Zhenli Ye Gon movió millones de dólares en esa institución: senadores estadunidenses
David Brooks | Corresponsal | Periódico la jornada | Miércoles 18 de julio de 2012, p. 2
Nueva York, 17 de julio. Altos ejecutivos de HSBC, el banco más grande de Europa, fueron interrogados por el Senado de Estados Unidos sobre revelaciones de que sus filiales lavaron miles de millones de dólares de narcotraficantes en México.
“Estaba horrorizado por lo que encontré al llegar” a México para poner orden en las operaciones de HSBC, señala Paul ThurstonFoto Ap |
Además, que transportaron bultos de billetes en efectivo de México a Estados Unidos, ayudaron a ocultar fortunas mexicanas en cuentas del banco en las Islas Caimán, así como de hacer negocios con regímenes sancionados, entre ellos Irán, y con un banco saudita ligado a Al Qaeda, entre otras maniobras financieras.
Fue tan tajante y documentada la condena al comportamiento del banco global que opera en 80 países y tiene sede en Londres, tanto en un extenso y detallado reporte emitido por un comité –en el cual la institución bancaria fue culpada de tener una “cultura contaminada”– como por senadores, que uno de sus altos ejecutivos, David Bagley, el encargado de cumplimiento de controles en HSBC desde 2002, anunció su renuncia, al testificar en una audiencia sobre el caso.
Bagley y otros cinco altos ejecutivos de HSBC que se presentaron hoy ante el Subcomité de Investigaciones del Comité de Seguridad Interna del Senado reconocieron los problemas, ofrecieron disculpas y aseguraron que su empresa ya se está reformando.
Los 7 mil millones en envíos de dólares físicos por HSBC de México a su filial en Estados Unidos entre 2007 y 2008 fue mayor que cualquier otra transacción parecida de un banco mexicano, y procedió sin ninguna vigilancia por HSBC Estados Unidos, a pesar del enorme volumen de depósitos de billetes provenientes de un país con alto riesgo de lavado de fondos por cárteles del narcotráfico, y esto muestra el grave problema de lavado de dinero para el sistema financiero estadunidense, afirmó el senador Carl Levin, quien preside el subcomité que elaboró el informe y celebró la audiencia de hoy dedicada a las operaciones mundiales de ese banco.
Al inicio de la larga audiencia, Levin afirmó que “nuestro enfoque hoy es sobre un banco global que falló en cumplir con reglas dedicadas a combatir terrorismo, narcotráfico y el lavado de dinero que nutre tanto de lo que amenaza a la comunidad global”.
Levin señaló que HSBC México (HBMX) “tiene una larga historia de serias deficiencias contra el lavado de dinero” y, por tanto, HSBC Estados Unidos (HBUS) debería haber manejado a su filial mexicana como “una cuenta de alto riesgo para propósitos antilavado de dinero, pero no lo hizo. En lugar de ello, HBUS trató a HBMX como un cliente bancario de tan bajo riesgo que ni vigiló la actividad de esa cuenta en busca de transacciones sospechosas”.
En el informe, uno de los casos documentados donde el banco no calificó a un cliente como de “alto riesgo” es el de Zhenli Ye Gon, quien mantenía cuentas personales y de sus empresas en HBMX. Aunque desde 2005 algunos funcionarios del banco tenían sospechas sobre las transacciones en estas cuentas, no fue hasta el arresto de Ye Gon por narcotráfico y lavado de dinero que altos ejecutivos se preocuparon.
Según el informe, Ye Gon había manejado 90 millones de dólares a través de cuentas en cuatro bancos mexicanos, incluyendo HBMX, así como en casas de cambio, algunas de las cuales tenían cuentas con el banco.
Levin afirmó que por las medidas más estrictas contra lavado de dinero en Estados Unidos, los narcotraficantes mexicanos exportan los dólares de regreso a México, buscan un banco como HBMX o una casa de cambio (algunas con cuentas en HBMX) que esté dispuesto a aceptar los billetes, y de ahí son transportados físicamente de regreso a Estados Unidos para ser depositados, en este caso, en la cuenta de HBMX en HBUS, “completando así el ciclo de lavado”.
