viernes, 19 de octubre de 2012

Senadores del PRI definirán su voto ante la reforma laboral en reunión con Peña Nieto


No iremos a que nos dé línea, sino a notificar nuestra postura al jefe político: Emilio Gamboa
Sólo si PAN y PRD sufragan en bloque en favor de la transparencia sindical, el PT se les unirá
Andrea Becerril y Víctor Ballinas 
 Periódico la jornada 
Viernes 19 de octubre de 2012, p. 11
En medio de las presiones de la cúpula empresarial, que la mayoría de los grupos parlamentarios rechazaron, en el Senado continuaron las negociaciones en torno a la reforma laboral, pero la posibilidad real de que los priístas presenten propuestas de modificación al articulado, se definirá durante una reunión con Enrique Peña Nieto en las próximas horas.

El líder del tricolor en el Senado, Emilio Gamboa, aseguró que en ese encuentro que sostendrá con el presidente electo –probablemente este mismo viernes– no van a recibir línea, sino a notificar al jefe político del partido al que pertenecen, cuál es la postura de la bancada del PRI en torno a la reforma laboral.

Aunque el plazo para presentar las reservas a la minuta ante las comisiones dictaminadoras vence hoy a las ocho de la noche, los priístas, según comentó Gamboa Patrón, podrían esperar y hacerlo directamente al pleno, el día de la votación.

Por ello, aunque el senador priísta, Joel Ayala, dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), sostuvo que si se trata de modificar la minuta, van a demandar que se introduzca el concepto de salario remunerador, a fin de que ese ingreso se eleve hasta 6 mil pesos mensuales, todo puede cambiar luego de la reunión que Gamboa Patrón sostenga con Peña Nieto.

En tanto, acompañados de todos los integrantes de su bancada, el coordinador del Partido del Trabajo (PT), Manuel Bartlett, aclaró que no están divididos y los cinco legisladores votarán unidos contra esa reforma neoliberal.

Junto con los senadores Ana Gabriela Guevara, Martha Palafox, Marco Antonio Blásquez y David Monreal, aclaró que sólo si los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) votan realmente en bloque para la inclusión del capítulo de democracia sindical, los petistas se sumarán, a fin de que la minuta regrese a San Lázaro.

Bartlett recalcó que no se prestarán a una trampa, en la que al final no pase el tema de transparencia y rendición de cuentas y sí aquellos ordenamientos encaminados a abaratar al máximo la mano de obra, facilitar los despidos y acabar con los contratos colectivos de trabajo.

Los desplegados que ayer publicaron el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en los que exigen que la minuta se apruebe en sus términos, sólo viene a corroborar que son los impulsores de la reforma. Se trata de una presión indebida, que no van a aceptar los petistas. La senadora del PRD, Dolores Padierna, se pronunció en igual sentido y reveló que reservarán más de 100 artículos.

A quien enojó mucho esa postura de la cúpula patronal fue al panista Javier Lozano, quien acusó a los dirigentes empresariales de presionar y hostigar a los legisladores y los exhibió, al revelar que por debajo de la mesa han insistido para que el PAN elimine de la minuta cambios que los diputados formularon a la iniciativa original del presidente Felipe Calderón en torno al outsourcing y otros que les incomodan en materia de competitividad y productividad.

Sostuvo que el alto empresariado pretendía que lo hicieran a través de una fe de erratas en la minuta. Amenazó con dar a conocer el lunes pruebas de las modificaciones que la cúpula empresarial les ha pedido realizar, entre ellas eliminar la obligación solidaria del patrón en el caso del outsourcing y el pago de la jornada completa de trabajo en el caso de que sólo se contrate por unas horas al trabajador.

Lozano acusó de doble moral a la cúpula empresarial, ya que, sostuvo, no les importa que no entre el tema de democracia sindical, porque ya que lograron lo que querían en materia de productividad”. Reveló también que el presidente de la Concamin, Francisco Funtanet, uno de los que presiona, es cercanísimo de Peña Nieto.
El priísta Emilio Gamboa, en cambio, dijo que no siente presión alguna ni se dejarán chantajear por nadie y deploró que los panistas, que primero acusaban al PRI de hostigarlos, ahora pasen ese cargo al sector privado.

La senadora Alejandra Barrales, del PRD, secretaria de la Comisión de Trabajo, adelantó que insistirá en la creación de un observatorio ciudadano, con personas que verifiquen cómo votan los 128 senadores esa controvertida reforma, para que los mexicanos sepan si algún legislador se enferma, sale al baño o se ausenta del salón de sesiones en los momentos claves.

Al respecto, el coordinador de los senadores del PAN, Ernesto Cordero, ordenó a los 38 integrantes de su bancada, permanecer casi acuartelados desde el inicio de la próxima semana, que será crucial.

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