lunes, 13 de agosto de 2012

Diputados federales de Puebla cuestan 100 mdp y producen siete leyes


Álvaro Ramírez Velasco
Domingo 12 Agosto 2012 - 21 : 07
Sólo tres de los 18 legisladores federales soportan casi todo el trabajo de la bancada 
poblana; la mayoría, sin muchas iniciativas ni propuestas.

Diputados federales de Puebla cuestan 100 mdp y producen siete leyes
Casi cien millones de pesos costaron a los contribuyentes los 18 diputados federales que representaron a Puebla en la LXII Legislatura, pero entre todos apenas lograron la aprobación de siete iniciativas, de los 315 productos legislativos que presentaron, contabilizando también los puntos de acuerdo; de éstos, ni siquiera la tercera parte fueron de beneficio directo para la entidad.
En pocas palabras, la mayoría de los 18 diputados poblanos —15 del PRI, uno del PVEM y dos de PAN— pasó inadvertida en el Palacio Legislativo de San Lázaro durante los tres años en que ocuparon la curul que dejarán este 31 de agosto.
Tomando en cuenta que por dieta y apoyo parlamentario un diputado federal obtuvo 152 mil pesos mensuales en promedio, el costo de los tres años de la legislatura por cada legislador fue de 5 millones 472 mil pesos; es decir, la bancada completa de los poblanos representó un gasto de 98 millones 496 mil pesos durante los tres años en que ejerció el cargo.
De acuerdo con datos de la misma Cámara baja, actualizados hasta diciembre de 2011, cada diputado federal le costaba al erario 152 mil 446 pesos mensuales: 77 mil 888 pesos por concepto de dieta, 45 mil 786 para la asistencia legislativa y 28 mil 772 para sus actividades de gestión y atención ciudadana.
Si bien el trabajo de un diputado federal no se reduce a la presentación de iniciativas y puntos de acuerdo, pues también incluye la gestión y fiscalización, sí es el único termómetro objetivo, en cifras concretas, del desempeño individual de los legisladores.
Y es que el beneficio de la gestión es subjetivo, de acuerdo con la apreciación de sus representados en sus distritos. O, por ejemplo, la obtención de recursos federales para los estados y municipios no puede ser considerada un logro individual sino un esfuerzo colectivo, como el de la fiscalización, que en realidad implica decisiones cupulares, en la que son determinantes el cabildeo de los gobernadores, alcaldes y coordinadores parlamentarios de cada bancada.
Pocos pilares
En la ya agonizante LXI Legislatura, el trabajo de la bancada poblana en realidad estuvo soportado por tres legisladores: el priísta Francisco Alberto Jiménez Merino, quien presentó 65 propuestas (7 iniciativas y 58 puntos de acuerdo); el verdeecologista Juan Carlos Natale López, con 45 planteamientos (27 iniciativas y 18 puntos de acuerdo); y la priísta de Tehuacán María del Carmen Izaguirre Francos, con 27 (12 iniciativas y 15 puntos de acuerdo).
Todos estos datos están disponibles al público a través de la Secretaría de Servicios Parlamentarios y del Diario de los Debates, actualizados al 8 de agosto, de donde e-consulta los recabó.


Los chapulines
Otro aspecto que mostró el poco respeto de los políticos poblanos que integraron la LXI Legislatura a su investidura fue el número de licencias que presentaron.
De los 18 titulares, dos no llegaron a la conclusión de su encargo, pues prefirieron integrarse a la nómina del gobierno estatal: el priísta Ardelio Vargas Fosado, hoy titular de Seguridad Pública, y el panista Pablo Rodríguez Regordosa, secretario de Competitividad.
Pero hubo otros que fueron y vinieron a sus curules de acuerdo con la conveniencia de sus intereses personales.
El caso más destacado fue el priísta Juan Carlos Lastiri Quirós, quien solicitó al menos dos licencias. La primera, apenas iniciada la LXI Legislatura, para ocuparse de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) del gobierno marinista, pero regresó a su curul en cuanto el PRI fue derrotado en los comicios de 2010.
Luego Lastiri —quien presentó su informe el viernes— volvió a solicitar licencia para contender por la dirigencia estatal del tricolor y también debió hacerlo, aunque prefirió seguir cobrando su dieta, cuando por unos días tuvo el sueño de ser candidato al Senado, mismo que se truncó para dejar lugar a la cuota de género en la fórmula del PRI de Puebla que contendió el pasado 1 de julio.
La panista Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández también se ausentó de sus labores legislativas por 10 días, cuando simuló que dejaría la curul, pues ya era candidata de segunda fórmula al Senado, pero casi de inmediato regresó a cobrar ante la evidencia de que sus posibilidades de conseguir un escaño eran nulas.
Aunque algunos legisladores logran terminar la LXI Legislatura, que comenzó el 1 de septiembre de 2009, con varias propuestas, llama la atención que la mayor parte del tiempo no laboraron en propuestas legislativas y fue en un solo periodo, o incluso en una sola sesión, cuando de súbito les entró la prisa por legislar.
Trabajo apresurado
Estos son los priístas Juan Carlos Lastiri, Julieta Octavia Marín Torres y Francisco Ramos Montaño. Y es que la presentación en bloque de muchas iniciativas deja poco espacio para su cabildeo y éxito en su aprobación, como quedó a la vista en estos casos.
Luego de no elaborar proposiciones en casi toda la legislatura, Juan Carlos Lastiri, también ex dirigente estatal priísta, presentó el mismo día, el 11 de diciembre de 2011, 10 iniciativas de un solo golpe; por supuesto, ninguna se ha aprobado y cinco fueron desechadas, así como una adicional que presentó meses más tarde, convirtiéndolo en el diputado poblano con más propuestas dictaminadas negativamente, lo que se da principalmente por falta de un cabildeo eficiente o simplemente porque están mal fundamentadas, sin rigor en la técnica legislativa.
La misma súbita responsabilidad legislativa mostró en abril de 2012 la hermana del llamado góber precioso, Julieta Octavia Marín Torres, quien en ese mes trabajó todo lo que no hizo en más de un año, al presentar siete iniciativas.
Francisco Ramos Montaño, ex director del Instituto Poblano de la Juventud (IPJ), hizo lo propio el 16 de mayo 2012, cuando presentó en bloque nueve iniciativas. Es decir, no generó ninguna propuesta desde abril de 2010 hasta abril de 2012.
Los relevos
Dos diputados llegaron en febrero de 2011 para cubrir las curules que dejaron vacantes los diputados del PRI Ardelio Vargas Fosado, quien optó por el puesto de secretario de Seguridad Pública del estado, y Pablo Rodríguez Regordosa, quien es actualmente titular de la Secretaría de Competitividad.
En el primer caso, el suplente es Ricardo Urzúa Rivera quien, a pesar de haber llegado desde febrero de 2011, con más de un año para el trabajo legislativo, simplemente pasó de noche y regresará ahora a su curul local —ya que es diputado local con licencia— sin haber presentado ni una sola iniciativa o punto de acuerdo.
En el segundo caso, hace la diferencia la panista María del Carmen Guzmán Lozano, quien al menos presentó un punto de acuerdo, a pesar de que pudo hacer mucho más, pues ocupa su curul también desde febrero de 2011 como suplente de Pablo Rodríguez Regordosa.
A continuación la actividad de cada legislador poblano:

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