Zapotitlán, Pue.- Representantes de los pueblos involucrados en el proyecto de la hidroeléctrica San Antonio calificaron como “ilegal y entreguista” la decisión de la Semarnat de dejar en manos de la empresa Generación Eléctrica San Antonio (GESA) la consulta a la que condicionó la realización de la obra, luego de aprobar su Manifestación de Impacto Ambiental.
Domingo, Enero 12, 2014 - 21:02
Pobladores de Zapotitlán, Xochitlán, Zoquiapan, Atlequisayán y Nauzontla consideraron como fuera de la ley el hecho de que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgue a los empresarios el derecho de acordar los términos de la consulta a los pueblos indígenas, y exigieron coordinar y procesar el ejercicio tal y como está previsto en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Indicaron que con el resolutivo publicado el pasado 7 de Enero en el que se dio a conocer la aprobación del MIA contenido en el expediente 21PUE2013E0002, la Semarnat persiste en su visión “entreguista” de “apoyar los intereses empresariales” al delegar en GESA la obligación del gobierno de consultar a los pueblos afectados por el proyecto hidroenergético.
Por ello, los inconformes, aglutinados en la organización, “Serranos Unidos en Resistencia Indígena” solicitaron la intervención del Comisionado Nacional para el Diálogo con los Pueblos Indígenas, Jaime Martínez Veloz para la realización de una reunión técnica en la que se les dé información del proyecto.
Mediante un oficio firmado por Alfredo Hernández Pineda, Régulo Arroyo, Raymundo García López y Fátima Vázquez Luis pidieron a Martínez Veloz gestione un encuentro con representante de la Semarnat, las secretarías de Economía y Energía y la Comisión Federal de Electricidad para, además, “intercambiar puntos de vista sobre la problemática regional provocada por 90 concesiones mineras, 8 proyectos hidroeléctricos y un poco más de 20 ciudades rurales”.
La hidroeléctrica
En el proyecto de la denominada mini hidroeléctrica San Antonio se contempla la construcción de un embalse sobre los ríos Zempoala y Ateno, muy cerca de Xochitlán y Tzontecomata, y pretenden que tenga una vida útil de 52 años a partir del inicio de su construcción en la que se invertirán dos años.
Mientras que la construcción de la represa tardará seis años, el tanque de carga o vaso de la presa que regulará el caudal que ingresa a la tubería tendrá una superficie de 1 mil 565 metros cuadrados y podrá almacenar 4 mil 695 metros cúbicos de agua.
La planta generará 37.6 megawatts de energía y abarcará 19 hectáreas de terreno, 90 por ciento de las cuales serían taladas de acuerdo con un oficio que la Semarnat giró hace más de un año a las autoridades locales.
Para la construcción de la hidroeléctrica San Antonio se utilizarán mil 700 polines y 5 mil estacas de madera, así como 127 mil metros cúbicos de materiales pétreos, 150 metros cúbicos de agua al mes; cinco toneladas al año de grasas y aceites, así como 80 mil litros al año de combustibles y habrá 43 daños ambientales diversos como la contaminación de aire, agua y suelo, además de atentados contra especies de flora y fauna endémicas de la región, de acuerdo con el MIA presentado por GESA.
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