Golpe al Derecho Internacional.
Si no hay respuesta, actuará con base en circunstancias legales.
Demanda a la ONU sancionar la agresión sufrida por Evo Morales.
Pide a Francia, Portugal, España e Italia que expliquen su proceder.
Aun si Snowden iba en el avión no pueden secuestrar a un presidente.
Afp, Dpa, Pl y Reuters
Periódico La Jornada
Cochabamba, 4 de julio.- Presidentes y representantes de miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) exigieron esta noche a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que condene la “violación al derecho internacional” perpetrada contra el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, tras la prohibición de sobrevolar los territorios francés, portugués, italiano y español, ante la sospecha de que en su avión viajaba Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, quien reveló la existencia de un amplio programa de espionaje por Internet del gobierno de ese país.
Lo ocurrido “sienta un peligroso precedente en derecho internacional”, advirtieron. “Estamos exigiendo respuestas; si no (las hay), reaccionaremos como las circunstancias legales aconsejen”, aseveraron en la Declaración de Cochabamba.
Sentenciaron: “Si iba Snowden o no en el avión, era irrelevante. Se trata del derecho de asilo que está en la carta de Naciones Unidas”.
Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Ecuador, Rafael Correa; Uruguay, José Mujica; Surinam, Desi Bouterse, y Venezuela, Nicolás Maduro, así como representantes de los otros seis países miembros de la Unasur, se reunieron aquí con el mandatario boliviano, quien anoche pudo volver a su país.
Los mandatarios y representantes del bloque regional exigieron “a la ONU y demás organizaciones que se pronuncien ante esta violación del derecho internacional”, dijo el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien de esta manera cerró la reunión extraordinaria de la Unasur.
La Unasur declaró inaceptable la restricción del vuelo del avión presidencial de Bolivia, convirtiendo a Morales virtualmente en rehén. Rechazó las actuaciones violatorias del derecho internacional, como lo es la inviolabilidad del tránsito aéreo al gobernante de un país.
Exigió a Francia, Portugal, España e Italia que ofrezcan disculpas y expliquen las razones por las cuales se impidió el vuelo del avión presidencial boliviano en su espacio aéreo, lo que obligó a Morales a hacer una escala en Austria de más de 13 horas.
La Unasur acordó formar una comisión especial integrada por todos los cancilleres de los países del mecanismo regional para realizar las tareas necesarias para que se esclarezca este hecho.
Asimismo, se instó al resto de naciones de la Unasur y demás organismos internacionales que no lo han hecho, a pronunciarse sobre este incidente que consideraron injustificable.
La Unasur está integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil, Paraguay (suspendido), Uruguay, Venezuela, Chile, Guyana y Surinam.
Durante el encuentro celebrado a puerta cerrada en un hotel de esta ciudad, Fernández de Kirchner recalcó que la situación que padeció el mandatario andino excede lo institucional para convertirse en una situación de carácter humanitario. Destacó que también representa un grado de inseguridad para cualquier ciudadano del mundo y criticó el gasto financiero de algunos países desarrollados en sus instituciones de seguridad e inteligencia para luego informar mal “e incurrir en un papelón con tanta plata gastada”.
La mandataria argentina afirmó que Morales hizo un relato escalofriante de su odisea a bordo de su avión y que agradeció la hospitalidad del gobierno austriaco, que le permitió aterrizar en el aeropuerto vienés. Reiteró que lo sucedido representa una violación a la inmunidad de los jefes de Estado y a los acuerdos que existen para la utilización de los corredores aéreos de los países.
En tanto, Maduro aseguró que la contundencia de la respuesta de la Unasur al trato que los países europeos dieron a Evo Morales dejó claro que la prohibición del permiso de vuelo fue un hecho arbitrario, que demuestra el miedo del imperio.
Según el jefe de Estado venezolano, el caso de Snowden ha demostrado el escaso respeto que siente Estados Unidos por el resto de las naciones del mundo y recordó que puede ser la punta de un iceberg que se vive en aquel país.
De su lado, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió a las potencias hegemónicas: “no vamos a aceptar que en pleno siglo XXI haya países de primera y segunda categoría, y tienen que aprender que América Latina es libre, altiva y soberana”.
Afirmó que el mundo entero debe reflexionar acerca de la gravedad de lo ocurrido y sostuvo que es irrelevante si Edward Snowden iba en la nave o no, al precisar que el avión presidencial es territorio soberano de un país y la capacidad de otorgar asilo es derecho de todo Estado soberano.
“Aun cuando Evo hubiera llevado a Snowden en su avión no tenían (los países europeos) ningún derecho a mantener secuestrado al presidente de un Estado latinoamericano soberano que hace dos siglos se liberó del colonialismo”, dijo Correa.
“¿Qué hubiera pasado si fuera Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador los que hubiéramos espiado a nuestros ciudadanos y a otros países soberanos? (…) Ya estaríamos invadidos, hasta enjuiciados en la Corte Penal Internacional”, agregó Correa.
“Pero como hoy lo hizo la mayor potencia del planeta, el caso de espionaje más grande de la historia de la humanidad, prácticamente no pasa nada”, insistió en el acto previo a la reunión de la Unasur.
El presidente de Uruguay, José Mujica, sostuvo que Portugal, Francia, Italia y España “metieron la pata” e hicieron un “papelón”. Agregó que esas naciones europeas “se comieron un tornillo” al sospechar que Morales transportaba a Snowden.
“Supongo que el servicio de inteligencia que los mandó a la ruina está doblando papelitos en un calabozo (como castigo por el error), porque este es un papelón para los viejos países”, señaló el gobernante uruguayo.
Mujica aseguró que “lo peor es que ahora nos tratan de párvulos, en lugar de asumir con humildad republicana: ‘nos equivocamos’”.
Aunque la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se excusó de participar en el encuentro por la coyuntura interna que vive su país, envió el mensaje más duro al advertir que el incidente compromete las relaciones entre América Latina y la Unión Europea, un importante socio comercial de la región.
Una fuente del gobierno brasileño dijo a Reuters que en particular el episodio podría pesar en las dilatadas negociaciones de libre comercio entre la Unión Europea y la unión aduanera sudamericana Mercosur.
Aunque también condenaron la situación que vivió Morales, los presidentes de Colombia, Chile y Perú –con discursos más moderados– no asistieron al encuentro. Funcionarios de esos países justificaron la ausencia con el argumento de que la presidencia de la Unasur –que encabeza el peruano Ollanta Humala– no convocó oficialmente a la reunión.
Por otra parte, la Casa Blanca no ha hecho comentario alguno sobre las acusaciones de los líderes sudamericanos, que además denunciaron haber recibido cartas de Washington exigiendo la extradición de Snowden si logrado asilo en sus países.
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