8 agosto 2012 | Leticia Ánimas | milenio Puebla
Puebla • XICOTEPEC. El gobierno del estado de Puebla negocia con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) la continuidad a las obras de saneamiento de la Cuenca Hidrológica del Necaxa, informó el secretario de Infraestructura, José Antonio Gali Fayad; al respecto Domingo Aguilar, líder del gremio, aseguró que son los más interesados en que los trabajos se concluyan.
El funcionario indicó que el acuerdo básico es que los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que están en resistencia desde hace casi tres años tras la extinción de la empresa, “permitan el acceso” a los empleados gubernamentales para continuar con los trabajos.
GaliFayad indicó que ya está a punto de concluirse la negociación cuyo principal requisito es “que nos dejen entrar” para poder seguir el proyecto que está en manos de la Comisión Nacional de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue).
Entrevistado telefónicamente el dirigente smeíta en la región, Domingo Aguilar Vázquez indicó que su movimiento nunca ha sido un obstáculo para el saneamiento de la Cuenca del Necaxa, al contrario, señaló, es una de sus demandas en la mesa de negociaciones con la administración que encabeza Rafael Moreno Valle.
Las obras, explicó, incluyen la instalación de colectores marginales y de plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la construcción de rellenos sanitarios. Todas ellas se deben ejecutar fuera de las instalaciones de Luz y Fuerza y además están en manos de la Comisión Federal de Electricidad desde octubre de 2009.
PANORAMA DESOLADOR
En el año 2000, un grupo de especialistas del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se diagnosticó una posible catástrofe ecológica en el Área Natural Protegida Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa y recomendó tomar medidas urgentes para su saneamiento.
El estudio incluyó los cinco procesos de deterioro más evidentes en la región: las descargas de aguas residuales en los ríos, la existencia de tiraderos de basura al aire libre o de rellenos sanitarios manejados de manera incorrecta, la erosión y deforestación y la presencia de riesgos en zonas geológicamente inestables.
Entre los resultados destacó que el 38 por ciento de la superficie de la zona estaba afectada por niveles altos y muy altos de erosión, la pérdida de vegetación evaluada en 20 años representaba una tasa promedio del 10 por ciento, valor muy superior al promedio nacional; y se consideraba que de no tomar medidas, en 90 años, la pérdida de capacidad de captación en los vasos de las presas alcanzaría el 14 por ciento, cantidad equivalente al agua que almacena la presa Los Reyes, 24.3 millones de metros cúbicos.
Se detectó la alta incidencia de enfermedades intestinales entre los pobladores de la zona afectados por amibiasis, ascariasis, helmintiasis, infecciones intestinales por protozoarios, de las que se reportaron casi 16 mil casos en dos años y la existencia “generalizada” de basura en los cauces y barrancas.
OIDOS SORDOS
Los investigadores propusieron iniciar de inmediato un programa para preservar los usos del agua que en ese momento servía preponderante para la producción de energía eléctrica, la protección de la salud de la población, la conservación de los recursos mediante un plan para un periodo de seis años (2000-2006), con una inversión de 238 millones de pesos.
Los recursos se destinarían a la construcción y operación de la infraestructura de saneamiento, reforestación y conservación de suelos y al fortalecimiento de las capacidades municipales para el manejo ambiental de la zona”.
Se sugirió iniciar por la construcción de colectores marginales y plantas de tratamiento de aguas residuales en las seis comunidades con mayor problemática ambiental, como son Chignahuapan, Huauchinango, Xicotepec, Zacatlán, Nuevo Necaxa y Tenango de las Flores ya que en conjunto generaban 337 litros por segundo de aguas negras que corrían a cielo abierto.
De acuerdo con información de la Conagua, dada tras una solicitud de transparencia hecha por éste, se destinaron al programa “Saneamiento Integral de la Zona Hidrológica de Necaxa” 203 millones de pesos, de los cuales sólo se han empleado 127.27, pero no explica en manos de qué dependencia o persona está el resto de los recursos, más de 75 millones de pesos, ni por qué las obras no se han concluido.
En cambio, sí se cura en salud, al manifestar que la instalación de los colectores marginales y las plantas de tratamiento de aguas residuales en los que se emplearía esta coinversión de recursos federales y estatales, “fueron licitados y adjudicados por el gobierno del estado y ejecutadas a través de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla” durante el sexenio de Mario Marín Torres.
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