Por Guadalupe Lizárraga
MEXICO, DF.- Enrique Peña Nieto, destacó por la opulencia y el derroche en la campaña electoral. Junto a él, sus hombres de confianza, compadres, amigos íntimos, operadores políticos y los hijos de éstos, llegaron a mover sus cartas incluso en Europa, principalmente en París, donde los favoreció la prensa manipulada con espacios dedicados expresamente al PRI para convencer de que su retorno no sería una dictadura y que prometía «reglamentar el caso Cassez».
Con el mote que antes fuera del denostado ex presidente Carlos Salinas de Gortari, «El jefe de jefes», el hijo de Gerardo Ruiz Esparza, se refiere así a Peña Nieto, en su perfil de Facebook y muestra imágenes de la vuelta que ha dado al mundo, que no lo podría hacer con el sueldo de su padre (poco más de 15 mil dlls. mensuales) trabajando de burócrata en un partido político. El padre de este joven acostumbrado a ver el erario como propio, Gerardo Ruiz Esparza es parte del grupo político del tío de Peña Nieto, el ex gobernador Alfredo del Mazo González, y se desempeñó como secretario técnico durante ese sexenio de gobierno.
Las licitaciones supuestamente públicas y las concesiones en México son privilegios otorgados a discreción del titular de la secretaría y del propio gobernador. Y Ruiz Esparza no fue la excepción en la regla que los convierte en receptores de importantes compensaciones.
Uno de los hombres privilegiados por Peña Nieto, en este sentido, es Juan Armando Hinojosa Cantú. El enlace fue directamente el ex gobernador Arturo Montiel, y desde el año 2000, Hinojosa incrementó considerablemente su fortuna, el mismo año que empezó a dar donativos al PRI por medio algunas de sus empresas. Entre éstas, según la información difundida en la red, se encuentra Grupo Higa; Aerotaxis Eolo;Constructora Teya- IGSA; Publicidad y Artículos Creativos; Autopistas de Vanguardia, S.A. de CV; Mezcla Asfáltica de Calidad; Señales y Mantenimiento, SA de CV, y Consorcio IGSA Medical del Perú.
Las licitaciones, como de las que salió privilegiado Juan Armando Hinojosa, no fueron complejas operaciones. Los amigos de Peña reciben los datos de la licitación con antelación a la fecha límite publicada en la Gaceta del Gobierno, Diario oficial del Gobierno del Estado de México. En el caso de Hinojosa, por ejemplo, de acuerdo a la información que se puede rastrear en los concursos de licitación, él mismo ha llegado a inscribir en un solo concurso tres empresas con prestanombres y cualquiera que gane, el contrato es suyo.
El monto y la importancia del contrato juegan un papel clave en la avaricia de los amigos de Peña Nieto. Pero no falta que entre su círculo privilegiado puedan incluso turnarse para obtener contratos "a modo" y repartir las comisiones con los funcionarios de gobierno, según corresponda el nivel de participación. Si los contratos no son de relevancia para la ambición del empresario, se lo dan a otras empresas de menor tamaño y sólo les piden un porcentaje de la ganancia, y los propietarios de estas empresas son en su mayoría amigos de Juan Armando Hinojosa como José Luis Tinoco Gutiérrez, Juvenal Meléndez Arriaga, Ramón Salgado Vega, Raúl Alamo Naidar, y Carlos Acra, entre los más cercanos.
Por medio de la empresa Eolo, que tiene su base en el aeropuerto de la ciudad de Toluca, se han comprado jets y helicópteros pagados con los recursos obtenidos de los contratos de estas empresas con el Estado de México. Quien dirige esta empresa es el hijo de Hinojosa, quien lleva su mismo nombre: Juan Armando Hinojosa, y quien dirigió la logística de traslados de campaña de Enrique Peña Nieto.
A Peña Nieto y a Hinojosa Cantú los une además de la amistad, un compadrazgo. La mansión del municipio de Valle de Bravo, propiedad de Hinojosa, es un recinto de descanso para Peña Nieto, donde suele pasar sus vacaciones, según los lugareños que se refieren a la mansión «como la más cara de Valle» porque prácticamente es del tamaño de un cerro.
La relación entre estos funcionarios y empresarios va más allá de los meros negocios. Sus hijos los han llegado a emparentar, además de la complicidad en el reparto de privilegios desde poder público. Es el mismo caso de Juan Armando Hinojosa García (hijo) quien se unió en matrimonio con Rosa Herrera (hija de Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz). Ello fue aprovechado por el empresario para realizar alianzas y negocios en el estado de Veracruz también, aunque después, según informaciones confidenciales, se divorciarían por asuntos de violencia doméstica contra la hija del ex gobernador.
Otro de los hijos de los hombres clave de Enrique Peña Nieto es David López Cárdenas, quien jugó en esta elección para candidato a diputado local por el distrito 35 del Estado de México. Se trata de quien era encargado del despacho de Ana Lilia Herrera, presidenta municipal de Metepec, cuando ésta pidió licencia para buscar una curul en el Senado.
López Cárdenas es hijo de quien ha fungido como Coordinador de Comunicación Social de Peña Nieto (1982-1986, 1994-1995, 2005-2011) y ahora fue su vocero de campaña, presidencial, David López Gutiérrez. Él es el responsable de la imagen de Peña Nieto en la televisión mexicana.
Su hijo es uno de los mejores amigos de Juan Armando Hinojosa García (hijo del amigo y compadre de Peña Nieto). Esta amistad, siguiendo con la tradición de sus padres, la sellan con negocios en el marco del estado y con sus donativos al PRI estatal.
La impunidad de su operador político
Alejandro Ozuna Rivero ha sido la mano derecha de Enrique Peña Nieto en el manejo político de las gestiones del Estado. Una secretaría que le ha permitido mover a las masas de los pueblos y manipular la imagen de la pobreza, la de Desarrollo Social donde fue el titular hasta octubre de 2010. Fue presidente municipal de Toluca y tuvo una larga trayectoria en la burocracia del partido Revolucionario Institucional.
Es padre de José y Juan Ozuna, integrantes y líderes juveniles del PRI del Estdo de México y amigos íntimos de Gerardo Ruiz Dosal (hijo de Ruiz Esparza. Ozuna Rivero, no obstante, viene con otros bríos, su cercanía con Enrique Peña Nieto y con el grupo Atlacomulco le dan el poder de tomar decisiones y de conducirse con impunidad.
Hasta 2014, Alejandro Ozuna Rivero cumpliría una sanción impuesta en 2003 por el Gobierno Federal, debido a irregularidades en su desempeño como delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en el Estado de México. El entonces gobernador Enrique Peña Nieto lo contrató como de secretario de Desarrollo Social. Y según un expediente de la Secretaría de la Función Pública, la inhabilitación se debió a la falta de vigilancia de los programas de la dependencia, a la liberación irregular de recursos y a violaciones a las disposiciones normativas en la aplicación del Programa de Ahorro y Subsidios para la Vivienda Progresiva Viva.
La Función Pública dijo que en el 2005, Ozuna tendría tres inhabilitaciones, dos de ellas por un año, y otra por 10 años, asentadas en el expediente PA.0027. 2002. El 5 de diciembre del 2003, fue notificada la inhabilitación por 10 años porque realizó una liberación indebida de recursos para el Ayuntamiento de Ecatepec, del Programa de Ahorro y Subsidios para la Vivienda Progresiva.
Sanciones económicas, suspensiones e inhabilitación para trabajar como funcionario público, se agregan a su récord como funcionario, luego de señalamientos referentes a su desempeño como delegado federal de la Secretaría de Desarrollo Social en el Estado de México.
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