Pedro Echeverría (especial para argenpress.info)
1. En México llaman “ninis” a los jóvenes que “ni estudian ni trabajan”. En España a otro tipo de jóvenes se les llamó en los ochenta “pasotas” (según Racionero) porque les importaba un comino lo que sucedía en el mundo y en su país en particular. Pero los ninis mexicanos no estudian ni trabajan sin ser su voluntad. No lo hacen porque en la República nunca hubo tantos rechazados en universidades y escuelas por falta de cupo, ni tampoco el desempleo en el país había llegado a porcentajes tan grandes como en este sexenio.
Los ninis crecen cada día porque durante el gobierno panista actual de Calderón la educación pública se ha venido para abajo por falta de presupuestos y porque por incapacidad gubernamental y la inseguridad han aumentado y los millonarios no han querido aventurar inversiones para crear fuentes de trabajo. Así que siete mil ninis, en un país grande y con mal gobierno, son una fuerza.
Los ninis crecen cada día porque durante el gobierno panista actual de Calderón la educación pública se ha venido para abajo por falta de presupuestos y porque por incapacidad gubernamental y la inseguridad han aumentado y los millonarios no han querido aventurar inversiones para crear fuentes de trabajo. Así que siete mil ninis, en un país grande y con mal gobierno, son una fuerza.
2. Desde hace ya 30 años se impuso en México la política privatizadora neoliberal cuyo objetivo, entre otros, fue destruir la educación pública y la salud pública, así como recortar lo que se conoce como gasto social, con el fin de impulsar la creación de miles de escuelas, hospitales y clínicas privadas. Este objetivo se logró ampliamente. Desde aquellos años en la UNAM, el IPN, la UAM, las preparatorias, comenzaron a rechazar –vía “examen de admisión” muy bien diseñado para reprobar- a miles de solicitantes. En la UNAM, que ha aportado los datos más precisos, comenzó a rechazarse al 10 por ciento de los solicitantes para luego pasar al 20, al 50 y hoy al 80 por ciento de los 150 mil estudiantes que presentan pruebas de admisión. Ya desde los setenta, la recién creada Prepa Popular de Tacuba y la calle de Liverpool, estaba integrada por “rechazados” que siempre estuvieron en pie de lucha.
3. También hace 30 años, a raíz del ascenso del gobierno de Miguel de la Madrid, se inició una campaña para que todas las empresas públicas o paraestatales como teléfonos, ferrocarriles, Conasupo, líneas aéreas, bancos, etcétera -usando el argumento de que el gobierno no tenía dinero- se comenzaron a ofrecer y mal vender a los empresarios privados. “El gobierno debería devolverle a la sociedad lo que le había quitado”, así repetía De la Madrid la descarada entrega de las propiedades públicas a la empresa privada. Los siguientes gobiernos, el de Salinas, Zadillo, Fox, Calderón, profundizaron la privatización de empresas, fueron eliminando las huelgas, impusieron los topes salariales y fijaron salarios mínimos cada día más miserables. Esas fueron las condiciones que hicieron crecer cada vez más el desempleo hasta llegar a la situación actual. Así que es la historia del surgimiento de los siete millones de ninis.
4. ¿Hasta qué grado ese 70 u 80 por ciento de estudiantes rechazados, tal como sucede con el desempleo, han representado una forma de presión del Estado para que quienes tuvieron acceso a la universidad o tuvieron la oportunidad de un trabajo ya no quieran moverse por miedo a perder la matrícula o la plaza de trabajo? Mientras en países como Chile, España, Francia, Italia, EEUU, los estudiantes, los jóvenes se están movilizando para demostrar su profunda indignación ante la privatización de la educación, la crisis y el desempleo, en México el desempleo presiona el salario de los trabajadores en servicio y la enorme cantidad de estudiantes rechazados intimida a los estudiantes que lograron conquistar un lugar. Si los estudiantes de nivel medio superior y superior estuvieran movilizándose seguramente los ninis se sumarían a sus luchas para obligar al gobierno a tomar medidas en beneficio de la educación y el empleo.
5. Un porcentaje de esos ninis ha engrosado el trabajo informal en comercio de calle, en ventas a domicilio, en elaboración de trabajos artesanales, como cerillos en las tiendas de servicio, otros más han tomado el camino de la llamada delincuencia y seguramente muchos han integrado las bases del narcotráfico, del ejército y la policía. Seguramente varios miles de ellos han sido muertos en el fuego del gobierno y el narcotráfico. ¿Qué enorme presencia e importancia tendrían los jóvenes ninis si tuvieran una conciencia de clase explotada y oprimida? Los políticos del PAN, PRI, PRD, no han hecho caso del desarrollo de ese fenómeno de desempleo y rechazo educativo a los jóvenes; sin embargo parece que López Obrador ha tenido la inteligencia y la visión para organizar a esos jóvenes a partir de propuestas de trabajo y de pago de un salario mínimo mientras se crean los empleos con estabilidad.
6. López Obrador, el precandidato presidencial del movimiento MORENA, del PT y Convergencia, ha comenzado a delinear lo que ha llamado “un plan de emergencia” para atender a los 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis), a fin de incorporarlos a la actividad productiva y brindarles capacitación. Plantea que se destinaría una inversión de 150 mil millones de pesos anual, y tendría una duración de dos años, en tanto se normalizaría la situación económica. Porque –señaló AMLO- “si no hay un verdadero cambio de régimen en el país, la situación de corrupción, desempleo, inseguridad, injusticias y privilegios se agravará aún más”. Se espera que la organización de los ninis se inicie con una serie de movilizaciones con el fin de que no quede en solo ofrecimiento de campaña. Ni el PRI, ni el PAN podrán organizarlos porque sus gobiernos han sido los principales culpables de esa situación.
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