Colaboradores de la comunicadora aceptan liquidación; descartan la búsqueda de su reinstalación.
Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Viernes 27 de marzo de 2015, p. 23
Los lineamientos elaborados por MVS para regular sus noticiarios, difundidos en medio del conflicto con Carmen Aristegui, eran una medida encaminada directamente a controlar editorialmente a la ex conductora, según se desprende de un correo electrónico enviado por la coordinadora de corresponsales de la cadena de comunicación, Rocío Arango, a sus reporteros en el extranjero. El mensaje pretendía precisar los alcances de uno de los comunicados que difundió la empresa en su disputa pública con la periodista.
Dichos lineamientos especificaban expresamente que
dadas las necesidades de optimizar los recursos financieros de la empresa, a partir de esta fecha la cobertura de los sucesos en el extranjero se llevará a cabo vía agencias.
No obstante, en el mencionado correo dirigido a los corresponsales, desmiente la versión pública de la empresa:
No hay de qué preocuparse, seguiremos trabajando como hasta ahora, el asunto se enfocó principalmente a la Primera Emisión y el conflicto entre MVS y Carmen Aristegui, del que seguramente ya ustedes tienen conocimiento, afirmaba Arango al personal.
Luego de mencionar que ya había recibido instrucciones de la directora de Información, Sheila Amador, quien la instruyó a enviarles el mensaje, agregó:
Les reitero, no hay de qué preocuparse. Muy por el contrario, necesitamos sus propuestas informativas y el contacto permanente. Estoy a sus órdenes por cualquier comentario, rubricaba la coordinadora de corresponsales.
Pretendían dividirnos
La mayor parte del equipo de Aristegui optó ya por aceptar la liquidación que les ofreció la empresa y recibir los cheques correspondientes, según informó el ex reportero de la unidad de investigaciones especiales de la Primera Emisión Irving Huerta. Precisó que la decisión se adoptó con el conocimiento de Aristegui, a partir de concluir que no buscarán la reinstalación en un consorcio que no respeta la libertad de expresión y
mentíaal dar su versión del conflicto.
Desde que nos dimos cuenta de cómo manejaron lo de Rafael Cabrera (del cual dijeron que seguía trabajando en la empresa cuando en realidad estaba despedido), coincidimos en que la intención de la empresa era dividirnos.
Huerta participó junto con Adriana Buentello y Ameyalli Motta –ex trabajadoras de MVS cesadas por apoyar públicamente a la conductora– en una mesa de análisis organizada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, denominada Equipo de Carmen Aristegui: entre la libertad de expresión y la libertad de empresa, donde también participaron los comunicadores José Reveles y Raúl Trejo.
Irving Huerta destacó que no es viable disociar la determinación de la empresa de poner fin a la relación laboral con el impacto que produjo el reportaje sobre la casa blanca, con su repercusión a escala nacional e internacional,
dibujando de cuerpo entero al presidente (Enrique Peña Nieto).
Si el reportaje salió a través del sitio de Internet Aristegui Noticias obedeció a la censura de MVS, porque podría afectarles en sus intereses comerciales, sostuvo. Esta experiencia pone en claro la contradicción entre la necesidad de los periodistas de realizar un ejercicio profesional y en función de los requerimientos de las audiencias, y los intereses empresariales.
Adriana Buentello censuró la actitud agresiva de MVS al entrometerse en sus cuentas personales de redes sociales y utilizarlas para despedirla pretextando un recorte de personal.
Ameyalli Motta aseguró que esta experiencia refleja que la concentración de los medios electrónicos en pocos grupos privados va en contra de los intereses de las audiencias y del periodismo de investigación sustentado en la ética profesional.
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