Lilia Arellano revista emet | Martes 16 Octubre 2012
En extensa charla con Arturo Núñez Jiménez, gobernador electo de Tabasco, se hizo la referencia de las relaciones que habrán de imperar en el futuro entre las entidades y la federación.
Al respecto, el experimentado político señaló la necesidad de que los mandatarios estatales cuenten con las relaciones necesarias en el centro para que puedan allegarle a sus gobiernos los suficientes recursos, los necesarios para, a través de los presupuestos aprobados, se logre cumplir en tiempo y forma a los ciudadanos además de poder llevar otros de carácter extraordinario. Y, si lo anterior sucede a lo interno, la lógica hace suponer que los viajes que realizan los titulares del Ejecutivo Federal al extranjero deberían tener una misión similar en cuanto a los apoyos que entre países se brindan en diversos rubros.
Sin embargo, la información recibida en las últimas horas no da cuenta de ninguna recepción sino de lo contrario, de entrega, y lo que aún lastima más, las diferencias que existen en precios entre un país no productor y otro que sí lo es, en el renglón energético, justo en el que Enrique Peña Nieto ofrece a España ayudarlos a salir de la crisis. Las olas de protesta comienzan a levantarse ya que con los contratos firmados con ese país, y de los cuales informó su máximo gobernante, se crea un número de empleos que hacen falta, mucha falta en México, independientemente de las inversiones que se realizan y que tienen el aval de los presupuestos mexicanos, con el dinero de Pemex.
Calculan que la inversión alcanza los 247.3 millones de euros, por lo menos eso es lo que le van a inyectar de entrada al proyecto de construcción de 14 barcos y todo un complejo que reúne desde el almacenaje, la mezcla, el área de carga y descarga. En Galicia, lugar en donde se llevará a cabo esta inversión hay cerca de 7 mil personas sin empleo por lo que la contratación de 2 mil 500 trabajadores, aproximadamente, en jornadas que sumarán 2.6 millones de horas de labor. Según Mariano Rajoy es incomprensible que existan quienes no están de acuerdo en la firma de estas inversiones y que haya carga de trabajo, y es fácil expresarse de esa manera cuando se ha sido el beneficiado por un benefactor que entrega la luz cuando la casa la tiene oscura.
Habrá que tener muy presente que en fecha próxima tendrán elecciones en Galicia por lo que Rajoy, rompiendo todo protocolo, se adelantó a dar el anuncio con el fin de que su partido logre captar un mayor número de votos ya que esa zona y la Vasca no las tiene en la bolsa. Ya en el terreno nacional es muy fácil detectar que el mexiquense está cumpliendo con los compromisos contraídos por Felipe Calderón y por sus difuntos. Juan Camilo Mouriño y su señor padre son oriundos de aquel país y dieron inicio a la serie de negociaciones con las que ahora se cierra el círculo de “relaciones comerciales” en el que se involucra a Pemex más allá de lo que ya se hiciera en el pasado con la empresa española del sector y en la que todavía se encuentran bailando un buen número de acciones que representan muchos miles de millones de dólares: Repsol.
Lo que pudo convertirse en una gira en la que México obtuviera beneficios ha resultado todo lo contrario. No hubo un solo reclamo por lo que está aconteciendo con la petrolera Repsol, tampoco se piden cuentas, se protege ese oscurantismo. Ni qué decir del terreno bancario en el cual y desde hace meses se sabe, se tienen los números que revelan que tanto Santander como BBVA Bancomer han logrado sostenerse gracias a las altas comisiones que cobran en nuestro país y, por ende, resultan convertidas en jugosas utilidades. Nada dijo Peña Nieto sobre la operación de estas instituciones que ha resultado lesiva para los usuarios de la banca porque además no respaldan ninguna de las áreas de desarrollo con créditos accesibles y menos aún contribuyen en ciertos renglones para la construcción de vivienda o infraestructura.
Y las operaciones y los tratos que han realizado los presidentes de México en el extranjero son dignas de mejores relatos. Las giras de Vicente Fox y las de Calderón arrojan resultados como el guatemalteco. En ese país, el gas, por ejemplo, tiene un precio por litro equivalente a 8 pesos con 36 centavos, siendo que la importación es al 100 por ciento ya que ahí no se produce. En nuestro suelo, en donde si producimos gas, el precio es de 11 pesos con 95 centavos y la importación es parcial y producto de negociaciones en las que muchos ganan a costa de no hacer las inversiones necesarias para lograr una óptima explotación que surta el mercado interno en su totalidad. A lo anterior tendremos que agregar que el gobierno mexicano se queja y pretende eliminar un supuesto subsidio que alcanza los 37 mil millones de pesos. ¿Es eso cierto o a donde va a parar ese renglón que se antoja absurdo e increíble cuando comparamos los costos entre una Nación y otra dentro de la misma área?
Ante esto tendremos que recordar que además de no llevar esos contratos, las necesidades de Pemex, a los astilleros mexicanos, de generar empleo en esta tierra en donde priva la pobreza en más de la mitad de su población, de reclamar todos los renglones en los que desde suelo extranjero se está dañando la economía, nos faltan todavía 26 gasolinazos, incrementos al precio de ese combustible que fueron autorizados por los diputados que se dijeron, que se dicen representantes populares, los cuales elevarán en cerca de 3 pesos el precio final. Los mejores huevos de la gallina se están depositando en canastas ajenas: petróleo, gas, luz y en ellos está cimentado el gran sacrificio de los mexicanos.