Los senadores citaron el testimonio de Leopoldo Barroso, un ex director de medidas antilavado de dinero de HBSC, quien informó a ejecutivos de la empresa que estaba preocupado por alegatos de que “de 60 a 70 por ciento de las ganancias lavadas en México” se estaban trasladando a través de la filial en ese país.
Levin recordó que desde 2003 ya se habían detectado serios problemas con el programa antilavado de dinero de HSBC Estados Unidos, y que se le ordenó reforzar sus medidas.
Pero a la vez, Levin y su equipo también criticaron las fallas de los órganos reguladores estadunidenses, que en este caso toleraron “los crecientes problemas de lavado de dinero en HBUS durante cinco años sin realizar alguna acción formal o informal”.
La respuesta de HSBC hoy fue reconocer que no se hizo lo necesario para prevenir lo ocurrido. “Aún tenemos algún trecho que recorrer para recuperar la confianza de autoridades y público. Estamos quemando los puentes para asegurar que nadie pueda regresar a la manera en que era antes”, afirmó Irene Dorner, ejecutiva en jefe de HSBC Estados Unidos.
Paul Thurston, otro alto ejecutivo de la matriz de HSBC, comentó que “el proceso de toma de decisiones en torno al combate del lavado de dinero no era satisfactorio” y que no era sólo un asunto de proceso, sino del “modelo de negocios”, ya que éste promovía incentivos para premiar nuevas cuentas y crecimiento, “no controles de calidad”.
Cuestionado por Levin sobre cómo fue posible que esto haya continuado durante tantos años en México, Thurston argumentó que el modelo de negocios “era complicado y descentralizado, muy difícil para que el centro lograra controles”. Aseguró que ahora hay una nueva estructura de control global y que el banco ha duplicado sus gastos en supervisión de sus operaciones.
A la vez, Thurston, quien fue enviado a México en 2007 para intentar poner en orden las operaciones de HBMX, dijo que estaba “horrorizado” por lo que encontró al llegar, pero también indicó que “el ambiente externo en México fue tan desafiante como cualquiera que he experimentado. Empleados del banco enfrentaban riesgos muy reales de ser objetos de soborno, extorsión y secuestro; de hecho, múltiples secuestros ocurrieron durante mi estancia”.
Los ejecutivos de HSBC informaron a los senadores que, como parte de intentos de reformar las cosas e imponer mayor control, HBMX cerró sus cuentas en dólares en las islas Caimán, así como sucursales en zonas donde “hay alto riesgo de lavado de dinero”.
Según los senadores, esa subsidiaria en las islas manejaba 50 mil cuentas con depósitos de 2.1 mil millones, y fondos de esas cuentas fueron utilizados para comprar aviones para narcotraficantes mexicanos.
Bagley afirmó que el banco “falló en algunas áreas importantes para cumplir con nuestras expectativas y las de nuestros reguladores. Sin embargo, me complace decir que el banco ha aprendido de su pasado y ya está en camino de convertirse en una institución bancaria mejor y más fuerte”
Pero este asunto no se resolverá con disculpas y promesas. El Departamento de Justicia está investigando a HSBC, el cual también enfrenta indagaciones sobre si violó sanciones estadunidenses contra Irán y facilitó la evasión de impuestos por clientes estadunidenses.
Además, HSBC no está solo en México en el lavado de fondos. Hoy, ante la misma audiencia, el subsecretario para terrorismo e inteligencia financiera del Departamento del Tesoro comentó que “no hay duda de que continúa existiendo un problema con el lavado de dinero en instituciones financieras de Estados Unidos, proveniente de México, de las casas de cambio y otras instituciones de ese país, como también de otras fuentes donde se ponen las ganancias ilícitas en el sistema financiero estadunidense”.
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