Sin Embargo - octubre 23 de 2013 - 16:17
Ciudad de México, 23 de octubre (SinEmbargo).– La prensa estadounidense dice hoy que agentes federales testificaron este miércoles en El Paso, Texas, en contra de un abogado de mexicoamericano y ex consejero de la Universidad de Carnegie Mellon acusado de conspirar para lavar dinero de la droga. Marco Antonio Delgado está acusado de idear un plan para el blanqueo de 600 millones del Cártel del Milenio entre 2007-2008.
Los abogados de Delgado negaron que estuviera enterado de que el dinero provenía del Cártel, y acusaron directamente a la ex esposa de Vicente Fox, Lilian de la Concha, de ser quien le pidió que le ayudara a “mover el dinero de una herencia”. Durante el juicio, al que no asiste De la Concha, salió el hombre del ex Secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña y todavía embajador de México en España.
Un testigo clave mostró un correo electrónico en el que la ex mujer de Fox informaba al abogado mexicomericano que el también ex Gobernador de Jalisco y un miembro prominente del Partido Acción Nacional (PAN) lo contrataría para que representara el lobbying de México en Washington. Según el correo, que es exhibido este día por la prensa de Estados Unidos, el hombre acusado de lavar dinero del narco sería un agregado de la representación de México en Washington para mejorar la imagen del país en Estados Unidos.
El testigo también dijo que De la Concha pidió que su sobrino fuera nombrado como encargado del cruce fronterizo de Palomas, Chihuahua, que hace frontera con Columbus, Nuevo México, y en donde se han destapado en estos años varios escándalos de drogas y tráfico de armas, e incluso varios funcionarios locales de Estados Unidos están presos. Francisco Ramírez Acuña es miembro del PAN. Fue Alcalde de Guadalajara y Gobernador de Jalisco (del 1 de marzo de 2001 al 15 de enero de 2006).
También se desempeñó como el primer Secretario de Gobernación en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, del 1 de diciembre de 2006 al 15 de enero de 2008. Es recordado como quien, el 29 de mayo de 2004, “destapó” a Calderón como candidato presidencial y quien, a una llamada de atención del entonces Presidente Vicente Fox Quesada, respondió: “A mí sólo me regañan los jaliscienses”. Los agentes dijeron anteriormente que Delgado fue detenido con un millón de dólares y confesó que era parte de un “periodo de prueba” para una operación mayor.
Pero los abogado de Delgado insistieron en que nunca supo que era dinero de la droga. En cambio, dijeron que fue De la Concha, la ex esposa del ex Presidente de México, quien le solicitó trasladar ese dinero al sistema financiero norteamericano. Delgado hizo una donación de 250 mil dólares para una beca del Carnegie Mellon; esa beca lleva su nombre y ayuda a estudiantes hispanos. Fiscal Debra Kanof dijo en primer alegato ante la corte que Delgado discutió el acuerdo con De la Concha durante una reunión en la Ciudad de México. “Se habló de 600 millones y se acordó que obtendría un 5 por ciento de todo lo que podía lavar”, dijo Kanof . El abogado de Delgado, Ray Velarde , expresó que De la Concha afirmaba que el dinero venía de negocios de energía y de su experiencia en derecho internacional, no de la droga.
“Nunca se mencionó el tema del dinero de la droga”, dijo Velarde. En septiembre de 2007 empezaron las investigaciones. Primero, las autoridades le incautaron un millón de pesos en Atlanta. Victor Pimentel, el hombre que llevaba el dinero, confesó que era del Cártel del Milenio. Pimentel, ahora un testigo clave de la fiscalía, dijo el lunes que estuvo en contacto con Delgado durante meses y que en esas conversaciones, contenidas en correos electrónicos, siempre se mencionó a De la Concha. El testigo dio a conocer un correo en el que la ex esposa de Vicente Fox afirma: Querido, en relación a las galletas de Girls Scout que vas a tratar de colocar, con la ayuda de Dios [espero] que puedas colocar cinco cajas por mes en cada escuela, cada semana.
Ahora mismo, en lugar de 300 que hay en las bodegas, hay 500 cajas con donaciones que vienen y que podrían ir en aumento”. Pimentel dijo que cada caja de galletas significaban un millón de dólares. Cada “escuela” era una cuenta bancaria, un banco o una ubicación geográfica, y cada “donación” era un ingreso de dinero de drogas. En otro mensaje, De la Concha habló de “constructores”, “obras de hierro” y otras palabras. “No somos idiotas. Nunca hemos ocupado galletas u obras de hierro. Sólo tuvimos un negocio con estas personas”, explicó el testigo al fiscal.
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