Por : Mónica Camacho
2012-07-23
Por tercera ocasión en menos de un mes miles de poblanos se volcaron a las calles de la capital del estado para sumarse a la “Marcha Nacional contra la Imposición” que convocó el colectivo #YoSoy132, como parte de las acciones que buscan la anulación de la elección, así como impedir el arribo del priista Enrique Peña Nieto a la presidencia del país.
A diferencia de otras protestas antiPeña realizadas en el estado, por primera vez los inconformes se organizaron en grupos de trabajo con los que se pretende dar estructura y organización al movimiento para evitar que pierda fuerza.
Una vez más la movilización fue producto del llamado realizado por las redes sociales, al que respondieron estudiantes de diversas instituciones educativas, integrantes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), periodistas, así como simpatizantes y militantes de las fuerzas políticas de izquierda que soportan la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, a quienes también se les sumaron seguidores del PAN.
La mayoría acudió acompañados de sus padres, hermanos, parejas e hijos, lo cual quedó plasmado en algunas de las pancartas que a la letra señalaban: “Familias en lucha contra la imposición” y “Mi mamá me enseñó a luchar”.
Las diferencias entre los participantes desaparecieron en el momento en el que dejaron el mausoleo de Ignacio Zaragoza, que ha servido de punto de encuentro en las distintas megamarchas, y comenzaron a recorrer la calzada de Los Fuertes con sentido hacia el zócalo de Puebla, gritando las consignas “Fuera Peña” y “México sin PRI”.
Los inconformes también descargaron su irritación coreando frases de repudio contra las autoridades electorales y el duopolio televisivo, por lo que los reporteros de Televisa que acudieron a cubrir el acto tuvieron que despojarse de cualquier insignia que los identificara como trabajadores de ese corporativo.
Al frente del contingente se colocaron integrantes del colectivo #YoSoy132, quienes recorrieron las calles arrastrando con mecate un bulto que vistieron con traje oscuro y colocaron una máscara de Carlos Salinas de Gortari, mientras en el fondo se podía leer en una manta de fondo negro: “México ya no es un país de cobardes, si luchamos podemos perder, si no luchamos estamos perdidos”.
Calles más adelante se sumó a la movilización una botarga con cuerpo de rata, cabeza calva y bigote negro. No hizo falta una explicación para identificar al personaje al que evocaba.
Marcha festiva
La participación de los jóvenes dio un ambiente festivo a la protesta, pues diversas consignas se armonizaron con el sonido de una banda de guerra y los sones jarochos que tocó un grupo de músicos, que convirtió La Bamba en una himno anti–Peña.
La efervescencia de la manifestación contagio a los automovilistas que subían la calzada Ignacio Zaragoza con sentido a Loreto, pues al toparse con el contingente hicieron tocar su claxon para manifestar su simpatía, lo cual fue recibido por los marchantes con aplausos y ovaciones.
Durante más tres horas los inconformes recorrieron las principales calles del Centro Histórico de Puebla hasta llegar al zócalo de la capital, resguardados todo momento por elementos de la Policía y Tránsito Municipal que siguieron el recorrido en cinco patrullas y una motocicleta.
A las 4 de la tarde, los miles de ciudadanos se volcaron sobre la plaza de armas, donde permanecieron unos minutos para cantar el Himno Nacional.
20 minutos después la concentración se dispersó. Algunos acudieron a las mesas de trabajo que integró el #YoSoy132, mientras otros aprovecharon lo que restaba a la tarde del domingo para comer con la familia en los portales del zócalo.
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