lunes, 30 de septiembre de 2013

En días de marchas, obligatorio llevar identificación en el Zócalo

Se busca evitar que la CNTE ocupe la plaza, indica Policía Federal.
Mariana Suárez
Periódico La Jornada
Domingo 29 de septiembre de 2013, p. 28

Para evitar que integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) vuelvan a ocupar la plancha del Zócalo, la Policía Federal implementó como medida preventiva solicitar una identificación a toda aquella persona que pretenda acceder a la Plaza de la Constitución –incluidos los ciudadanos que llegan con la intención de donar víveres en el centro de acopio–, pero únicamente cuando haya marchas multitudinarias como la del pasado viernes, afirmaron uniformados que resguardan los accesos.
El viernes pasado se regristró una marcha encabezada por el Sindicato Mexicano de Electricistas y de acuerdo con voluntarios del centro de acopio, durante toda la jornada hubo quejas y molestia de ciudadanos que acudieron a entregar víveres porque la policía no les permitió la entrada al no portar una identificación.
Los agentes indicaron que esta misma medida se pondrá en marcha el próximo 2 de octubre, debido a la marcha conmemorativa de la matanza de Tlatelolco.
La identificación es un control para que no se vayan a meter los manifestantes, así sabemos si son del DF o de otro estado y si no traen víveres, pues no hay a qué entrar, señaló un oficial.
Durante un recorrido que realizó este diario por la zona, personas entrevistadas coincidieron en que si no se carga algún producto para donar al centro de acopio la policía niega la entrada a la plancha del Zócalo capitalino.
El cerco que mantiene la Policía Federal y granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF ha generado molestia entre los visitantes que acuden desde otras estados de la República e incluso otros países, ya que en su opinión es excesivo e incómodo, además le resta toda la belleza al Centro Histórico, detallaron.
En las calles aledañas al Zócalo, la concentración de gente es mayúscula aunque no sean avenidas peatonales. En el primer cuadro de la ciudad caminar es prácticamente imposible entre las vallas metálicas y los vendedores ambulantes que han tomado toda las vialidades, pese a la constante y numerosa presencia policiaca.

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