Al grito de asesinos queman el palacio de gobierno de Guerrero.
Vehículos oficiales y privados ardían mientras los alumnos arrojaban piedras y bombas molotov.
Padres de los desaparecidos apoyaron la acción de protesta.
Sergio Ocampo, Rubicela Morelos y Héctor Briseño
Corresponsales
Periódico La Jornada
Domingo 9 de noviembre de 2014, p. 2
Chilpancingo, Gro.
Al grito de
¡asesinos!, más de 600 integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, apoyados por la Coordinadora de Egresados en Defensa de Ayotzinapa, apedrearon la fachada del palacio de gobierno y volcaron y prendieron fuego a unos 20 vehículos oficiales, 10 de los cuales quedaron calcinados.
Molestos por el informe del titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, quien el viernes prácticamente dio por muertos a los 43 estudiantes desaparecidos, y ante la falta de resultados en la búsqueda, los manifestantes realizan diversos actos de protesta. Cabe destacar que el pasado 13 de octubre también incendiaron la sede del gobierno estatal en esta ciudad.
Los contingentes llegaron al edificio alrededor de las 17:30 horas en unos 15 camiones y tres camionetas. Iban con el rostro cubierto y portando piedras y palos. De inmediato colocaron varios vehículos de empresas privadas y una patrulla de la Policía Federal que tenían en su poder en dos de los accesos del palacio. Luego los incendiaron con bombas molotov.
En el patio interior del inmueble volcaron autos y camionetas del gobierno estatal; a algunos les prendieron fuego. Al mismo tiempo, otros contingentes rompieron los vidrios de al menos seis edificios oficiales que rodean el palacio de gobierno. Unos 20 policías pretendieron hacer frente a los estudiantes y egresados normalistas, pero al verse en minoría se echaron a correr.
La acción del día duró unos 40 minutos; estuvieron apoyados por decenas de alumnas de normales del interior del país, que arengaban con consignas alusivas a la presentación con vida de sus 43 compañeros.
Nubes de humo cubrieron el cielo al sur de Chilpancingo. Al poniente de la sede gubernamental, a unos 300 metros, se escucharon dos balazos, pero los contingentes no se amedrentaron.
El acuerdo de acudir al palacio de gobierno fue tomado por los estudiantes de la normal de Ayotzinapa apoyados por los padres de familia, quienes están molestos tanto con el gobierno federal como con el gobernador interino Rogelio Ortega Martínez por la falta de resultados en las investigaciones para ubicar a los normalistas desaparecidos.
Después de las 18:15 horas, uno de los camiones en que se transportaron los estudiantes y egresados de la normal de Ayotzinapa tocó el claxon. Era la señal de que la actividad de la tarde del sábado había terminado.
De inmediato abordaron los autobuses y regresaron a Ayotzinapa, donde advirtieron que este domingo actuarían de nuevo, sin decir dónde.
Esto apenas empieza; tenemos que escuchar a nuestros (43) compañeros, dijo un estudiante con el rostro cubierto por una playera roja.
Casi a las 19 horas arribaron bomberos y personal de protección civil para apagar el fuego, que extrañamente no se quería extinguir.
Por la mañana, en Acapulco, representantes de las organizaciones que integran el Movimiento Popular Guerrerense (MPG) acordaron impulsar la desaparición de las funciones del cabildo y de poderes en Guerrero, así como la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, además de castigo a los responsables de lo ocurrido en Iguala el 26 de septiembre contra los normalistas de Ayotzinapa.
En lo que fue el inicio de la asamblea popular constituyente, efectuada en la explanada del palacio municipal, en la avenida Cuauhtémoc, participaron 150 personas, quienes ofrecieron un minuto de aplausos a los estudiantes ausentes.
El MPG acordó impulsar la desaparición de poderes en los tres niveles de gobierno y propuso crear comités ciudadanos municipales y consejos populares para gobernar desde las colonias, barrios y comunidades de los 81 municipios de la entidad.
El vocero de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), Walter Añorve Rodríguez, dijo:
significa simplemente que aquí no funcionan, y esto tiene que ver con los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Alrededor de las 12 horas, unos 30 estudiantes de la Escuela Superior de Educación Física de Acapulco tomaron la caseta La Venta, donde pidieron cooperación a los automovilistas. En el módulo y en el piso permanecen los rastros de las ocho cámaras de vigilancia destruidas por normalistas el pasado jueves, así como otros artefactos y señalamientos.
En este contexto, alumnos del turno sabatino de la Unidad Pedagógica Nacional, ubicada en Ciudad Renacimiento, montaron un salón de clases donde instalaron 43 pupitres vacíos, en cada uno de los cuales colocaron la fotografía de un estudiante desaparecido.
Los jóvenes suspendieron labores momentáneamente y exigieron justicia para las víctimas.
Ayotzinapa es el inicio; los estudiantes estamos despertando y Guerrero despierta, dijo su vocero, José Alberto Rojas Nava.
Este sábado se cumplió también un mes de la toma de la subcoordinación de los servicios educativos de la región Acapulco-Coyuca de Benítez, de la Secretaría de Educación de Guerrero por parte de de trabajadores administrativos y profesores de la Ceteg para exigir justicia por el caso Iguala y la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.
El área más afectada es la de servicios de personal, informó el delegado de la región, Alfredo Miranda Vergara.
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