El semanario Proceso dedica la portada de su edición 1868 al conflicto por la decisión del gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de cancelar las concesiones del grupo MVS Comunicaciones en la banda de 2.5 Ghz, anunciado el 8 de agosto. En esa fecha el gobierno federal inició el proceso de “rescate” de esa frecuencia y adelantó que se licitará nuevamente.
El reportaje principal sobre este tema se titula “El doble play de Calderón” y está firmado por el periodista Jenaro Villamil. El texto señala que el gobierno que termina “no sólo llevó el país al desastre en materia de seguridad, sino también en competencia y en libertades básicas como la de expresión e información”.
Argumenta que al Presidente “no le importó hacer que dependencias como Hacienda y la Secretaría de Comunicciones y Transportes se contradijeran”. Subraya que la banda 2.5 Ghz se usó como instrumento de castigo para MVS por recontratar a la periodista Carmen Aristegui el año pasado y estrechar la relación con Televisa “otorgándole prácticamente todo lo que exigió para consolidar su dominio en el ramo de las telecomunicaciones”.
Se va a molestar Emilio
El reportaje de Villamil presenta como texto secundario “Contra la competencia”, que presenta un recuento sobre la concesión de la banda 2.5 Ghz, desde 1989, con Carlos Salinas; las autorizaciones de 2003 y 2004, en el gobierno de Vicente Fox para servicios bidireccionales de datos. En 2008 la Cofetel autorizó refrendo de los titulos de concesión y en diciembre de ese mismo año los comisionados atendieron la solicitud de Cablevisión (Televisa) para revocar la renovación de concesiones vencidas.
La decisión de Cofetel coincidió con otro hecho que generó molestia en Televisa: el lanzamiento del sistema de televisión restringida satelital Dish, con el que MVS compite directamente con Sky, de Televisa.
“-Se va a molestar Emilio- comentó Felipe Calderón a Joaquín Vargas, presidente de MVS, cuando le presentó Dish”.
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