21 septiembre 2012 | Juan Carlos Cruz Vargas proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La consigna de miles de sindicalistas fue única: “La reforma laboral destruye los derechos alcanzados por la clase trabajadora y beneficia a las cúpulas empresariales del país”.
En una marcha que empezó en el Ángel de la Independencia y desembocó en el Zócalo de esta ciudad, miles de trabajadores se manifestaron en contra de la reforma laboral propuesta por el presidente Felipe Calderón, que se discutirá a partir del próximo lunes 24 para su dictamen.
Según los líderes sindicales, la reforma laboral no sólo no restituirá los derechos de los trabajadores, como la antigüedad y la seguridad social, sino que también pulverizará el salario, ya que pretende que los empresarios paguen por horas.
Telefonistas, mineros, campesinos, electricistas, trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, empleados del sector salud, estudiantes y hasta diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) caminaron por la avenida Reforma y siguieron por Juárez, hasta llegar a la calle 5 de mayo, que desemboca a la Plaza de la Constitución.
Como orador en el mitin, el perredista Martí Batres se comprometió a rechazar, junto con su grupo parlamentario, la iniciativa “preferente” del Ejecutivo.
“Dice Calderón que debe haber transparencia en los sindicatos, pero olvida que se apoyó con Elba Esther Gordillo para la presidencia”, dijo.
Luego precisó que la iniciativa plantea contratos por hora, contratos a prueba que duran un mes, así como despidos sin notificación y la legalización de outsourcing. También –agregó– dificulta que los trabajadores tengan antigüedad, seguridad social y jubilación.
Fue mas allá al señalar que “es una iniciativa para destruir el salario, el empleo, para fragmentar el ingreso y que la masa salarial se reduzca. Así quieren competir en el extranjero, con una economía con costos de producción menores, pero a costa de los trabajadores”.
Por su parte, el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, responsabilizó al gobierno de Calderón de la destrucción de empresas como Luz y Fuerza del Centro, Mexicana de Aviación y el descuido del sector minero, donde han muerto decenas de trabajadores.
El Movimiento #YoSoy132 fijó su posicionamiento “apartidista, independiente y democrático”, y manifestó su inconformidad con una reforma que –aseguró– precariza las condiciones laborales de los jóvenes, “los principales afectados”.
Los universitarios dijeron respaldar las protestas de los sindicatos, quienes el próximo lunes 24 iniciarán un plantón en San Lázaro, como muestra de inconformidad hacia la reforma laboral.
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