Rocío González Alvarado
Periódico La Jornada
Domingo 10 de noviembre de 2013, p. 26
Personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició la tala de cuatro fresnos centenarios –especie protegida en el Distrito Federal– en la calle Arenal, en la colonia Santa Úrsula Xitla, ubicada en la delegación Tlalpan, sin contar con autorización para ello.
Los trabajos comenzaron desde el sábado 2 de noviembre y ayer al mediodía una cuadrilla de trabajadores de la paraestatal se disponía a concluir con el derribo de dos de ellos, a pesar de la oposición vecinal.
Uno de los encargados aseguró que contaban con el permiso para talar dos de los cuatro árboles que se encuentran frente a un convento de monjas Oblatas de Jesús Sacerdote, pues se diagnosticó que representaban un riesgo para el cableado eléctrico.
Al solicitarle el documento, indicó que él no era el responsable, sino otra persona que aún no llegaba.
El director general de jurídico y gobierno de la delegación Tlalpan, Miguel Ángel Guerrero, señaló que en una primera revisión no se encontró el registro de algún trámite de la CFE, para solicitar el derribo de los árboles, por lo que podría, incluso, presentarse una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
De acuerdo con el servidor público, la paraestatal debió solicitar un diagnóstico para conocer el estado de los árboles, y posteriormente, según los resultados, proceder a su poda o derribo, siempre y cuando el caso lo ameritara.
José Blanco, vecino de la colonia y colaborador de La Jornada, indicó que en esos árboles anidaba una parvada de pericos y solían saltar de un lado a otro dos tipos de ardillas.
Por terceros, se enteró que la petición de derribar de raíz los fresnos provino de las monjas, con el argumento de que habían comenzado a levantar la banqueta, lo cual es cierto, pero
no creo que tirar los árboles sea el método adecuado para corregir esa alteración, apuntó.
Consideró que tampoco es procedente el actuar de la CFE, pues se trata de árboles fuertes y sanos, que no representaban un riesgo, según lo dicho de manera informal por biólogos conocidos.
Desde el sábado 2 de noviembre, con el apoyo de una grúa y sierras eléctricas, alrededor de 15 trabajadores de la CFE arribaron al lugar e iniciaron con la poda de dos de los cuatro árboles. En una camioneta con logotipo del Gobierno del Distrito Federal se retiraron las ramas.
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