Lunes, 12 de Diciembre de 2011 E-CONSULTA
Javier Lozano Alarcón renunciará este miércoles a la Secretaría del Trabajo para venir a Puebla a competir por la candidatura al Senado de la República; es decir, ensuciarse los zapatos y convencer a la desconfiada militancia azul local de que él representa el triunfo.
Lozano no logró colarse a la lista plurinominal del CEN del PAN, donde -por estatutos- la dirigencia se reserva los lugares 1, 3 y 5.
Para esos sitios ya se mueve con grandes posibilidades de obtener la nominación, el alter ego de la aspirante presidencial, Josefina Vázquez Mota: el poblano Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
Así, Lozano Alarcón llegará a Puebla a cruzar la pantanosa elección interna con dos padrinos muy influyentes, pero que tampoco le garantizaron la primera posición de la fórmula al Senado: el presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
El ex priista deberá dejar a un lado la arrogancia que le da tener ese tipo de padrinos, porque en Puebla no tendrá garantizado nada.
La clave para obtener la primera nominación se localiza en enfrentar a quien seguramente será su compañera de fórmula: Augusta Díaz de Rivera, operadora de Josefina Vázquez Mota en Puebla y quien ya recibió el decreto de El Yunque para ser su posición en la búsqueda de la Cámara Alta del Congreso, donde ella ya fue suplente de Humberto Aguilar Coronado.
Aquí jugará un papel trascendente el alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien hoy representa la operación política al interior del panismo duro para Josefina Vázquez Mota y sabe moverse perfectamente en las internas blanquiazules con eficaces resultados.
¿De qué depende que Lozano Alarcón obtenga la primera posición del Senado, pues sus padrinos no se lo garantizaron?, Sin duda de un suplente que le abra el camino a la militancia.
Los panistas saben que la única forma de amarrar al gobernador como activo de la campaña es que Lozano vaya en la segunda posición, sobre todo porque cada vez existen más voces que indican que Moreno Valle enfocará sus apoyos hacia el panalista, Guillermo Aréchiga, lo que beneficiará a la fórmula de la alianza con el PRI.
Así, en la suplencia de Lozano se definirá la manera en que competirá. Si escucha a los morenovallistas, entonces se enfrentará a la nomenclatura blanquiazul. Y es que el grupo en el poder pretende que el aún Secretario del Trabajo lleve como compañero a Roberto Grajales Espina, personaje defenestrado de La Organización que se encuentra peleado con liderazgos panistas, como el alcalde Eduardo Rivera Pérez.
Lo único seguro para Lozano es que no tiene nada seguro.
De ahí que en la definición de su suplente se encuentra la llave que le permita abrir la puerta hacia la militancia o de plano mantenérsela cerrada.
En cambio, a Augusta Díaz de Rivera lo peor que le puede pasar ya es que obtenga la segunda fórmula al Senado.
Entonces si Augusta Díaz de Rivera se va de senadora, ¿queda de diputado federal propietario su suplente Andrés García Olivares?
Tipo de elección: Plurinominal
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