Sexto Día
Alberto Montoya
Ovaciones
Hace una semana, el secretario de Gobernación aseguró que la administración de Enrique Peña Nieto estaba a punto de alcanzar un acuerdo definitivo con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que continúa en las calles en su lucha por recuperar los puestos de trabajo perdidos con la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Pero, ¿en qué consiste ese inminente acuerdo definitivo?
El próximo martes, la Segob presentará una propuesta relacionada con la jubilación de alrededor de mil 700 ex electricistas que cumplen con los requisitos para alcanzarla, de acuerdo con el contrato colectivo de trabajo vigente a la hora de la desaparición de la empresa, el 10 de octubre de 2009, por orden de Felipe Calderón Hinojosa.
“Esa propuesta la presentaremos a votación en asamblea y, de aprobarse, estaríamos firmando el miércoles próximo”, me dijo ayer Martín Esparza Flores, dirigente de los esmeítas.
Según Esparza Flores, su movimiento aglutina aún a unos 16 mil compañeros, los que podrían ser reintegrados a la vida laboral al crearse cuatro empresas que atenderían zona central en los temas comercial, distribución de energía, generación y transmisión y energía renovable.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), vendida por el gobierno de Felipe Calderón como empresa de clase mundial, es un caos. Cobros excesivos y arbitrarios –ocupa el Top Ten en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en quejas-; falta de personal, acoso telefónico y epistolar a quienes se atreven a no liquidar uno o dos recibos, sin importar el monto de éstos, y suspensión del servicio a la menor provocación le caracterizan.
Por si fuera poco, ante la falta de personal, la CFE ha tenido que subcontratar empresas, la mayoría del norte del país, y traer trabajadores, la mayoría igualmente de esa zona, a quienes ha dado capacitación exprés para poder cubrir las plazas y atender los servicios.
La presunta modernización ha sido sólo en el papel y en imagen, con oficinas de vanguardia en mobiliario e instalaciones, pero con personal mal preparado.
Sus cajeros automáticos, llamados pomposamente cefemáticos, suelen estar fuera de servicio, quedarse con el cambio y fallar. Y cuidado, porque el sistema suele no estar interconectado y, sabedores del malestar de los usuarios, no hay teléfonos -cuando menos eso aseguran- en la sucursales, custodiadas por policías bancarios, que suelen encarar a quien ose alzar la voz al reclamar.
Esparza explica que las negociaciones han sido directamente con Osorio Chong y con el operador del gobierno federal, Luis Enrique Miranda Nava, subsecretario de Gobierno, con quienes se ha acordado un plan con tres objetivos:
Jubilación, reincorporación al trabajo, servicio médico a los trabajadores y la liberación del único smeíta preso, Jorge Ulises Uribe Gaona.
En concreto, la semana próxima, dice, podría firmarse el primer punto, que abriría la puerta a un “acuerdo histórico”, como dijo don Miguel Angel.
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