz.

Sus embates ahora son directamente contra el presidente de la República.

“Creo que si hubiera un psicoanalista político hubiera interpretado que cuando Enrique Peña Nieto le dijo ‘no te preocupes Rosario’, en realidad estaba hablando su subconsciente, estaba hablando con toda honestidad, un lapsus brutos que lo revela de cuerpo entero”, dijo hace un par de días Gustavo Madero.

La respuesta del PRI ha sido que durante el último sexenio panista el programa Oportunidades se uso para beneficiarse electoralmente.

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