Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Jueves 24 de octubre de 2013, p. 14
El Instituto Federal Electoral (IFE) determinó que en el nuevo modelo de credencial para votar la inclusión del domicilio del ciudadano será opcional entre una forma cifrada y una explícita (como está en el documento actual). El acuerdo entrará en vigor en 90 días hábiles.
Tras una larga discusión sobre los alcances de la medida, relacionada con la protección de los datos personales y las disposiciones de la legislación electoral, la mayoría se pronunció por que sea opción del elector.
Fue largo el debate derivado del acatamiento de una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que revocó un acuerdo anterior para que el IFE fundara mejor su decisión.
Paradójicamente, el acuerdo revocado mantenía en sus términos el modelo de credencial actual, pero desde el dictamen circulado se preveían modificaciones, pues se determinaba que el domicilio se incluiría cifrado, con la posibilidad de que el ciudadano pudiera solicitar que se mostrara expresamente.
La consejera Macarita Elizondo aseveró:
con estas dos modalidades cumplimos con la ley. Se reconoce el derecho a la autodeterminación informativa en poder del ciudadano y la importancia de su decisión, de qué es lo que más le conviene con base en sus circunstancias y necesidades, ya que, como conocimos, las opiniones, tanto de los ciudadanos como de las dependencias públicas, fueron variadas.
Además determina que la autoridad atienda, por un lado, la necesidad de las mayorías que quieren conservar la credencial como está, con los datos visibles y, por otro, atiende a quienes requieran proteger sus datos encriptándolos, sin que con ello se trastoque el texto legal, agregó.
Durante el debate, los consejeros María Marván y Lorenzo Córdova se opusieron a la modificación, por considerar que cambia el sentido que tiene la credencial para votar. Este último señaló que los términos legales del documento surgieron de las reformas de 1989.
La credencial para votar con las características que hoy tiene es y fue un mecanismo para generar certeza en torno a los procesos electorales, expuso el consejero Córdova.
Marván señaló:
no puede entenderse por ningún motivo que al imprimir la credencial para votar con una serie de datos personales de los ciudadanos esto supone su publicidad. Este supuesto no se sostiene, toda vez que dicha credencial se entrega, como todos lo sabemos, única y exclusivamente al titular; en caso de que éste no la recoja, inclusive tenemos el mandato legal de destruirla.
En defensa de la decisión que fue aprobada, el consejero Benito Nacif aseguró que la no visibilidad de la calle, el número exterior ni interior no impacta de ninguna manera en la realización de los fines constitucionalmente válidos de la credencial, y sí potencia el derecho a la autodeterminación informativa.
El consejero Francisco Guerrero consideró: “los ciudadanos son mayores de edad y pueden tomar decisiones por sí mismos, y estoy convencido de que lo van a hacer evaluando lo que a su interés convenga.
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