No hay presiones salariales a la vista, observa Bank of America.
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Jueves 16 de enero de 2014, p. 29
La persistencia del desempleo en niveles
elevados para los estándares mexicanoses uno de los factores que han contribuido a que la inflación no sea más alta que la registrada actualmente y que se encuentra en límite máximo fijado como meta por el Banco de México, aseguró este miércoles Bank of America-Merrill Lynch.
Las últimas cifras de la actividad productiva muestran que la economía creció 1.2 por ciento anual en los primeros 10 meses de 2013, planteó la firma. Dado que el potencial de crecimiento del producto interno bruto (PIB) está en alrededor de 3 por ciento, la desaceleración de la economía pone a la brecha de producción en territorio negativo, consideró.
La
brecha del productoes la diferencia entre la tasa de crecimiento que registra el PIB, respecto de su potencial instalado.
El pronóstico de crecimiento del Banco de México está entre 3 y 4 por ciento para 2014; sin embargo, el banco central todavía prevé que la brecha de producción se mantenga en territorio negativo a lo largo de 2014, mencionó Bank of America Merrill Lynch, al citar planteamientos del gobernador del banco central, Agustín Carstens, el viernes pasado durante un seminario organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
En contraste con nuestro pronóstico de crecimiento de 4 por ciento, estimamos que la brecha de producción será ligeramente positiva hacia finales de 2014. Ambos pronósticos implican que la brecha sería positiva en 2015, y, como resultado, que podría haber presiones de la demanda en la economía mexicana hacia finales de 2015, agregó la firma financiera.
Además, expuso, un vistazo al mercado laboral confirma que no hay presiones salariales a la vista.
La tasa de desempleo se mantiene alta para los estándares mexicanos. La evolución del mercado laboral, así como en el mercado de bienes, muestra que las presiones de la demanda son un problema para 2015, no para 2014, expuso.
Al comentar el discurso de Carstens el viernes pasado, Bank of America Merrill Lynch interpretó que el funcionario dejó claro el objetivo del banco central: la convergencia de la inflación general a 3 por ciento, más/menos un punto porcentual, de la manera más eficiente posible.
Carstens aclaró lo que esto significa: alcanzar el objetivo de inflación, con las menores tasas de interés posibles consistentes con la meta inflacionaria. Interpretamos esto como un régimen de objetivos de inflación flexible, con una banda objetivo para la inflación de 2 a 4 por ciento.
Las expectativas de inflación para 2014 se han ido incrementando como resultado de los cambios fiscales. Actualmente la encuesta que realiza el banco central entre especialistas en análisis del sector privado muestra que las expectativas inflacionarias de la mayoría de analistas para finales de 2014 son de 3.9 por ciento.
Sin embargo, apuntó la firma financiera, la misma encuesta muestra que las expectativas inflacionarias para finales de 2015 son de 3.5 por ciento, y que la expectativa de inflación para los siguientes cinco a ocho años también es de 3.5 por ciento.
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