La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició un procedimiento contra Petróleos Mexicanos (Pemex) por la contaminación con petróleo y gasolina en suelos y manantiales de la comunidad indígena de Cuaxicala, en el municipio de Huauchinango, luego de la ruptura de tres ductos en septiembre pasado.
Hasta el momento se desconoce cuánto fue la cantidad de combustible derramado sobre los cuerpos de agua y tierras agrícolas, pues la empresa clasificó esa información.
Con las lluvias del 14 y 15 de septiembre de este año, que provocaron el desgajamiento de un cerro y a su vez la ruptura de tres ductos, la encargada de Denuncias y Quejas de la Profepa, Laura Osorno, indicó que esa instancia inició un procedimiento administrativo contra Pemex por la contaminación de suelos y manantiales y enfatizó que la empresa ya está realizando los trabajos de limpieza del sitio previstos en la Norma Oficial Mexicana 138.
Sin embargo dijo estar imposibilitada para dar a conocer detalles de las obras de remediación en las áreas contaminadas y la cantidad de hidrocarburos que se derramaron luego de la ruptura de la tubería debido a que se trata de información reservada.
La paraestatal está haciendo las inspecciones y realizando los muestreos para la limpieza de los lugares, en tanto la Profepa está realizando las inspecciones y el monitoreo de los trabajos, indicó la funcionaria.
La NOM 138 indica que la limpieza de suelos contaminados es necesaria cuando “la concentración de hidrocarburos rebasa los máximos permisibles de contaminación”, por lo que se deduce que el petróleo y la gasolina derramados excedieron estos límites.
Para los suelos de tipo agrícola, forestal o pecuario, como el caso Cuaxicala, se prevé como límite máximo para el caso de la gasolina –considerado como fracción ligera– la existencia de 200 miligramos por kilogramo de tierra seca; para el caso del petróleo –considerado fracción pesada–, 3 mil miligramos por kilo de base seca.
Aún falta que las autoridades federales de la Comisión Nacional del Agua intervengan para en la limpieza y recuperación de los manantiales.
De acuerdo con un dictamen de Protección Civil del estado del año 2009, el de Cuaxicala es un cerro “fallado”, y desde entonces se sugirió a Pemex que cambiara de lugar la tubería que se colapsó en septiembre pasado. La montaña tiene además grietas internas y está formada por tierra muy blanda por su enorme cantidad de mantos freáticos.
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