La empresa Parametría arremetió contra el diario Milenio por hacer un
espectáculo mediático de las encuestas y por haber creado una percepción
erronea de “pronóstico” electoral.
4 de julio de 2012
Parametría, que dirige Francisco Abundis, señala en su portal:
“No podemos dejar pasar que los medios hicieron de nuestras mediciones
un espectáculo mediático. Tal vez el mejor ejemplo es GEA-ISA con
Milenio Diario. Una vez que el espectáculo se acabó, el medio no asume
responsabilidad y simplemente decide deslindarse del investigador,
incluso ofreciendo disculpas. Fue el medio el que dijo que eran
predicciones, no el investigador. El medio se exculpa responsabilizando
al investigador, cuando es el medio el que creó la percepción de
pronóstico”.
Continúa:
“Parece que no es suficiente decir que hacemos diagnósticos, no
pronósticos, para el tamaño de sobrestimación que se observó. Es el
papel que se nos quiere dar en los medios de comunicación, no el que
escogimos”.
Parametría fue una de las empresas encuestadoras que se equivocó en su
“diagnóstico” previo a las elecciones dándole a Peña Nieto una ventaja
de 15.2 por ciento sobre Andrés Manuel López Obrador.
Y la encuestadora de Francisco Abundis da su explicación:
“Primero la autocrítica, luego la defensa y al final las explicaciones.
La autocrítica diría que tenemos que ser más precisos porque el elector
nos toma por predictores. Prácticamente dos terceras partes de las
mediciones preelectorales GEA ISA, Consulta Mitofsky,
Buendía&Laredo, BGC, Parametría e incluso Covarrubias y Asociados o
Reforma sobrestimaron al PRI en un margen de 3 a 11 puntos porcentuales.
Ese es el hecho.
“¿Qué fue lo que las encuestas sí dijeron? ¿O por qué las encuestas se
deben de ver más como escenarios electorales, que como dato de
precisión? Se dio un ganador claro, que aunque parece poca cosa dado el
margen de diferencia entre primer y segundo lugar, hace doce años que no
coincidíamos en ganador y para este periodo electoral sucedió. También
señalamos con bastante precisión y coincidencia el momento en que el
tercer lugar en las mediciones pasó a ocupar el segundo a mediados de
mayo. Asimismo se dijo, salvo excepciones, que esto sería una elección
de dos y no de tres.
“¿Las explicaciones de la sobrestimación del PRI? Primero hay que decir
que hubo algunas mediciones que no sólo no sobrestimaron el margen de
diferencia, sino que incluso lo subestimaron, como sería el caso de
Berumen e Ipsos-Bimsa (si consideramos su medición y no su modelo).
Ambas mediciones tendrían más problema por su interpretación que por su
medición. Los dos casos notables en este rango de “acierto” serían
Mercaei por medición y Demotecnia por su modelaje o simulación. Las dos
mejores preelectorales. El resto sobrestimó al PRI, incluidos Reforma y
Covarrubias.
“La diferencia entre las preelectorales y el dato resultado final de la
elección tiene por lo menos dos explicaciones: error de medición o
cambio en la decisión del elector. En el primer rubro tenemos una
diferencia si se midió al partido o al candidato. Escenario muy similar a
2006, donde dependiendo como se media a Roberto Madrazo, el candidato a
la presidencia o a su partido, los resultados por Calderón variaban.
Hubo una distancia de 5 puntos entre Roberto Madrazo (23%) y sus
candidatos al Congreso (28%). En 2006 quien medía bien a Madrazo medía
bien a Calderón y quien sobrestimaba a Madrazo subestimaba a Calderón.
Esa fue una de las explicaciones del “error” de las preelectorales de
2006. En esta elección hay 4 puntos de diferencia entre AMLO (31%) y sus
candidatos al Congreso (27%). Esta sería una primera explicación en lo
que se refiere a la subestimación de AMLO. La subestimación del PRI
parece más difícil de explicar.
“En la segunda vertiente de explicación el cambio del elector. La única
evidencia que tenemos en Parametría es que para el sábado anterior a la
elección la diferencia entre primera y segunda fuerza electoral era de
10 puntos y ya no de 15 puntos como se publicó en la última medición
preelectoral. Es decir, al igual que en elecciones locales como en
Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Durango o Hidalgo la última semana cambió la
preferencia electoral. Lamentablemente estos datos no son publicables.
“En conclusión, si se nos evalúa por nuestras encuestas de salida o
conteos rápidos el saldo es muy positivo, pero si se nos evalúa por las
preelectorales parece que el error se magnifica. Al final al ser casi
dos terceras partes los que sobrestimamos al PRI o subestimamos al PRD,
el “error” (asumiendo que son pronósticos, lo cual no compartimos) fue
genérico y atribuible a un fenómeno medible, llamémosle clima electoral,
percepción de ganador, o espiral del silencio. Pero al final como
quiera llamarse fue medible y no necesariamente un “error”.”
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