Enrique Méndez y Roberto Garduño
Miércoles 31 de octubre de 2012, p. 3
La presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados terminó definitivamente con el carácter preferente de la reforma a la Ley Federal de Trabajo, al turnar la minuta a la comisión en la materia para su trámite ordinario.
La postura asumida en la presidencia camaral se sustentó en el yerro del presidente del Senado, Ernesto Cordero (PAN), quien en evidente desconocimiento del procedimiento parlamentario, el pasado 23 de octubre solicitó a la secretaría general en San Lázaro que la minuta se desahogara de acuerdo con el artículo 72 de la Constitución, que establece un procedimiento ordinario para resolver las diferencias de criterio entre ambas cámaras.
La postura asumida en la presidencia camaral se sustentó en el yerro del presidente del Senado, Ernesto Cordero (PAN), quien en evidente desconocimiento del procedimiento parlamentario, el pasado 23 de octubre solicitó a la secretaría general en San Lázaro que la minuta se desahogara de acuerdo con el artículo 72 de la Constitución, que establece un procedimiento ordinario para resolver las diferencias de criterio entre ambas cámaras.
Cordero Arroyo no invocó en ningún momento la vigencia del artículo 71 de la Constitución, que hasta ayer garantizaba a la minuta la categoría de preferente. Así, el yerro se conjugó con la experiencia parlamentaria de los priístas, encabezados por Manlio Fabio Beltrones, que siguiendo las indicaciones del presidente del Senado simplemente aceptaron que el documento se enviara a la Comisión de Trabajo para su dictaminación.
La minuta para el PRI es un documento de enorme relevancia, por lo que propiciará que se enfríe en la comisión para que en un plazo no mayor de 90 días la citada comisión presente ante el pleno camaral la reforma, aceptando seis de los cambios que el Senado le incorporó y desechando las modificaciones a los artículos 371 y 388-bis.
En las filas del tricolor se pretende que Enrique Peña Nieto –ya como presidente constitucional– firme el decreto de ley, porque su contenido abonaría a la creación de empleos en el terreno de la flexibilización laboral.
Como había dicho Beltrones, la discusión de la minuta se enfriará las próximas semanas con objeto de que los grupos parlamentarios en San Lázaro revaloren el contenido de la reforma y el PAN se allane a la determinación de excluir del documento el artículo 388-bis –que el PRD en el Senado incorporó–, porque representa un riesgo serio a las relaciones obrero-patronales.
Este artículo establece que los trabajadores puedan conocer de manera anticipada el contenido de los contratos colectivos; lo anterior fue considerado por Beltrones como
la subasta de los contratos colectivos, y eso sería apostarle a la inestabilidad laboral. La incorporación del citado artículo a la minuta obedeció a un acuerdo entre el PRD y el PAN en el Senado.
El partido del sol azteca propuso sumarlo al documento a cambio de votar junto al blanquiazul la reforma al artículo 71, referente a la transparencia sindical, que incluyera la elección de los líderes gremiales con voto libre y secreto. Ahora en San Lázaro se espera que el artículo 371 sea modificado, porque la elección de los dirigentes gremiales puede expresarse en distintos actos democráticos, y no sólo con el voto libre y secreto.
Los panistas considerarían modificar su sentido del voto para que Felipe Calderón se despida con la firma del decreto de reforma a la ley laboral. Si no, sería Enrique Peña quien lo rubricara ya como Presidente.
Al iniciar la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, la bancada del PAN pretendió que el pleno modificara el trámite a la minuta laboral para que se discutiera este miércoles en el pleno y se aprobara en los términos que la envió el Senado, sin que perdiera su carácter preferente.
No obstante, la reforma perdió ese carácter desde el pasado 23 de octubre, cuando Cordero regresó la minuta a San Lázaro solicitándole a la mesa directiva de la Cámara de Diputados que aplicara el artículo 72 constitucional. La pifia terminó con el carácter preferente, porque éste se establece en el artículo 71 de la Constitución y no en el 72.
En el oficio DGPL-1P1A.-1203, Cordero Arroyo solicita a la secretaría de la Cámara de Diputados que se aplique el artículo 72 constitucional, que da carácter de ordinaria a la minuta. Es decir, el trámite que se seguirá de ahora en adelante será el que habitualmente se aplica a toda iniciativa de ley o minuta.
Los argumentos del PAN en el pleno fueron inútiles, porque Ernesto Cordero jugó en contra del proceso preferente, y lo mismo hizo el coordinador panista y presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal.
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