Ahora que, la entrada, haciendo referencia a Tabasco, tiene un fin. Esa Entidad cuenta con instalaciones petroleras muy viejas pero ya también con firmas extranjeras trabajando en su suelo y los beneficios no se han visto reflejados en la población de ese Estado. Con el panorama que se está viendo todo apunta a que se preferirá otorgarle respaldo a cualquier otro país que al del suelo propio y eso habrá que tomarlo muy cuenta para asumir que el futuro de los tabasqueños puede no ser tan halagador como lo esperaron el dos de julio y no por haberse equivocado de partido en la elección del gobernador o de la Presidencia, sino por todo lo sucedido en el resto del país.
Sin embargo, la información recibida en las últimas horas no da cuenta de ninguna recepción sino de lo contrario, de entrega, y lo que aún lastima más, las diferencias que existen en precios entre un país no productor y otro que sí lo es, en el renglón energético, justo en el que Enrique Peña Nieto ofrece a España ayudarlos a salir de la crisis. Las olas de protesta comienzan a levantarse ya que con los contratos firmados con ese país, y de los cuales informó su máximo gobernante, se crea un número de empleos que hacen falta, mucha falta en México, independientemente de las inversiones que se realizan y que tienen el aval de los presupuestos mexicanos, con el dinero de Pemex.
Calculan que la inversión alcanza los 247.3 millones de euros, por lo menos eso es lo que le van a inyectar de entrada al proyecto de construcción de 14 barcos y todo un complejo que reúne desde el almacenaje, la mezcla, el área de carga y descarga. En Galicia, lugar en donde se llevará a cabo esta inversión hay cerca de 7 mil personas sin empleo por lo que la contratación de 2 mil 500 trabajadores, aproximadamente, en jornadas que sumarán 2.6 millones de horas de labor. Según Mariano Rajoy es incomprensible que existan quienes no están de acuerdo en la firma de estas inversiones y que haya carga de trabajo, y es fácil expresarse de esa manera cuando se ha sido el beneficiado por un benefactor que entrega la luz cuando la casa la tiene oscura.
Habrá que tener muy presente que en fecha próxima tendrán elecciones en Galicia por lo que Rajoy, rompiendo todo protocolo, se adelantó a dar el anuncio con el fin de que su partido logre captar un mayor número de votos ya que esa zona y la Vasca no las tiene en la bolsa. Ya en el terreno nacional es muy fácil detectar que el mexiquense está cumpliendo con los compromisos contraídos por Felipe Calderón y por sus difuntos. Juan Camilo Mouriño y su señor padre son oriundos de aquel país y dieron inicio a la serie de negociaciones con las que ahora se cierra el círculo de “relaciones comerciales” en el que se involucra a Pemex más allá de lo que ya se hiciera en el pasado con la empresa española del sector y en la que todavía se encuentran bailando un buen número de acciones que representan muchos miles de millones de dólares: Repsol.
Lo que pudo convertirse en una gira en la que México obtuviera beneficios ha resultado todo lo contrario. No hubo un solo reclamo por lo que está aconteciendo con la petrolera Repsol, tampoco se piden cuentas, se protege ese oscurantismo. Ni qué decir del terreno bancario en el cual y desde hace meses se sabe, se tienen los números que revelan que tanto Santander como BBVA Bancomer han logrado sostenerse gracias a las altas comisiones que cobran en nuestro país y, por ende, resultan convertidas en jugosas utilidades. Nada dijo Peña Nieto sobre la operación de estas instituciones que ha resultado lesiva para los usuarios de la banca porque además no respaldan ninguna de las áreas de desarrollo con créditos accesibles y menos aún contribuyen en ciertos renglones para la construcción de vivienda o infraestructura.
Y las operaciones y los tratos que han realizado los presidentes de México en el extranjero son dignas de mejores relatos. Las giras de Vicente Fox y las de Calderón arrojan resultados como el guatemalteco. En ese país, el gas, por ejemplo, tiene un precio por litro equivalente a 8 pesos con 36 centavos, siendo que la importación es al 100 por ciento ya que ahí no se produce. En nuestro suelo, en donde si producimos gas, el precio es de 11 pesos con 95 centavos y la importación es parcial y producto de negociaciones en las que muchos ganan a costa de no hacer las inversiones necesarias para lograr una óptima explotación que surta el mercado interno en su totalidad. A lo anterior tendremos que agregar que el gobierno mexicano se queja y pretende eliminar un supuesto subsidio que alcanza los 37 mil millones de pesos. ¿Es eso cierto o a donde va a parar ese renglón que se antoja absurdo e increíble cuando comparamos los costos entre una Nación y otra dentro de la misma área?
Ante esto tendremos que recordar que además de no llevar esos contratos, las necesidades de Pemex, a los astilleros mexicanos, de generar empleo en esta tierra en donde priva la pobreza en más de la mitad de su población, de reclamar todos los renglones en los que desde suelo extranjero se está dañando la economía, nos faltan todavía 26 gasolinazos, incrementos al precio de ese combustible que fueron autorizados por los diputados que se dijeron, que se dicen representantes populares, los cuales elevarán en cerca de 3 pesos el precio final. Los mejores huevos de la gallina se están depositando en canastas ajenas: petróleo, gas, luz y en ellos está cimentado el gran sacrificio de los mexicanos.
Ahora que, la entrada, haciendo referencia a Tabasco, tiene un fin. Esa Entidad cuenta con instalaciones petroleras muy viejas pero ya también con firmas extranjeras trabajando en su suelo y los beneficios no se han visto reflejados en la población de ese Estado. Con el panorama que se está viendo todo apunta a que se preferirá otorgarle respaldo a cualquier otro país que al del suelo propio y eso habrá que tomarlo muy cuenta para asumir que el futuro de los tabasqueños puede no ser tan halagador como lo esperaron el dos de julio y no por haberse equivocado de partido en la elección del gobernador o de la Presidencia, sino por todo lo sucedido en el resto del país.
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