martes, 29 de octubre de 2013
Paran indígenas de Huauchinango obras del gasoducto Tuxpan-Atotonilco
Habitantes indígenas de la comunidad de Cuacuila, en Huauchinango, pararon definitivamente las obras de construcción del gasoducto Tuxpan–Atotonilco.
Tras dos asambleas comunitarias, celebradas la noche de este domingo y la mañana de ayer lunes, los indígenas determinaron que la empresa Gasomex, responsable del proyecto, así como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) violaron sus derechos garantizados en la Constitución Mexicana, así como en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, pues nunca fueron consultados para aprobar la instalación del gasoducto.
La comunidad se encuentra a unos kilómetros de la cabecera municipal de Huauchinango, y la empresa pretende colocar tubería a sólo 200 metros de sus viviendas, lo que consideraron como un grave riesgo para sus vidas.
Además, señalaron, la empresa está cometiendo “graves daños ambientales” a toda la región de la Sierra Norte poblana por donde pretende cruzar este proyecto, que ya ha dañado cientos de hectáreas sin que la empresa se haga cargo de las reparaciones. Tan sólo en el lugar donde se desarrollan los trabajos fueron dañados unos manantiales que abastecían a la comunidad, señalaron.
Se trata de un proyecto de transporte de gas desde el puerto de Tuxpan, Veracruz, hasta las instalaciones de Petróleos Mexicanos en Atotonilco, en el estado de Hidalgo, con 310 kilómetros de largo y por donde se pretende enviar entre 33 mil y 69 mil metros cúbicos de gas diariamente.
Este proyecto de 40 millones de dólares comenzó en 2004 y tiene la autorización de la Semarnat para la construcción de una tubería de 10 pulgadas –30 centímetros– que atraviesa los terrenos de mil 600 propietarios, así como 70 ejidos en 24 municipios de los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo.
Ayer lunes por la mañana decenas de hombres, mujeres y niños marcharon desde esta población hasta la estación de bombeo de gas para impedir que continúe la construcción del gasoducto.
El trazo original de este proyecto fue modificado con la construcción de la autopista que va de México a Tuxpan, que continúa inconclusa desde hace seis años, por lo que tuvo que modificarse para ir ocho metros debajo de la carpeta asfáltica de la autopista, en unos tramos, así como en los taludes en otros.
Señalaron que hasta el momento desconocen los daños que podría padecer su comunidad en caso de una emergencia, pues el personal de Gasomex se ha negado a brindar información.
Los pobladores montaron guardias sobre los caminos que llevan a los trabajadores y a la maquinaria hasta la estación de bombeo de gas, donde también se colocaron otros habitantes para impedir los trabajos.
Por parte de la empresa Gasomex, un ingeniero llamado Marco Antonio Magallón pidió a los pobladores una mesa de diálogo, ya que aseguró que la empresa “tienen conocimiento” de dichas inconformidades.
Otros trabajadores señalaron que la empresa cuenta con todos los permisos, y subrayó que fueron las propias autoridades municipales y auxiliares las que los entregaron, por lo que “no es problema de la empresa” que éstas no informen a sus gobernados.
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