Por : Javier Puga Martínez
2013-06-14
Vecinos de Xochitlán de Vicente Suárez, en la Sierra Norte del estado de Puebla, expresaron su preocupación por el inicio de la construcción de una hidroeléctrica de 19 hectáreas de extensión sobre los ríos Zempoala y Ateno.
De acuerdo con el testimonio de algunos de los lugareños, como Alfredo Guevara Olvera, que se comunicaron a esta casa editorial, la empresa Ingdeshidro comenzó a contratar a trabajadores de este y otros municipios como Huitzilan, Nauzontla y Zapotitlán de Mendez, para iniciar los trabajos.
Los empleados de la propia empresa industrial afirmaron a los vecinos que las obras darán inicio después del 7 de julio próximo, pues con el proceso electoral en curso “no quieren que se haga escándalo y se ponga en riesgo las elecciones”.
Sin embargo, afirmaron que como vecinos no tenían conocimiento de que su ayuntamiento haya autorizado licencias de funcionamiento y cambios de uso de suelo para esta hidroeléctrica, por lo que le pedirán una explicación a su alcalde, Alejandro Gómez Moreno, en una reunión que sostendrán este domingo.
El proyecto está planteado para que tenga una vida útil de 52 años a partir del inicio de su construcción; la planeación fue proyectada para durar dos años después de que se le otorgó la concesión; la construcción de la presa por seis años –y es la etapa que a decir de los pobladores comenzaría después del 7 de julio–, mientras que la operación y mantenimiento de la presa podría alcanzar hasta los 60 años. El proceso de abandono después de su vida útil sólo sería de dos años.
De acuerdo con el portal informativo Radio Expresión de la Sierra Norte, la empresa Ingdeshidro Eléctrica SA pretende talar 90 por ciento de las 19 hectáreas del terreno proyectado para esta presa, es decir, más de 16.8 hectáreas serían arrasadas.
El portal indica que existe un oficio de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal que está dirigido a las autoridades municipales de estas cinco demarcaciones, en los que se autorizó el corte de árboles de bosques mesófilo de montaña, caducifolio y a la selva mediana subperennifolia.
Sin embargo, el escrito fechado el pasado 10 de agosto subraya que son los ediles los que deben determinar si este proyecto hídrico es compatible con los programas de desarrollo urbano y ordenamiento territorial de sus municipios.
El documento también advierte que, en caso de no emitir alguna respuesta, la Semarnat considerará que no existe ninguna oposición a la realización del proyecto.
El proyecto San Antonio pretende generar 37.6 megawatts de energía eléctrica con dos cortinas sobre los ríos que tendrán una altura aproximada de siete metros. De acuerdo con el expediente 21P2012E0018, el tanque de carga o vaso de la presa que regulará el caudal que ingresa a la tubería tendrá una superficie de mil 565 metros cuadrados y podrá almacenar 4 mil 695 metros cúbicos.
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