El 1º de septiembre de 1960, en su Segundo Informe de Gobierno, el Presidente Adolfo López Mateos informó a la Nación: “Como culminación de este proceso de reivindicación inspirado en el más puro patriotismo, promoveré la adición del Artículo 27 Constitucional para que, como el caso de los combustibles señalados en el párrafo sexto de ese precepto, no se otorguen concesiones a particulares para la prestación del servicio público de energía eléctrica”. Añadiendo: “No puedo ocultar a vuestra soberanía la emoción que con la compra de las Empresas Eléctricas y la Reforma Constitucional que propondré, la Nación será la única propietaria de una fuente de energía vital para su desarrollo”.
En consecuencia, el 27 de septiembre de ese mismo año, el gobierno mexicano asumió el control de las empresas generadoras y distribuidoras de energía eléctrica que estaban en manos del capital extranjero. En un par de década se extendió y modernizó el servicio eléctrico hasta cubrir al 98 por ciento de la población, se estableció un sistema de interconexición a través de una moderna red de transmisión y distribución que cubre todo el territorio nacional y las tarifas fueron accesibles a todos los usuarios. El valor del sistema eléctrico, es actualmente de más 150 mil millones de dólares, siendo propiedad inalienable e imprescriptible de laNación.
Hoy a 53 años del acto nacionalizador, la situación de la industria eléctrica en el país ha cambiado dramáticamente. El proceso de privatización de la Industria Eléctrica Nacionalizada se inició con las reformas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica de1992, que permitieron la creación, inconstitucional, de cinco figuras de productores “independientes” de energía eléctrica. Bajo este inmoral subterfugio, de 1994 a 2013, distintos gobiernos priístas y panistas han entregado 691 permisos de generación a particulares. Lo que ha provocado que hoy en día el 58 por ciento de la generación de energía eléctrica en el país se encuentra en manos de privados, sobre todo de las trasnacionales estadounidenses AES, Intergen y Sempra Energy; españolas como Iberdrola, GasNatural Fenosa, Mareña y Endesa; la canadiense Transalta, la japonesa Mitsubishi y la belga Tractebel. Las cuales venden su energía a través de Comisión Federal de Electricidad.
A finales de los años 90´s, las trasnacionales de la energía eléctrica, concientes de que sus inversiones son ilegales (ó, como ellos dicen, “carecen de certidumbre jurídica”), giraron instrucciones a sus empleados gubernamentales para modificar y/o eliminar el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, que a la letra dice:¨Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechara los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines¨.
Tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox, emitieron sendas iniciativas para reformar la Constitución y el marco jurídico sectorial para legalizar y profundizar la privatización de la Industria Eléctrica. Pero el rechazo mayoritario de la población, encabezado por nuestro Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), logró que ambas iniciativas fueran desechadas.
Habiendo encontrado cerrados los causes legales para alcanzar la anhelada privatización de la Industria Eléctrica Nacionalizada, los neoliberales optaron por el abierto uso de la violencia para intentar aplastar la resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas. El 11 de octubre de 2009, Felipe Calderón emitió un ilegal decreto que “extinguió” a Luz y Fuerza del Centro; desalojó brutalmentenuestros centros de trabajo, con el uso del ejército y la marina; despidió injustificadamente a más de 44 mil trabajadores activos, hecho inédito no solo en México sino en el mundo y desató una infame campaña de satanización en contra de los trabajadores electricistas afiliados al SME. Con la extinción de nuestra fuente de trabajo se nos ha negado el elemental derecho al trabajo y, con ello, poder alimentar y educar a nuestras familias; esto ha ocasionado el suicidio, muerte prematura y la enfermedad de cientos de nuestros compañeros.
Sin tomar en cuenta el fracaso de las reformas privatizadoras del sector eléctrico en países como Inglaterra y Estados Unidos, ni las renacionalizaciones en países como Bolivia, Argentina o Venezuela, ni mucho menos, el descontento nacional ocasionado por el incremento de las tarifas eléctricas causado por la privatización parcial del sector eléctrico mexicano, el gobierno de PRI, se prepara para retomar las iniciativas de reformas constitucionales fallidas de sus antecesores. Para ello cuenta con la complicidad de los diputados del “nuevo “ PRI, del PAN y de una parte de la izquierda mexicana.
De aprobarse este proyecto antinacional, se tendrían dos tipos de industria eléctrica; la primera, con gran dinamismo para los negocios de la alta burguesía, donde las grandes empresas generadoras, usando la infraestructura de Comisión Federal de Electricidad, venderán directamente su producción a los grandes consumidores en Media y Alta Tensión. Y la segunda, muy disminuida, donde estarían la CFE y sus contratistas, atendiendo a los usuarios domésticos en Baja Tensión, con escaso presupuesto, altas tarifas y un pésimo servicio. Ese es, ni más ni menos, el futuro que le espera al pueblo mexicano, el retorno al tiempo de las velas y los quinqués, como ya lo vivimos hasta antes de los años sesenta del siglo pasado.
