Lo expresado por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, durante la celebración de la Segunda Reunión Plenaria de los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el sentido del acuerdo alcanzado entre el gobierno federal y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para concluir el conflicto laboral que detonó el 11 de octubre de 2009 el irresponsable y autoritario gobierno de Felipe Calderón, con la extinción de Luz y Fuerza del Centro, muestra los frutos de una lucha justa y digna que mantuvieron a lo largo de 6 años de resistencia los 16 mil 599 trabajadores que se negaron a aceptar el espejismo de una liquidación que pretendió aniquilar a la organización gremial más independiente y combativa del país.
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febrero 14, 2016
En toda esta etapa de lucha, y lejos de la fabricada imagen de beligerancia a la que contribuyeron muchos medios, el SME siempre estuvo dispuesto a entablar el diálogo con las autoridades para alcanzar un acuerdo que respetara los derechos laborales y el contrato colectivo de nuestra organización. Fue sobre todo la cerrazón asumida por la administración panista la que nos llevó a salir a las calles para exigir, mediante marchas, plantones y otros medios de resistencia pacífica, nuestro derecho a recuperar nuestras fuentes de empleo. Objetivo que nos planteamos desde un principio y que hoy estamos cristalizando, como lo ratificó el titular de la Secretaría de Energía (Sener).
La negociación alcanzada con el gobierno federal para la entrega en comodato de fábricas, instalaciones y plantas de generación, a cambio del adeudo de nuestro pasivo laboral, nos llevó a plantearnos nuevas rutas sindicales en el marco de la reforma energética, razón por la cual hemos acordado una innovadora asociación con la empresa portuguesa Mota-Engil, firmando un nuevo contrato colectivo que asegura la permanencia y futuro de nuestra centenaria organización.
Siempre señalamos que además de representar un atentado a los bienes de la nación, al desmantelarse la infraestructura eléctrica del centro del país, con la extinción de Luz y Fuerza se estaba cometiendo un delito igual de grave al dejar en la cesantía a la mano de obra calificada de miles de trabajadores electricistas altamente capacitados en sus respectivas áreas. En su momento advertimos de los graves resultados que traería a la prestación del servicio el dejarlo en manos de empresas contratistas, como las empleadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para suplir a los miembros del SME.
Miles de usuarios pagaron las consecuencias no únicamente de las frecuentes fallas en el suministro; además, la imposición de cobros indebidos que, hasta ahora, representan un problema social no únicamente en la zona centro del país sino en muchas partes del territorio nacional.
Hoy, con una renovada visión nacionalista y dentro de un inédito esquema laboral y empresarial, se plantean nuevos objetivos para que con la asociación entre Mota-Engil y el SME se consolide, en un futuro no muy lejano, la empresa eléctrica más importante del país que realmente contribuya a ofrecer tarifas justas a los empresarios, comerciantes y prestadores de servicio para que nuestra economía crezca y se fortalezca.
De entrada, esa mano de obra que el pusilánime de Calderón no supo valorar, va a demostrar al país de su probada capacidad para iniciar una nueva etapa de rehabilitación de esas plantas que el personal de la inexistente “empresa de clase mundial”, la CFE, se dedicó a saquear y desarticular olvidando que en su conformación se reflejó el esfuerzo de generaciones enteras de mexicanos.
En esta nueva etapa, el SME ha invitado a que sean los estudiantes mexicanos de escuelas públicas de indudable raigambre popular, como el Instituto Politécnico Nacional, los que a través de la integración de grupos de conocimiento se organicen en siete mesas de trabajo para analizar y plantear los planes de negocios que son factibles de llevarse a cabo con la cooperativa integrada por los representantes de las distintas áreas.
Los miembros del SME, tenemos la firme convicción de que en nuestras instituciones públicas existe el talento para sacar al país adelante y rescatar un proyecto de nación más justo. Por eso, la misión con el Politécnico es que cada una de las áreas de negocios donde participe el SME sea rentable. Los jóvenes estudiantes van a determinar qué recursos humanos, materiales y económicos se necesitan para una actividad, ponderando, ante todo, la mano de obra calificada de los trabajadores.
En este nuevo contexto hemos anunciado que ya se cuentan con los permisos tramitados ante la Comisión Reguladora de Energía para el funcionamiento de las hidroeléctricas, ingresando a la par las solicitudes de permisos de impacto ambiental, uso y aprovechamiento de agua, suministro de gas y todos los concernientes para las plantas de ciclo combinado que habremos de construir.
En la nueva ruta por recorrer, el SME no abandonará su alianza con organizaciones sociales como la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica. Y si bien en el marco de la reforma energética la venta de electricidad a los consumidores domésticos está reservada a la CFE, hemos planteado la opción de incorporar a los usuarios que consuman más de tres magawatts para que puedan comprar su energía con otras opciones más favorables.
De igual forma, hemos reiterado que seguiremos impulsando el establecimiento, por ley, de una tarifa social, así como el borrón y cuenta nueva. Señalamos además que ya están los formatos para que volvamos a emplazar al Congreso para que tanto diputados como senadores revisen este tema de la electricidad como un derecho social y humano, porque la iniciativa ciudadana que se presentó con más de 350 mil firmas de usuarios fue absurdamente desechada, negándose nuestros legisladores a discutirla siquiera en comisiones, cuando éste es un reclamo de millones de mexicanos a los que la reforma energética les ha prometido tarifas más justas.
A la distancia, los que mediante un acto autoritario y fascista pensaron que acabarían con el SME, su historia y su mano de obra calificada, ahora saben de lo que fueron capaces 16 mil 599 valerosos guerreros y guerreras que ahora retornan a laborar, ofreciendo un futuro promisorio y una vida digna a sus familias.
*Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas
Martín Esparza Flores*
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