Aunque la lluvia no cedía, la FIL organizó como parte de su clausura un homenaje a la escritora parisina-mexicana, quien en sus recientes apariciones no ha quitado el dedo del renglón en su apoyo para los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, que buscan a sus 43 compañeros desaparecidos.
“Siempre quise pertenecer a México”, dijo la autora de La noche de Tlatelolco. Sin embargo, aclaró:
“Pero quiero un país donde no haya asesinatos, donde toda la gente tenga las mismas oportunidades. No podemos seguir así, sentados sobre huesos, sobre fosas. Tenemos una causa común, la causa del amor que le tenemos al país y a nosotros mismos y el cuidado de los que vienen después, no sólo de los hijos propios, sino de todos los niños del mundo: ¿Qué les estamos dejando, qué les vamos a decir cuando nos pregunten y tú qué estabas haciendo?”.
Ganadora de premios Cervantes 2013, Nacional de Ciencias y Artes, Rómulo Gallegos y Rosario Castellanos, entre otros, Poniatowska dijo que le habría gustado hablar de literatura y de su trayectoria en dicho homenaje, pero el asunto de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa y la matanza en Tlatlaya, Estado de México, son más urgentes:
“Siento que algo tenemos que hacer, que nos tendríamos que levantar, tendríamos que ir a Guerrero o marchar a favor de ellos. Ya ha habido marchas, pero no es suficiente porque esos muchachos son los más pobres de los pobres y a veces la única oportunidad que tienen es ir a una Normal y el hecho de asesinarlos no se entiende el por qué ni el para qué”, aseguró.
Se trata, agregó, de una masacre que “nos culpabiliza a todos: ¿Cómo es posible que esto suceda en el país? Creo que si en 1968 formamos comités de lucha, no nos podemos quedar inermes hoy. Es más horrible lo de Ayotzinapa que lo del 68. Vivimos un México que no merecemos. No merecemos al presidente de la República que tenemos”.
La escritora y periodista recibió el reconocimiento en el Foro “José Emilio Pacheco”, donde el secretario de Cultura del Distrito Federal, Eduardo Vázquez Martín, leyó un mensaje de la antropóloga Marta Lamas, colaboradora del semanario Proceso, en el cual reconoció su cualidad como figura cultural y símbolo político, logrados a partir de su oficio periodístico y talento de escritora. Es, dijo “una ídola de lectores de variados sectores sociales”.
La feminista reconoció, sobre todo, a la “mujer inconforme y valiente que ha roto con su origen aristocrático y su clase social. Su escritura ha otorgado presencia a otras voces pero también ella enuncia su verdad, la cual se filtra de manera literaria en sus obras más autobiográficas. En definitiva, con su escritura, además de creatividad y talento, se puede ver su propia verdad”.
Antes de su encuentro con Vázquez, Poniatowska tuvo una conversación con el cronista Fabrizio Mejía Madrid y el promotor cultural Argel Gómez, integrante de la Brigada para Leer en Libertad.
Durante la FIL se recibieron alrededor de 3 mil 500 libros para ser donados a la Normal Rural de Ayotzinapa. Muchos de ellos, a decir de Vázquez Martín van dedicados con mensajes de afecto y solidaridad, una forma “de abrazar el dolor de aquellos que sufren”.
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