Acusan Madres Veracruzanas que cambiar el uranio tarda una semana y no 40 días, como asegura la Comisión Federal de Electricidad
23 septiembre 2012 | Andres Becerril | excelsior
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de septiembre.- Claudia Gutiérrez de Vivanco, representante del Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas, sostuvo que el recambio de las barras de uranio con las que trabajan los reactores de la Central Nuclear de Laguna Verde (CNLV) solamente “dura una semana” y no 40 días, como afirmó la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ayer Francisco Garfias informó en su columna “Arsenal” de Excélsior que la central nuclear no estaba en funcionamiento, lo cual la CFE u otra autoridad del sector energético hizo público en los últimos 27 días en que, según la Comisión, ha estado detenido uno de los reactores de la planta.
El doctor Rubén Dorantes, profesor investigador de la UAM Azcapotzalco, que conoce el proceso de recambio de las barras de uranio, explicó que si sólo se está reabasteciendo el uranio, no hay nada que temer porque los controles de seguridad en Laguna Verde son confiables, pues hay hasta tres bombas eléctricas de seguridad para mantener al reactor enfriándose.
Gutiérrez de Vivanco añadió que en los más de 25 años que tienen oponiéndose al funcionamiento de la planta “son los trabajadores, que están adentro, quienes se encargan de comunicar a la gente vecina de lo que pasa y nunca es por la vía oficial; y cuando logramos denunciar alguna situación, pues ya no les queda otra que reconocerlo”.
Recordó que así pasó el 8 de marzo de 2006, cuando hubo un paro de emergencia porque se había perdido el control de la planta, “incluso echaron a andar el plan radiológico externo, porque durante tres horas quedó fuera de control uno de los reactores”, explicó la representante de Madres Veracruzanas.
Recambio, un proceso normal
El doctor Rubén Dorantes explicó que el proceso de recambio de uranio en el reactor nuclear de Laguna Verde se hace con regularidad cada año o año y medio.
“Se llama la recarga de combustible nuclear, mal llamado así porque no hay un proceso de combustión, sino es un proceso de fisión nuclear.
“En efecto, cuando este momento llega, el reactor se para por completo; esto es porque hay todo un conjunto de sistemas de refrigeración que tienen que mantenerse activos y para ello se utiliza todo un conjunto de sistemas auxiliares preparados para este propósito.”
Dorantes señaló que una vez que se detiene el reactor nuclear, las barras de control de uranio son metidas junto con todos los sistemas de protección para suspender la fisión nuclear que permite la liberación del calor requerida por el reactor, y entonces se quita la tapa de la vasija que contiene las barras de uranio y entonces se procede a cambiar los conjuntos de barras que son necesarios.
El investigador de la Metropolitana señaló que quienes hacen este trabajo tienen perfectamente monitoreados los recambios que se deben hacer y entonces se procede a realizar uno por uno.
“Si en este momento está sucediendo esto (la Central Nuclear de Laguna Verde), a mí me parece algo normal.”
Enfermedades
ONG denuncian que cerca de la central nuclear han proliferado casos de cáncer:
El Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas y Greenpeace trabajan juntos para exigir estudios serios en poblaciones cercanas a Laguna Verde donde han proliferado casos de cáncer.
En Vega de Alatorre, a 48 kilómetros de la central nuclear, se tiene documentados 108 casos de cáncer; en Paso del Cedro, municipio de Actopan, a 22 kilómetros de Laguna Verde, se conocen al menos 17 casos y en Buena Vista, municipio Emiliano Zapata, hay 20 casos.
Claudia Gutiérrez de Vivanco, quien lidera a las Madres Veracruzanas, aseveró que la falta de interés de las autoridades por la población se refleja en los refugios en caso de desastre nuclear, que se reducen a escuelas públicas sin vidrios.
“Cuál protección, nos da risa; y luego, uno de los albergues es el panteón de Palma Sola; así ya no les va a costar trabajo”, consideró.
La CFE informa que la planta abre en octubre
La planta nuclear de Laguna Verde, ubicada en el municipio de Alto Lucero, Veracruz, está sin operar desde hace 27 días, y apenas ayer la institución encargada de operarla ratificó la información que Excélsior dio a conocer en su edición sabatina.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) corroboró ayer que la planta nuclear se mantiene detenida desde el pasado 26 de agosto debido a que está en proceso de recarga.
El Departamento de Comunicación de la paraestatal aclaró que dicho paro de operaciones se realiza cada 18 meses, con la finalidad de rellenar los contenedores de uranio, combustible que utiliza para su funcionamiento.
Detalló que ese proceso tiene una duración de 40 días naturales, por lo que se estima que Laguna Verde reanudará sus actividades en la primera mitad de octubre.
“Es un procedimiento normal que se realiza desde que la planta fue construida y así ha sido cada 18 meses”, aseveró Estéfano Conde, vocero de la CFE.
Actualmente Laguna Verde es la única central nucleoeléctrica en el país, y cuenta con una capacidad de generación superior a los mil 600 megawatts (MW) repartida en dos reactores de 800 MW cada uno.
Dicha cantidad de energía representa casi 3% de los más de 50 mil megawatts de potencia con los que cuenta la CFE para todo el país.
Ayer, el columnista Francisco Garfías escribió en este diario en su columna “Arsenal”:
“Los motores que enfrían los reactores se quemaron hace como cinco días, y apagaron toda la planta (Laguna Verde). Lo mantienen en reserva para evitar alarmas”, dijo una fuente confiable.
“El tema nos pareció delicado. Los nombres de Fukushima, Chernobyl, Three Mile Island, se nos vinieron a la cabeza.
“Nos dimos a la tarea de averiguar qué pasaba. Buscamos a Estéfano Conde, gerente de Comunicación Social de la CFE. Nos confirmó que la planta efectivamente no está funcionando. ‘Es parte del mantenimiento’, aseguró.
“Es una recarga del reactor. Se hace cada 18 meses. Mientras se hace esa recarga de uranio, pues no se puede operar.”
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