El Presupuesto de Egresos contempla que ambas empresas limiten el costo y número de plazas en 2014; tanto Pemex como CFE deberan reducir en 10% el pago de horas extras respecto a este año.
Por: Edgar Sigler y Karla Rodríguez |
Jueves, 12 de septiembre de 2013
La propuesta podría acotar el poder que tienen líderes sindicales, como Carlos Romero Deschamps en la contratación y pago de empleados en Pemex.(Foto:Cuartoscuro)
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — El Gobierno federal buscará controlar los gastos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en servicios personales relacionados con las nuevas contrataciones y el número de horas extras para el año 2014.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2014 (PPEF 2014) presentado el pasado domingo, Enrique Peña Nieto propuso que los movimientos de servicios personales en ambas paraestatales no rebasen el costo ni el número de plazas registradas ante la Secretaría de Energía (Sener).
Además, deberán emitir acciones necesarias para reducir en 10% el pago de horas de trabajo extraordinarias y de contrataciones eventuales o por conceptos similares, respecto del gasto ejercido en 2013.
"La Secretaría de Hacienda quiere ponerles un candado para que se atengan a su presupuesto al momento de contratar nuevo personal. Es decir, que ya no podrá contratar a más gente a través de recursos que provengan de deuda", explicó Ana Lilia Moreno, analista del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).
Con los cambios propuestos en las reformas hacendaria y energética se requerirá de trabajadores especializados que puedan ayudar a Pemex en los contratos de riesgo compartido, pues en proyectos de aguas profundas o gas shale, la paraestatal carece de experiencia, aseguró.
Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, aseguró que de esta manera Hacienda busca convertirse en auditora del gasto de ambas paraestatales.
Más empleados = menos productividad
Durante la última década, Pemex contrató a 13,563 nuevos empleados, lo que representó un incremento de 10% en su número de trabajadores, al pasar de 137,134 plazas ocupadas en 2002 a 150,697 al cierre del año pasado, según datos de su anuario estadístico 2012.
Sin embargo, en el mismo periodo su productividad laboral bajo 31%, al pasar 24.5 barriles diarios por empleado en 2002 a apenas 16.9 al cierre de 2012.
El 72% de los trabajadores de Pemex son sindicalizados y sus condiciones se definen en el Contrato Colectivo de Trabajo entre la empresa y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que se renegocia cada dos años y en el que se aprobó un aumento de 5.97% por empleado en julio pasado.
"La señal que quiere dar Hacienda es de que si el país requiere incrementar su productividad, un buen lugar para comenzar son las empresas estatales", aseveró Tenorio.
CFE, ineficiencia laboral
El lema de la Comisión Federal de Electricidad es "una empresa de clase mundial"; sin embargo, a nivel mundial la paraestatal es ineficiente en cuanto a productividad laboral, aseguraron expertos.
La simbiosis entre el Gobierno mexicano y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) ha permitido solapar la "bajísima productividad laboral que han mostrado las paraestatales encargadas del servicio, anclada a las múltiples trabas a la modernización laboral como en materia tecnológica que ponen los contratos colectivos de los sindicatos", consideró el CIDAC en su reporte "Luz a la competividad del sector eléctrico".
"Las causas de la improductividad laboral de la paraestatal eléctrica mexicana se deben al exceso de personal contratado debido a las complicaciones que el contrato laboral pone a la subcontratación (outsourcing), la negación a las mejoras tecnológicas por el temor al desplazamiento de trabajadores, las absurdas prerrogativas de las que goza el sindicato, y la injerencia sindical en varias cuestiones administrativas".
Los megawatts hora (MWh) vendidos en promedio por trabajador de la CFE fueron menores que los de Électricité de France, la italiana ENEL, la argentina Edenor, la alemana E.ON, Eletrobras de Brasil, Statkraft de Noruega y Endesa de Chile. (ver cuadro)
El CIDAC lamentó los numerosos permisos sindicales que piden los empleados de CFE para no laborar, prestaciones exorbitantes como el servicio eléctrico pagado para 92,097 trabajadores y la clausula de exclusión que permite a los líderes sindicales controlar el proceso de contratación y despido en la paraestatal.
"Con ella, ningún trabajador que no esté afiliado al sindicato que opere la paraestatal puede trabajar en la empresa. Cualquier trabajador que sea expulsado del sindicato, por el motivo que sea, debe ser despedido por la paraestatal", detalló el CIDAC.