Através de esta reforma, aseguran los neoliberales, se busca garantizar el crecimiento económico, miles y miles de empleos formales y bien remunerados, en una palabra, el maná cayéndonos del cielo, promesas vacuas que ya han sido hechas e incumplidas por los gobiernos neoliberales.
Energía barata y eficiente para el pueblo de México
Es por todas estas razones que el SME, se opone a la legalización de la privatización de la industria eléctrica mexicana y al incremento de tarifas. Existen diversos tratados internacionales, firmados por nuestro país y cuyo valor jurídico está reconocido por nuestra Constitución Política, que reconocen el derecho a la energía como un derecho humano fundamental. Debe ser obligación del Estado Mexicano garantizar su acceso a toda la población sin ningún tipo de excepción.
Existen diversas alternativas técnica y financieramente viables para garantizar este derecho. La infraestructura hidroeléctrica y geotérmica del país, aporta un 35.56% de la generación eléctrica. Toda ella es propiedad de la Nación y su costo de mantenimiento es mínimo. Al cierre de 2012, el costo medio de generación de cada Kilowatts Hora por estos medios, es de 54 centavos, M.N.,y no está atado al costo inestable de los energéticos, como el petróleo y el gas. Este potencial de energía -barato y ecológico, pues su costo de producciónes de solo 0.54 pesos el Kwh-, podría incrementarse hasta superar la mitad de nuestras necesidades de consumo eléctrico, si se explotara todo nuestro enorme potencial geotérmico. Basta con distribuir esta capacidad de generación, entre todos los usuarios domésticos,para reducir las tarifas hasta en un ochenta por ciento.
Por lo anterior, proponemos la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se adicionen los párrafos décimo tercero y décimo cuarto al Artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a efecto de elevar a Rango Constitucional el Derecho Humano a la Energía Eléctrica, para quedar al tenor siguiente:
Toda persona tiene derecho al suministro de energía eléctrica suficiente y de calidad. El Estado promoverá, respetará, protegerá y garantizará el suministro de la energía eléctrica, a través de una Tarifa Social Justa.
La oligarquía supone que somos menores de edad; que nos tienen tomada la medida; que sus voceros y estrategias publicitarias nos convencen; que no tenemos memoria. Pero harían bien en tomar en cuenta las lecciones de la actual insurgencia magisterial y popular: Más pronto de lo que se imaginan, derogaremos sus reformas laboral, educativa, energética o hacendaria.
La heroica resistencia de casi cuatro años del Sindicato Mexicano de Electricistas; la insurgencia magisterial y popular agrupada en torno a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); el esfuerzo por constituir una Nueva Central de Trabajadores; la lucha por la defensa del territorio, los energéticos y los derechos de los trabajadores del Encuentro Nacional en Santa María Zacatepec realizado en el estado de Puebla; la reagrupación del Movimiento Urbano Popular; la lucha de los afectados ambientales y del comercio popular en varios estados; así como la tenaz y ascendente lucha de los Usuarios de Energía Eléctrica, constituyen un claro ejemplo de que un nuevo México está naciendo y de que otro está colapsando. Nuestra posición es clara rechazamos la Reforma Energetica privatizadora del gobierno neoliberal en turno.
Este 27 de septiembre de 2013 a 53 años de la nacionalización de la Industria Eléctrica, nuestra Organización Sindical mantie su lucha en defensa inclaudicable de la Soberanía Energética de México, de nuestros recursos naturales, de la educación pública, gratuita y laica, de la seguridad social integral, de los derechos laborales, sociales y políticos de los trabajadores y el pueblo, y por una Patria con Democracia, Libertad y Justicia.
Es tiempo de impulsar la construcción de un gran Pacto de Unidad de los de abajo por el rescate de la nación. El día de mañana 27 deSeptiembre, haremos un acto político en el Ángel de la Independencia a la 4:00pm y de ahí saldremos en MARCHA a la Secretaría de Gobernación a demandar la solución inmediata del conflicto derivado de la ilegal extinción de Luz y Fuerza del Centro.
¡RENACIONALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA ELÉCTRICA!
¡¡TRABAJO PARA LAS Y LOS 16,599 ELECTRICISTAS EN RESISTENCIA!!
¡¡ABAJO EL ALZA DE LAS TARIFAS ELECTRICAS!!
¡¡VIVA LA CLASE OBRERA!!
¡¡¡VIVA LA UNIDAD DE TODO EL PUEBLO!!!
¡¡LA PATRIA NO SE VENDE, SE PROTEGE Y SE DEFIENDE!!
Fraternalmente
“POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR”
México D.F., a 26 de septiembre de 2013
COMITÉ CENTRAL Y COMISIONES AUTÓNOMAS.
SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS
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