vie, 09 ene 2015 18:23
la jornada en línea
México, DF. El despido de miles de trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) como consecuencia de la reforma energética fue desestimado por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien lo calificó como "un desajuste temporal". Incluso consideró que como se trata trata de personal especializado "altamente valioso" seguramente será contratado en mejores condiciones por las nuevas empresas que participen en el sector energético.
"Yo creo que cuando se tiene una reforma de la envergadura y de la profundidad como la que se está realizando en México en materia energética, lo que genera es un reacomodo de los actores en materia productiva. Los recursos humanos de alta especialidad en un sector que tiene un potencial tremendo de crecimiento van a ser muy bien recibidos por los nuevos desarrollos del sector privado, inclusive con condiciones laborales que en algún caso compitiendo con fuerza de trabajo escasa pudiera ser favorable", dijo Guajardo, entrevistado tras participar en el seminario del ITAM "Perspectivas económicas 2015: reformas en acción".
La agencia Bloomberg difundió esta semana que más de 10 mil trabajadores de Pemex fueron despedidos desde el primero de enero. Estaban contratados bajo el régimen de outsourcing en la Región Marina Noreste, conformada por los complejos Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, y la decisión fue tomada por la ahora empresa productiva del Estado como una medida de austeridad.
En su ponencia ante investigadores y alumnos del ITAM, Guajardo destacó que la reforma energética "es la que más impacta de una manera trascendental el futuro de la economía mexicana" y dijo que a la la Secretaría de Economía le corresponde cuantificar el contenido nacional en los contratos del sector energético.
Si bien indicó que en el primer año ese contenido nacional debe ser de un 25 por ciento, aclaró que es "una restricción con flexibilidad" porque tal cantidad debe cumplirse en el conjunto de contratos y no en cada uno.
Justificó tal flexibilidad en que "el país no tiene capacidades productivas desarrolladas en este momento para poder entrar a todo tipo de desarrollo con el nivel de tecnología para garantizar el promedio en cada contrato". Así que, señaló, el contenido nacional dependerá de la "sofistificación del tipo de inversión" y ejemplificó que en un gasoducto es más fácil cumplir con esa cantidad porque los tubos pueden representar el 60 o 70 por ciento de contenido nacional, pero no sucede lo mismo en otra obra más sofisticada como de exploración, donde apenas podría cubrirse el 10 o 15 por ciento.
Guajardo aseguró que tan sólo para la industria eléctrica habrá una inversión de 50 mil millones de dólares en lo que resta del sexenio, es decir "de aquí a 2018", pero acotó que dependerá de lo que suceda en los mercados internacionales y la estabilización final de los precios de los energéticos.
"La rentabilidad de los proyectos va a depender, obviamente, de cuál sea el precio de equilibrio en el mercado", indicó. También destacó la reducción de las tarifas eléctricas para los sectores industrial, comercial y residencial como prueba de los beneficios de la reforma energética e insistió en que conforme en México se cuente con energía más barata el sector industrial incrementará su productividad, con los consecuentes beneficios para los consumidores finales.
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