Recientes encuestas muestran que existe un “déficit en la disposición a cumplir las reglas”
Establecer
normas no garantiza la consolidación de la democracia, advierten
académicos y especialistas durante un seminario en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM
Emir Olivares Alonso | Periódico La Jornada | Viernes 29 de junio de 2012, p. 3
Recientes encuestas muestran que en México existe un “déficit en la disposición a cumplir las reglas”, incluidas las electorales. Así, los datos revelan que 71 por ciento de los mexicanos consideran posible un fraude electoral.
Recientes encuestas muestran que en México existe un “déficit en la disposición a cumplir las reglas”, incluidas las electorales. Así, los datos revelan que 71 por ciento de los mexicanos consideran posible un fraude electoral.
En
vísperas de la jornada electoral, académicos y especialistas
participaron en el seminario La elección presidencial 2012:
instituciones, valores democráticos y responsabilidad de los actores,
realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde sostuvieron que la
adopción de normas no garantiza la consolidación de la democracia; por
ello, todos los actores implicados en los comicios deben asumir su
responsabilidad, en particular la ciudadanía.
La
consejera del IFE María Marván indicó que, si bien se conocen las
obligaciones de las instituciones en los procesos electorales, se ha
descuidado hablar de las obligaciones ciudadanas: conocer, informarse y
elegir libremente al candidato de su preferencia.
Aseveró
que en el país la cultura cívica presenta un “déficit” de confianza: de
acuerdo con la más reciente encuesta de Latinbarómetro, 62 por ciento
de los mexicanos creen que no se respeta la ley, y el mismo porcentaje
piensa que esto se da porque no hay sanciones a quienes la vulneran; 55
por ciento tienen poca confianza en los jueces, y 71 por ciento
consideran posible el fraude electoral.
Destacó
que la incertidumbre en las elecciones es un elemento inherente a la
democracia, así como lo es la aceptación de los resultados. Los
ciudadanos deben ser conscientes de que su candidato puede ganar, pero
también perder. Agregó que la legitimidad del proceso electoral depende
de las actitudes de los aspirantes respecto de reglas, principios,
valores y resultados.
Jacqueline
Peschard, comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la
Información y Protección de Datos (Ifai), aseveró que además de
partidos, actores e instituciones, hay tres sectores cuya
responsabilidad es fundamental para la democracia: medios de
comunicación, intelectuales y ciudadanos.
La
única manera de atajar la percepción de que puedan presentarse
conflictos poselectorales es que todos los actores asuman su
responsabilidad compartida, lo que implica informar y transparentar al
máximo, buscar y analizar la información con la que se cuenta, dijo.
Los
medios de comunicación son “responsables de difundir información
completa, veraz, objetiva y oportuna. Sólo así la gente puede formar
opiniones y tomar decisiones”. Las posturas de intelectuales y
académicos tienen gran influencia sobre el imaginario colectivo, por lo
que no pueden ser ajenas a la búsqueda de la verdad ni al impacto que
generan, añadió.
Expuso
que los ciudadanos son los actores más importantes de una elección
democrática, por su dimensión numérica y “porque si se asumen como
sujetos activos del quehacer público cobran una incidencia que puede ir
más allá de su carácter de elector”.
Sin
embargo, reconoció que las cifras de participación en recientes
procesos electorales no revelan un impacto favorable. En la elección
presidencial de 1994 se ubicó en 75 por ciento, en 2000 bajó a 64 y en
2006 a 58.55 por ciento.
Hubo
un descenso que se puede explicar por la escasa satisfacción que el
arribo de la democracia y la consecuente alternancia han tenido entre la
población, que depositó muy altas expectativas en el proceso de
transición, alertó.
Durante
el foro se dio a conocer que durante la actual campaña electoral se
transmitieron en radio y televisión 44 millones de espots. Al respecto,
Diego Valadés, investigador del IIJ, recordó que un grupo de
intelectuales envió hace unos meses una misiva al Senado solicitando la
modificación legislativa en este tema, a fin de que se diera otro
sentido a este tipo de propaganda y reducirla. Sin embargo, dijo, fueron
los presidentes de los partidos políticos quienes no acogieron esa
iniciativa.
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