domingo, 30 de septiembre de 2012

Recorren desde Tlaxcala hasta Huexca contra el Proyecto Integral Morelos



Al grito de “Zapata vive...”, avanza la “Caravana de los pueblos de don Goyo”
Van de pueblo en pueblo informando sobre los peligros que representa construir un gasoducto y dos termoeléctricas en la zona
Rechazan también la falta de consulta a los habitantes
Rosa Rojas | Enviada | Periódico la jornada | Domingo 30 de septiembre de 2012, p. 32
San Vicente Xiloxochitla, Tlax.,29 de septiembre. Zapata cabalga de nuevo por la campiña mexicana, pero ahora montado en tres autobuses y una decena de pick ups y automóviles que integran la “Caravana de los pueblos de don Goyo protegiendo la naturaleza y la vida campesina”, desde Tlaxcala hasta Huexca, contra la imposición del Proyecto Integral Morelos (PIM), por el que la CFE (Comisión Federal de Electricidad) pretende construir dos termoeléctricas y un gasoducto en la zona de peligro del Popocatépetl.

Con gritos de “Zapata vive, la lucha sigue”, más de un centenar de campesinos, estudiantes, oenegeros y habitantes de Tlaxcala, Puebla y Morelos, recorrieron hoy una decena de pueblos de esas tres entidades por donde se pretende que cruce el gasoducto, voceando y volanteando para advertir de los peligros que encierra el PIM, como el del estallido, en días pasados, de un gasoducto en Reynosa, Tamaulipas, que dejó 30 muertos.

Además de que la termo y el gasoducto son “una bomba de tiempo”, que sólo en 23 de las 60 poblaciones que atravesaría el ducto afecta directamente a 819 mil 770 personas, según el Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos (CAM), el reclamo principal es contra la imposición, sin consulta, violando los derechos colectivos de los pueblos indígenas y mestizos, sin información fehaciente, con engaños.

En la caravana, organizada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTAMPT),  participan también representantes de organizaciones indígenas, campesinas y populares de Oaxaca, Veracruz, estado de México y Distrito Federal, como la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Tehuantepec, de Oaxaca; los siempre solidarios macheteros de Atenco; del CAM; del Consejo en Defensa del Agua de Texcoco, #YoSoy132 y 12 agrupamientos más.

Constantes fueron las palabras de rechazo a los megaproyectos que “nada tienen que ver con el bienestar de nuestras comunidades”, y la negativa a que se sigan entregando sus recursos naturales a empresas extranjeras –en este caso las españolas Elecnor, Abengoa y Enagas–, como subrayaron en sus intervenciones Rigoberto Benítez, del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) de Oaxaca, e Ignacio del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, estado de México.

La partida de la caravana fue la tarde del viernes del Distrito Federal y por la noche se realizó un mitin en la ciudad de Tlaxcala. Este sábado se inició con un mitin en La Trinidad Tenexyecac y continuó serpenteando por maltrechos caminos que cruzan las fértiles tierras tlaxcaltecas, donde abundan en estos días los campos sembrados de maíz jiloteando o cargado de mazorcas; siguió por San Jorge Tesoquipan, Santa Anita, Santa Ana Nopalucan, San Vicente Xiloxochitla, Texolo y Tecalco, todos en Tlaxcala.

Posteriormente pasó al estado de Puebla: Nealtican –prácticamente en la falda del Popo– Tecuanipan, Santa Isabel, con mitin y comida en Cholula, pasó por Amilcingo, ya en Morelos, y pernocta en Jantetelco.

Este domingo, pasando por Temoac y Amayuca, llegará a Huexca, en las afueras de Cuautla, la segunda ciudad en importancia de Morelos, punto neurálgico donde, según el FPDTAMPT, están enfocadas las baterías de la CFE y el gobierno electo de Morelos, encabezado por Graco Ramírez, para “torcerle el brazo” a sus habitantes –con regalos por un lado, con amenazas de represión por otro– para que acepten la termoeléctrica, a 250 metros de un jardín de niños.

En el primer mítin del día, Del Valle, machete en ristre, recordó que hace 11 años otro gobierno planeó un aeropuerto en Atenco, como ahora, sin consulta, sin participación de la gente. “Somos pueblo también, estamos con una rabia profunda por eso que viene en camino. No somos enemigos del progreso, pero ¿cómo vamos a ver a los ojos a nuestros nietos cuando pregunten ‘abuelo, tú que hiciste cuando instalaron esa bomba en nuestra comunidad?’ No tendríamos autoridad moral para mirarlos a los ojos”.

Cuestionó, como también hizo Benítez, “¿cuándo nos pidieron permiso para explotar los recursos minerales a cielo abierto? La gente pregunta: ¿por qué me están arrinconando, por qué me están despojando de mi territorio? Vienen a decirnos que van a traer progreso, eso no es cierto”, afirmó.

Las mantas desplegadas en autobuses, camionetas y automóviles, en los mítines son elocuentes: “Atrévete a ver la verdad, sí a la vida, no al gasoducto. FPDTAMPT”; “Es el momento de dar solución a nuestras demandas: tierra, justicia y paz”; “Alto a los megaproyectos de muerte: MAIZ”; “No a la termoeléctrica en Huexca, Morelos, paso a la autonomía, la libre determinación y el reconocimiento de los territorios indígenas.  FPDTAMPT”.

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