"La contratación de trabajadores en manos del sindicato es una práctica muy obscura, producto de la corrupción y de la compra del poder, que es la herencia de malas prácticas del nombre que le quiera poner, PRI o PAN", lamentó Raymundo Tenorio Aguilar.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2014 (PPEF 2014) presentado el pasado domingo, Enrique Peña Nieto propuso que los movimientos de servicios personales en ambas paraestatales no rebasen el costo ni el número de plazas registradas ante la Secretaría de Energía (Sener).
Además, deberán emitir acciones necesarias para reducir en 10% el pago de horas de trabajo extraordinarias y de contrataciones eventuales o por conceptos similares, respecto del gasto ejercido en 2013.
"La Secretaría de Hacienda quiere ponerles un candado para que se atengan a su presupuesto al momento de contratar nuevo personal. Es decir, que ya no podrá contratar a más gente a través de recursos que provengan de deuda", explicó Ana Lilia Moreno, analista del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).
Con los cambios propuestos en las reformas hacendaria y energética se requerirá de trabajadores especializados que puedan ayudar a Pemex en los contratos de riesgo compartido, pues en proyectos de aguas profundas o gas shale, la paraestatal carece de experiencia, aseguró.
Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, aseguró que de esta manera Hacienda busca convertirse en auditora del gasto de ambas paraestatales.
Más empleados = menos productividad
Durante la última década, Pemex contrató a 13,563 nuevos empleados, lo que representó un incremento de 10% en su número de trabajadores, al pasar de 137,134 plazas ocupadas en 2002 a 150,697 al cierre del año pasado, según datos de su anuario estadístico 2012.
Sin embargo, en el mismo periodo su productividad laboral bajo 31%, al pasar 24.5 barriles diarios por empleado en 2002 a apenas 16.9 al cierre de 2012.
El 72% de los trabajadores de Pemex son sindicalizados y sus condiciones se definen en el Contrato Colectivo de Trabajo entre la empresa y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que se renegocia cada dos años y en el que se aprobó un aumento de 5.97% por empleado en julio pasado.
"La señal que quiere dar Hacienda es de que si el país requiere incrementar su productividad, un buen lugar para comenzar son las empresas estatales", aseveró Tenorio.
CFE, ineficiencia laboral
El lema de la Comisión Federal de Electricidad es "una empresa de clase mundial"; sin embargo, a nivel mundial la paraestatal es ineficiente en cuanto a productividad laboral, aseguraron expertos.
La simbiosis entre el Gobierno mexicano y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) ha permitido solapar la "bajísima productividad laboral que han mostrado las paraestatales encargadas del servicio, anclada a las múltiples trabas a la modernización laboral como en materia tecnológica que ponen los contratos colectivos de los sindicatos", consideró el CIDAC en su reporte "Luz a la competividad del sector eléctrico".
"Las causas de la improductividad laboral de la paraestatal eléctrica mexicana se deben al exceso de personal contratado debido a las complicaciones que el contrato laboral pone a la subcontratación (outsourcing), la negación a las mejoras tecnológicas por el temor al desplazamiento de trabajadores, las absurdas prerrogativas de las que goza el sindicato, y la injerencia sindical en varias cuestiones administrativas".
Los megawatts hora (MWh) vendidos en promedio por trabajador de la CFE fueron menores que los de Électricité de France, la italiana ENEL, la argentina Edenor, la alemana E.ON, Eletrobras de Brasil, Statkraft de Noruega y Endesa de Chile. (ver cuadro)
El CIDAC lamentó los numerosos permisos sindicales que piden los empleados de CFE para no laborar, prestaciones exorbitantes como el servicio eléctrico pagado para 92,097 trabajadores y la clausula de exclusión que permite a los líderes sindicales controlar el proceso de contratación y despido en la paraestatal.
"Con ella, ningún trabajador que no esté afiliado al sindicato que opere la paraestatal puede trabajar en la empresa. Cualquier trabajador que sea expulsado del sindicato, por el motivo que sea, debe ser despedido por la paraestatal", detalló el CIDAC.
"La contratación de trabajadores en manos del sindicato es una práctica muy obscura, producto de la corrupción y de la compra del poder, que es la herencia de malas prácticas del nombre que le quiera poner, PRI o PAN", lamentó Raymundo Tenorio Aguilar.
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