@FedericoArreola
dom 15 jul 2012 sdp noticias
Vayamos por partes:
El País es el diario más influyente entre todos los publicados en español.
Ha pegado duro, entonces, que El País llame “lastre” a Andrés Manuel López Obrador.
No es el primer personaje al que, en El País, se califica como “lastre”. En 2007 alguien lo hizo con Ronaldinho.
El País pertenece al grupo Prisa, que hace grandes negocios en México basados en relaciones con el gobierno
El grupo que controla a El País está tuvo que admitir, para salir de sus problemas financieros, consejeros internacionales.
Carlos Slim, en 2011, compró un importante paquete de acciones del grupo empresarial que controla a El País.
Ni Zedillo ni Slim ni los negocios de Prisa en México influyen en la línea editorial de El País, pero…
Digamos las cosas como son: no es del todo objetiva la posición de El País sobre López Obrador.
Pero El País, en un fuerte editorial, ha dicho que Andrés Manuel López Obrador es un “lastre”.
No lo han expresado con esa dureza, pero es obvio que lo mismo se piensa de AMLO en otros medios extranjeros.
Hubo optimismo en la prensa mundial después de las presidenciales mexicanas; ahora, por la protesta de AMLO, hay incertidumbre.
Hubo optimismo, también, entre los capitalistas globales por lo que pasó el primero de julio. Y ahora hay incertidumbre.
La prensa y los empresarios extranjeros, tanto como los nacionales, defienden intereses. Negarlo sería ingenuo.
Los empresarios y los medios que apoyan a López Obrador defienden intereses. Calificarlos de “idealistas” sería cándido.
Pero, al margen de los intereses que cada grupo defienda, López Obrador no debe permitir que se le considere un “lastre”.
López Obrador, con responsabilidad, debe contribuir a reducir la incertidumbre, que en economía es fatal.
Andrés Manuel lo que debe hacer es declarar que se tirará a la hamaca mes y medio, es decir, mientras el Tribunal Electoral decide.
Andrés Manuel optó por el camino, correcto, del Tribunal Electoral, debe entonces expresar con toda claridad que esa es toda su protesta.
¿Hay posibilidades reales de que se invalide la elección presidencial? No muchas, muy pocas, son casi nulas. Eso creo.
¿Puede Andrés Manuel encabezar un movimiento para perfeccionar la democracia? Puede y debe.
Pero el movimiento de Andrés Manuel ya debe, pase lo que pase en el Tribunal Electoral, actuar con lógica institucional.
Si el Tribunal Electoral no invalida la elección, Enrique Peña Nieto será presidente, y AMLO permanecerá en la oposición.
Si el Tribunal Electoral no invalida la elección, AMLO deberá presionar a Peña Nieto desde la oposición para obligarlo a gobernar correctamente.
Si se diera el improbable caso de que el Tribunal Electoral invalidara la elección, habría un presidente interino y AMLO permanecería en la oposición.
No hay Presidencia para Andrés Manuel en el corto plazo. Él lo sabe, está en la naturaleza de su impugnación.
Pero en el corto plazo sí hay, y debe evitar la crisis, un país enorme llamado México.
México necesita un clima de certeza para que las inversiones se concreten. Sin inversiones no hay empleos…
Andrés Manuel está obligado, por elemental sentido de la responsabilidad, a contribuir a eliminar la incertidumbre.
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