Es verdad que lo supimos, que se anunció, que salió don Agustín Carstens a promocionar, y que hasta Felipe Calderón se sintió sumamente orgulloso de su decisión. Todo giró en torno a aumentar las aportaciones de México al Fondo Monetario Internacional. Petición de incremento que ni Estados Unidos aceptó. En fin, no se dijo a cuanto aumentaría y cual sería la cifra final. Este lunes se conoció el monto de semejante aberración a través del decreto emitido por la Secretaría de Haciendo. Este decreto reforma, de pasadita, el Artículo Tercero que es el que autoriza al Ejecutivo federal a firmar el texto del convenio con este organismo.
La aportación de referencia asciende a 37 mil 700 millones de dólares que según la cotización actual alcanzan la nada despreciable cifra de más de 182 mil millones de pesos.
Ahora que, ya que hablamos de este tipo de situaciones, bueno será aprovechar para mencionar las promesas de Enrique Peña Nieto, esas que llevaron a su partido a lanzar críticas una tras otra a los proyectos de Andrés Manuel López Obrador. El mexiquense ahora repite como eco que dará apoyo a las madres solteras, que habrá becas para todos los estudiantes, que no tendrá los ciudadanos que batallar por las medicinas porque el Estado se las va a regalar, se tendrá seguro de desempleo, seguro de vida para las mujeres, etcétera. Algunos de estos puntos son de su autoría y son los que no se van a llevar a cabo si no existe un buen negocio para los tricolores de por medio como es el caso de los medicamentos. Ahora bien, en su momento le preguntaron al tabasqueño que de dónde sacaría para todas esas promesas, las desestimaron, le señalaron de populista y demagogo.
Sin embargo, respondió de donde saldrían los fondos para tales fines: sueldos más bajos para los funcionarios, cero despilfarro, ahorro en el gasto público en todos los renglones, captación de impuestos a través de aplicar la ley para quienes en la actualidad, por ser tan poderosos, gozan de un sinnúmero de canonjías que los llevan a pagar miserias o de plano a saquear a Hacienda con la devolución de tributos que nunca liquidaron; buena administración, combate a la corrupción, al saqueo a todas esas acciones que impiden que se distribuya el gasto público de manera adecuada. Se comprometió a rendir cuentas y claras. Pero nada de esto le hemos escuchado al mexiquense que anda repartiendo hasta vehículos y casas por todo el territorio nacional, sin hablar de reducir salarios, ni combatir corruptela, y mucho menos de apretarse el cinturón o causarles heridas a las finanzas de los multimillonarios. ¿De dónde saldrá el dinero para todo eso que pretende Peña Nieto? ¿Serán puras falsedades, promesas que no se van a cumplir, sueños guajiros? Lo que sí sería un hecho sería la privatización, al primer día de mandato, de PEMEX y la reforma laboral que deja sin respaldo a los trabajadores. Para ello ya cuenta con doña Elba y su patiño Quadri formados en primera línea junto con Jorgito, el Verde.
Lilia Arellano - Opinión EMET
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