5 agosto 2013
1. Las grandes empresas del país que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), muchas de ellas trasnacionales y que tienen entre sus principales accionistas a integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), despidieron en total a 68 mil 479 trabajadores durante el primer semestre de 2013. El dato corresponde a los informes financieros más recientes de 31 firmas mineras y siderúrgicas, constructoras, televisoras, telefónicas, agroalimentarias, de servicios, fabricantes de diversos artículos de consumo así como de materiales, fraccionadoras, aerolíneas y cadenas de supermercados que concentran más de 70 por ciento del valor del mercado y de las ganancias anuales.
2. En octubre de 2009 –después que soldados y policías con órdenes del presidente Calderón invadieron el edificio de Luz y Fuerza del Centro- fueron despedidos más de 44 mil electricistas que aún no resuelven sus problemas. Pero lo más grave es que otros 100 mil trabajadores están amenazados de que serán liquidados en las próximas semanas, porque la economía del país en vez de mejorar se pone más difícil. ¡Qué fácil, además de los trabajadores más de 100 mil esposas y casi 400 mil niños sin tener asegurado la comida, la vivienda, los servicios de salud y educación. Esto no importa porque lo esencial es que los empresarios no han dejado de ganar más de mil millones de dólares.
3. Más de cien mil trabajadores despedidos serán los candidados a entrarle al narcotráfico y a eso que llaman delincuencia o, de lo contrario, ¿en dónde vendrá el dinero para mantener a su familia de cinco o seis integrantes? Entre las empresas multimillonarias que irresponsablemente han despedido a más de 68 mil trabajadores en este año están: el Grupo México, Industrias Peñoles, Altos Hornos, Walmart, Soriana, Chedrahui, Comercial Mexicana, ICA, Cemex, Cementos Chihuahua, MexiChem, Vitro, Geo, Sare, Hogar, Homex, Ara, Televisa, Tv Azteca, América Móvil, Bachoco, Bimbo, Femsa, Grupo Modelo, Aeroméxico, Grupo Posadas, Kimberly-Clark, Alfa, Gruma, Grupo Carso y San Luis.
4. Algunos trabajadores jóvenes han razonado de la siguiente manera: Yo, junto a mi familia, debería ponerme a vender tacos o comida; sin embargo –aunque parece que se gana bien- muchos de los compañeros han dicho que le van a entrar al mismo negocio. No es fácil entrarle a las ventas porque un puesto semifijo en la calle resulta muy caro instalarlo y ser vendedor ambulante es muy difícil por la persecución policiaca. Además se debe tener mucho carácter o paciencia. ¿Cómo conseguir otro trabajo si son los despidos, el desempleo, la falta de plazas, lo que hoy es predominante? Pareciera que el gobierno de Peña Nieto, así como el anterior de Calderón, no están obligando a robar o mendigar.
5. Me da vergüenza y miedo decir lo que haría para poder mantener a mi familia, pero parece que no queda de otra. Incluso el irse de “bracero” o de “mojado” a trabajar en los EEUU es ya extremadamente difícil por las bardas y las leyes que son más duras. ¿Trabajar en un gran comercio de vendedor, vigilante o polícía –como Soriana, Wall Mart- donde (cuando te va bien) pagan salarios de hambre o no te pagan para estar atenidos a los propinas? La realidad es que yo en lugar de robar una cartera, un collar o algún otro objeto a personas u hogares humildes, prefiero arriesgarme por algo más lucrativo: ponerme de acuerdo con cuatro o cinco compañeros más para realizar asaltos y secuestros.
6. La gente con algunos ingresos no entiende o no quiere darse cuenta de nuestra realidad. Nosotros preferimos trabajar en una empresa, en lo que sea, que realizar el trabajo peligroso de asaltar, porque nos colocamos automáticamente en el riesgo de que nos maten de un balazo y una cuchillada o, de perdida, nos encarcelen. ¿Pero qué hacemos después de pasar semanas sin encontrar trabajo y de escuchar a nuestra familia que no hay para la comida, el médico, el pago de renta y el vestido? Para la gente que sólo sabe hablar sin pensar es muy fácil decir que sí hay trabajo; pero carajo no se da cuenta de los gigantescos despidos de trabajadores en la empresa pública y privada?
7. Yo no soy político y me vale madre que los funcionarios y los empresarios se estén llenando las bolsas haciendo negocios; pero sí me duele que por ello en México haya cada vez menos chambas y mucho más desempleo. Cuando en 2009 se jodieron a los electricistas por el gobierno de Calderón no dije nada, mucho menos protesté; fue un error porque hoy –cuando todavía se está iniciando el gobierno de Peña Nieto- yo soy el despedido y nadie me hace caso. Pensaba que el desarrollo de la llamada delincuencia nada tenía que ver con el desempleo y sólo era un asunto de gente floja; sólo hoy es cuando siento en carne propia el problema y estoy dispuesto a todo con el fin de encontrar qué comer.
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