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ntre enero y agosto de este año se han cometido 33 feminicidios en Puebla, y 181 en los últimos tres años, sin que hasta el momento ninguna autoridad estatal haya lanzado una alerta de género, como tampoco se realizan acciones para resolver esos casos y menos para prevenirlos, advirtió Natalí Hernández Arias, coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser).
EDITORIAL
Además, hasta el año pasado habían ocurrido 951 mil 390 casos de agresión y violencia física, sexual, económica y verbal contra las mujeres en Puebla, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (Endireh) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La violencia de género y la violencia intrafamiliar, es decir, la violencia doméstica, es un mal que cunde por nuestra sociedad y, sin embargo, su problemática es poco expuesta en los foros políticos y por los medios de comunicación.
Las cifras que organismos y asociaciones ofrecen sobre la incidencia de este tipo de prácticas son escalofriantes y deben alarmarnos, pues no se trata de acostumbrarnos al ejercicio del maltrato, verbal o físico, por más ligero que éste sea, o si acaso es inspirado por “intereses superiores” o “bien intencionados”, como la correcta educación de los infantes.
Es por eso necesario que de todas las formas legales y pacíficas posibles se haga una condena enérgica y se actúe con todo el rigor que la ley permite contra los agresores.
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