martes, 17 de diciembre de 2013

Concreta Pemex pacto de rescate de astilleros españoles

Invertirá Pemex más de $5,200 millones en sector naval español.
Compra 51% de acciones de los astilleros Hijos de J. Barreras, pero no aclara el monto.
Adquisición de embarcaciones, otra acción para apoyar el rescate del sector en Galicia.
La operación, comprometida por el ex presidente Felipe Calderón y avalada por Enrique Peña.
Armando G. Tejeda 
Corresponsal 
Periódico La Jornada 
Martes 17 de diciembre de 2013, p. 24
Madrid, 16 de diciembre.- Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció que invertirá más de 300 millones de euros (más de 5 mil 200 millones de pesos) para la “reactivación de la industria naval de España”, que se encuentra al borde de la quiebra y desesperada, al tener más de dos años sin firmar ningún contrato.

La paraestatal mexicana dio a conocer asimismo que compró 51 por ciento de acciones de los astilleros Hijos de J. Barreras, también una empresa al borde de la quiebra, que actualmente tiene a toda su plantilla en un expediente de regulación de empleo (ERE) y entregó su último encargo en junio de 2011: un ferry de pasajeros.
El coordinador de asesores de Pemex, Carlos Roa, viajó a Vigo para rubricar el acuerdo, que se inició hace más de año y medio, en el que han intervenido tanto el presidente de España, Mariano Rajoy, como el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, así como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; el director general de la filial internacional de Pemex, PMI, José Manuel Carrera Panizzo, y el director de la paraestatal, Emilio Lozoya.
El origen de este convenio de “intenciones” para rescatar de la penuria y la bancarrota a la industria naviera española data del anterior gobierno mexicano de Felipe Calderón y el antiguo equipo directivo de Pemex encabezado por Juan José Suárez Coppel, quienes recibieron la petición expresa de las autoridades españolas y gallegas de invertir en el sector para sacarlo del riesgo de quiebra, el cual todavía prevalece, a pesar de esta primera inversión anunciada por Pemex de 300 millones.

La paraestatal mexicana no aclaró en el breve comunicado en que informó de la operación sobre el monto pagado o el acuerdo con que se adjudicó 51 por ciento de los astilleros Hijos de J. Barreras, uno de los más emblemáticos de Vigo, pero en franca decadencia desde hace más de una década, en la que el sector naval gallego ha perdido presencia en el sector, sobre todo a escala europea, donde tienen más prestigio y volumen de negocio los astilleros franceses y holandeses, a pesar de que actualmente la actividad principal del sector se concentra en los países asiáticos.

En vista de la grave crisis social y económica que se cernía sobre los astilleros gallegos y, por tanto, la región, las autoridades españoles solicitaron la intervención de Pemex, a lo que accedieron de inmediato tanto el ex presidente Calderón como el actual mandatario Enrique Peña Nieto, quien avaló en más de tres ocasiones los compromisos de su antecesor en Galicia. De hecho, Pemex se comprometió a contratar con astilleros gallegos la fabricación de dos floteles y 14 remolcadores petroleros, de los cuales siete serán de exclusiva manufactura gallega y el resto serán vía conversión con astilleros mexicanos y de Galicia. Se anunció también que se podría beneficiar Galicia de buena parte de los contratos para la renovación de la flota de Pemex, en la que se prevé la compra de 150 embarcaciones de diverso calado en los próximos años. Además, la edificación de un centro de almacenamiento y comercialización de Pemex en el puerto de La Coruña, con una inversión inicial –a cuenta de la paraestatal– de 70 millones de dólares, el cual ya está aprobado y en marcha.

En el comunicado en que se confirmó que Pemex asumió el control de dicho astillero se explicó que así “culmina un largo proceso que comenzó en la primavera de 2012 con la firma de un protocolo de intenciones, el cual pretende contribuir a la reactivación de la industria naval en España y, a la vez, aprovechar la oportunidad para transferir tecnología y conocimiento al sector naval mexicano”.

Carlos Roa informó que la construcción de los barcos, que tendrá un costo de 300 millones de euros, se hará mediante la firma de un contrato con la empresa chiapaneca Procesa para la fabricación de un atunero que trabajará en las costas del Pacífico mexicano, así como la construcción de tres buques-tanques que brindarán apoyo a Pemex Refinación. La fabricación de dichas embarcaciones se iniciará en el primer bimestre del año próximo. Asimismo, se signó un protocolo de intenciones con la empresa mexicana Diavaz para la construcción de un buque de apoyo a plataformas petroleras.

El funcionario de la paraestatal mexicana comunicó que están evaluando la posibilidad de trasladar a vivir y trabajar a nuestro país a técnicos y profesionales gallegos, de los propios astilleros que ahora controlan, para edificar un nuevo astillero en México. “Tenemos confianza en que esperan grandes cosas a Barreras”, enfatizó Roa.

Ni Pemex ni la dirección de los astilleros Hijos de J. Barreras aclararon el destino de la plantilla laboral. Todos los empleados están sometidos a un ERE y su futuro es todavía un enigma, una vez que el acuerdo secreto que firmaron Pemex y los dueños de los astilleros en mayo pasado –que es precisamente el origen del acuerdo– tiene una cláusula que prevé una sanción severa si se desvela el contenido del pacto, en el que se incluye el protocolo a seguir con la plantilla de trabajadores.

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