19 abril 2012 | Moises Vara de Gante - Opinión revista emet
Que puede esperarse sobre las opiniones de Felipe Calderón diciendo que es una decisión “irracional” cuando el espíritu de su administración es completamente ajeno a los intereses de la nación
Mientras en México Peña Nieto y los priistas, consideran que es urgente y necesaria una mayor participación de capital privado en PEMEX, en Argentina la presidenta Cristina Fernández de Kirchner toma la valiente decisión de expropiar la empresa nacional YPF a Repsol, emulando momentos trascendentales de la historia de México, como la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas en 1938.
En algún momento de esos azarosos destinos de la administración de los bienes públicos en México, se tomó la decisión de invertir en la compra de acciones de Repsol-YPF la cantidad aproximada de dos mil millones de dólares por parte de PEMEX, cuando de antemano se sabía que la transnacional no estaba generando dividendos productivos y de inversión ni en Latinoamérica, ni en Europa, hecho que ahora se traduce en perdidas para nuestra paraestatal, dueña del 10% de la expropiada petrolera de España, responsabilidad directa de Calderón.
Que puede esperarse sobre las opiniones de Felipe Calderón diciendo que es una decisión “irracional” cuando el espíritu de su administración es completamente ajeno a los intereses de la nación y del pueblo de México. La canalla extinción de Luz y Fuerza del Centro, el Plan Mérida, el incremento y creación de nuevos impuestos pueden ser algunos ejemplos de la postura entreguista, neoliberal y antipopular de Felipe Calderón.
¿De que verdad hablan en esa mesa PAN y PRI? ¿De su complicidad en el fraude del 2006? ¿O de su complicidad en los aumentos del IVA e ISR en 2009, cuando el PRI pregonaba en su campaña “PRImero tu economía” y su bancada termino por aprobar estas propuestas regresivas del PAN? ¿Qué diferencia pragmática, política o ideológica puede existir entre Peña Nieto y Felipe Calderón, cuando ambos son afines a las políticas de empresas multinacionales? ¿Tan pronto se nos olvida el 2008 y la intentona de privatización de PEMEX que se gesto al interior del PAN y que fue secundada por el PRI?
¿Se nos van a olvidan los turbios contratos de Juan Camilo Mouriño y sus empresas con Pemex, o el desvió de recursos a la campaña de Labastida en el Pemexgate?
Que se le pretenda dar fuero al corrupto líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps quien aparece en lugar 7º de la lista a senadores plurinominales del PRI no debe ser suficiente hecho de indignación como para hacer un reclamo justo a priistas y panistas sobre sus prácticas inmorales, como las concertacesion del Jefe Diego con Salinas de Gortari. Los priistas y panistas deberían estar enjuiciados en una mesa de la verdad ante la opinión pública por sus prácticas corruptas a la nación, como la aprobación de ambos del FOBAPROA, otro caso de complicidad y traición al pueblo de México.
Ahora Peña Nieto y su sequito nos salen con la charrada de que PEMEX requiere de capitales privados para poder ser más productiva. Valla lección que le han dado en Argentina. Que nos agarren confesados si otro entreguista y neoliberal arriba a la presidencia.
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