El diario subió a su portal digital los documentos del dicho proyecto, sin confirmar autenticidad
En vísperas de que se decidiera el desafuero del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal y aspirante puntero a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, los primeros días de abril de 2005, Televisa diseñó una estrategia de comunicación. Su objetivo central –se cita en el cuarto punto de una presentación Power Point que filtró un ex colaborador del corporativo televisivo al diario inglés The Guardian– es “que AMLO no gane las elecciones de 2006”.
En agosto de ese mismo año se operó otra estrategia de comunicación vinculada directamente al gobierno de Vicente Fox. En esta “campaña pre-informe” se impartió “entrenamiento” a los voceros asignados para transmitir el “mensaje” de Televisa: el propio Fox, la actual candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, entonces secretaria de Desarrollo Social, y otros tres miembros del gabinete: el ya fallecido Carlos Abascal, Julio Frenk y Francisco Gil.
Costó $60 millones más IVA
Con seis espots, dos “programas especiales” del espacio Zona Abierta, que conducía Héctor Aguilar Camín, siete entrevistas en los noticiarios de la televisora (Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Adela Micha y Víctor Trujillo) y 14 publirreportajes en revistas del corporativo, la campaña tuvo un presupuesto de 60 millones de pesos más IVA, con un descuento de 50 por ciento.
Los documentos de estos proyectos de Televisa fueron incorporados ayer por la mañana al portal digital de The Guardian, con la advertencia de que el diario no había podido confirmar la autenticidad de los materiales, aunque sí había corroborado evidencias sobre su veracidad. Inicialmente, una de las dos fuentes que proporcionaron al diario inglés la información que detonó este nuevo escándalo que involucra a la televisora de Azcárraga Jean había solicitado confidencialidad, pero ayer aceptó que se publicaran íntegras las pruebas que filtró a la periodista Jo Tuckman. La “fuente” es descrita como una persona que trabajó dentro de la empresa y que “no tiene simpatías” por AMLO.
Ninguno de los materiales es presentado en papel membretado. The Guardian aclara que los tres textos forman parte de un conjunto más amplio de hojas de cálculo, presentaciones, tarjetas informativas e incluso cartas personales que aún no han sido publicadas.
El primer documento –que se propone explícitamente evitar que López Obrador gane las elecciones de 2006– parte del “diagnóstico” (supuestamente de los directivos de Televisa) de que “la agenda nacional se encuentra secuestrada por AMLO” y que “de continuar con este escenario”, el precandidato de la izquierda “tiene altas probabilidades de ganar”.
Los “ejes deseados” de la campaña buscan “exhibir la ineficacia” del ex jefe de Gobierno y “posicionar a otros líderes/pre candidatos”.
Para lograrlo, se proponen acciones a corto y mediano plazos. En el entorno del gobierno de Fox destaca la de “solicitar al presidente que no conteste a AMLO” en sus declaraciones públicas, con el fin de “bajar el perfil de interlocución” de quien por entonces era precandidato por el PRD. También “marcar la agenda sobre seguridad desde todas las secretarías de Estado, con conferencias de prensa y anuncios intercalados por lo menos dos veces por semana”.
En los medios noticiosos, se propone dar un “seguimiento constante sobre los casos de Gustavo Ponce y René Bejarano” –dos historias de corrupción dentro del PRD y del equipo de gobierno del DF que ciertamente fueron reveladas por la misma empresa– para “mostrar impunidad e ineptitud del equipo de trabajo” de AMLO.
Y por último, se decidió extender la estrategia a medios “no noticiosos”, como las comedias El privilegio de mandar y Otro Rollo, con el objetivo de “reforzar posicionamiento de ineptitud para gobernar” de López Obrador. Para lograrlo, se dio línea a los guionistas.
Además, se buscó “posicionar el tema de la inseguridad como prioridad” en el Big Brother y “atacar al Gobierno del DF desde Televisa Deportes”, utilizando imágenes de violencia fuera de los estadios “cuando se diera la oportunidad”. Estas “matrices” de acción comprendían también involucrar a empresarios (Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex, Concamin).
En la evaluación de este plan se partía de lo que llamaron los “escenarios del desafuero”, que incluían situaciones que las principales figuras periodísticas de Televisa desmentían y acallaban diariamente en las pantallas: que 63 por ciento “cree que el proceso contra AMLO es por su manera de pensar y no por violación a la ley” y que 56 por ciento pensaba que si éste no competía en 2006 “las elecciones presidenciales serían ilegítimas”.
En cuanto a la campaña “pre informe” de Fox, en agosto de ese año se acordó un presupuesto de 60 millones de pesos (con 50 por ciento de descuento) para programar las siguientes entrevistas a lo largo del mes: López Dóriga, con Carlos Abascal y Francisco Gil; Adela Micha, con Abascal, Carlos Gutiérrez y Vázquez Mota, quien después repitió su aparición con Carlos Loret. Frenk acudió a El cristal con que se mira. Y dos porgramas especiales en Zona Abierta “para comenzar a tratar los temas propuestos en el círculo rojo”.
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