Sólo en 2012 México gastó más de 4 mil 600 mdd en importar combustibles automotrices.
Han concluido trabajos de acondicionamiento del sitio, barda perimetral y retiro de basura.
Israel Rodríguez
Periódico La Jornada
Martes 19 de noviembre de 2013, p. 27
Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa en el proceso de evaluación para la eventual construcción de la refinería Bicentenario, en Tula, Hidalgo, informó la paraestatal en un reporte enviado el pasado viernes 15 de noviembre a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
La paraestatal refiere sobre este plan, anunciado en agosto de 2009, que a la fecha de este informe
estamos en el proceso de evaluar la naturaleza y el calendario de este proyecto, según precisiones hechas a las autoridades financieras estadunidenses.
Versiones periodísticas recientes informaron que la nueva refinería de Tula había sido suspendida, lo cual fue desmentido oficialmente por las autoridades de la petrolera.
Sin embargo, el pasado 17 de octubre el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró en entrevista después de participar en el Foro Nacional de la Industria Química 2013, que la viabilidad de la nueva refinería Bicentenario de Pemex dependerá de la aprobación de la reforma energética que se discute en el Congreso.
En tanto, el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, consideró que hoy en día es cuestionable invertir en refinación de petróleo debido a su baja rentabilidad, producto de la sobrecapacidad instalada en el mundo.
El 30 de julio de 2008 Pemex envió a la Cámara de Diputados un estudio de viabilidad para construir otra refinería en México, con la conclusión de proponer la instalación de un tren de refinación para procesar 300 mil barriles diarios de crudo, con una inversión inicial de 9 mil millones de dólares.
La propuesta técnica original elaborada por Pemex y aprobada por el Congreso demostraba que México podría tener una ganancia anual de 3 mil millones de dólares al año con dos trenes de refinación, además de estimular intensamente el empleo, la recaudación fiscal y la economía interna.
La nueva refinería tendría la capacidad de procesar 300 mil barriles diarios de petróleo crudo tipo Maya, con un valor estimado en 9 mil millones de dólares, y entraría en operación en 2015.
De acuerdo con las estimaciones iniciales, la ejecución del proyecto permitiría generar de 41 mil 400 a 48 mil 300 empleos, entre directos e indirectos, durante la fase de construcción, y de mil a mil 400 de manera permanente.
La propuesta era que la nueva refinería produciría 142 mil barriles diarios de gasolinas, 82 mil barriles al día de diesel y 12 mil barriles de turbosina. Todos los productos destilados serían de ultra bajo azufre. Se tenía previsto que no se producirían combustóleo ni asfalto.
Ahora este proyecto que debía entrar en operación en 2015 se ha pospuesto y su costo se ha elevado de los presupuestados 9 mil millones de dólares a 14 mil millones. Sin embargo, México realiza sustanciales importaciones de combustibles automotrices, por lo que sólo en 2012 erogó más de 4 mil 600 millones de dólares.
En contraste, países como China, India y Brasil han incrementado radicalmente su capacidad de refinación.
A noviembre de 2013 la paraestatal reporta trabajos de acondicionamiento del sitio, correspondientes a la construcción de la barda perimetral (concluida), retiro y confinamiento de basura (ya concluido), desvío de líneas de alta tensión (con avance de 63 por ciento), reubicación de los canales de riego que cruzan el predio (con avance de 77 por ciento) y conformación de plataformas, cuya ingeniería de detalle presenta un avance de 95 por ciento.
Mientras las importaciones de combustibles continúan en aumento, y no se plantea la autosuficiencia en materia de elaboración de combustibles a corto, mediano ni largo plazos, el uso de la capacidad de destilación primaria del Sistema Nacional de Refinación de Pemex se estableció en apenas 71.5 por ciento al cierre del tercer trimestre de 2013.
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