domingo, 9 de febrero de 2014

Felipe Calderón traicionó a Michoacán

"Lo que pensaban los michoacanos del entonces presidente"
 Felipe Calderón Hinojosa, a quien le gusta considerarse el hijo pródigo de Michoacán, dejó entre sus paisanos una huella de decepción, desencanto y traición.
POR ZORAYDA GALLEGOS VALLE @ZoGallegos 
emeequis
26 de enero de 2014
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El ex presidente de la República lo sabe: a sus manos llegaron los estudios cualitativos ordenados por Los Pinos y según los cuales los michoacanos sienten que los abandonó, que la lucha contra el narco que emprendió —cuyo laboratorio fue su estado natal—, sólo dejó violencia y muertes y que él poco hizo por Michoacán.

emeequis tuvo acceso a esas consultas que mandó a hacer Presidencia. Presenta aquí los resultados más representativos.

Felipe Calderón Hinojosa sabe muy bien que los michoacanos siempre le reprocharon la violencia generada por su guerra contra el narcotráfico. No sólo eso: también sabe que sus paisanos sintieron que los traicionó durante su gobierno.
Lo supo de primera mano porque a su oficina de Los Pinos llegaron los estudios cualitativos que mandó elaborar para evaluar su gestión como presidente de la República. Los resultados que recibió no dejan lugar a dudas: no sólo perdió la guerra contra el narco, que dejó miles de muertos y desaparecidos, sino que también perdió la guerra por la opinión pública.

La evaluación que recibió fue consistente: en los estudios correspondientes a 2008, 2011 y 2012 queda manifiesta la desesperación de los ciudadanos ante la inseguridad, expresada en frases como ésta: “Mis familiares dicen que por todos lados la gente dice: ‘a Michoacán no vayas porque si vas, te cortan la cabeza o te matan’”.
Pensaban que por ser el estado natal de Felipe Calderón a Michoacán le iría bien durante su gobierno, pero al contrario: los niveles de violencia y de muertes se incrementaron, la economía se desplomó y los ciudadanos manifestaron haber vivido con constante miedo e intranquilidad.
En los tres estudios cualitativos realizados para la Dirección General de Opinión Pública de Presidencia de la República, cuyo propósito era que sus paisanos evaluaran la gestión del panista, y de los cuales emeequis obtuvo copia por medio de la Ley de Acceso a la Información Pública, el hartazgo de los michoacanos es notorio.
En los testimonios recogidos en las sesiones realizadas en octubre de 2012 con grupos de enfoque en Morelia, Uruapan y Zamora, las personas reflejan el temor que seguían sintiendo casi a punto de terminar el sexenio de Calderón:
• “Antes podías caminar, hoy no puedes salir. Si vas a la esquina, te levanta un carro y te pueden secuestrar; antes podías hacer muchas cosas, ahora la gente no quiere venir a Morelia”.
• “Es una cadenita, se desató el miedo a la delincuencia, llegaron los federales y ellos nos dan más miedo porque te paran y te esculcan. Antes se podía salir a las 2 o 3 de la mañana, ahora a las 10 está todo vacío”.
• “Por donde yo vivo se matan entre ellos, pero pasa un civil y le toca, te matan de pasada. La próxima semana ya hay otros nuevos, otros 20 (criminales), pero el ejército se hace como que no los ve”.
En un apartado del análisis, elaborado por la empresa especializada Mercai SA y titulado “Violencia contra la población”, se resalta que la gente percibía que a raíz de la estrategia del gobierno federal, y a diferencia de antes, los narcotraficantes ahora “se metían” con la población civil y en general existía más violencia.
Además, los participantes se quejaban de que la economía había sido afectada por la violencia y el crimen que persistía en la entidad, y alertaban sobre el cierre de hoteles y restaurantes por la inseguridad.
Los testimonios recogidos en los grupos de enfoque muestran la impotencia de los ciudadanos ante el aumento de la violencia:
• “Ahora no sabes de quién cuidarte: de la policía o de la mafia. A mí los policías me levantaron porque pensaron que era yo un halcón y me golpearon, me colgaron de un árbol y después me golpearon de nuevo con un palo. Me dejaron tirado, como muerto”.
• “Se metieron con la familia, con los niños, usan a la gente como venganza para el gobierno”.
• “Antes no se afectaba a terceros, eran más discretos, ahora todo mundo anda con miedo”.
• “Es cierto que ahora se ven menos tienditas de droga, pero ahora le cobran a la gente un derecho de piso para poder trabajar. Salió peor porque muchos están cerrando”.
• “El crimen organizado tiene todo controlado, como los que piden cuotas, uno se pregunta si conviene o no poner un negocio y tratar de salir adelante”.
• “Sabritas ya se quería ir de aquí de Michoacán; en Lázaro Cárdenas le quemaron varias instalaciones. Eso espanta a varios empresarios, hay mucho miedo entre ellos y en la misma sociedad”.
El documento segmenta en tres bloques a los michoacanos entrevistados, según su aprobación o desaprobación de la guerra contra el narco: los primeros (y más escasos) aprobaban esa estrategia porque consideraban que era necesario poner un freno a la delincuencia y destacaban como algo muy positivo que Calderón hubiese puesto “el dedo en la llaga”.
Los segundos la aprobaban con reservas, al considerar que la guerra contra el narco fue un error y, a la vez, un beneficio.
• “Es como una peste. Por eso mientras más esté la plaga, más crece. Lo que hizo Calderón fue tratar de controlarlos, y como no pudo y los narcos se vieron amenazados, pues se defendieron. (Estuvo) Mal, por toda la inseguridad. Bien, porque tuvo las agallas para intentar hacer algo”.
Finalmente, los terceros cuestionaban o desaprobaban la guerra contra el narcotráfico.
• “Para mí no era necesaria porque aunque estuviera el narcotráfico, había cierta estabilidad. A mi parecer era lo mejor mantener esa estabilidad con contratos entre ellos para que se mantuvieran estables sin dañar a terceros”, argumentaba uno de los participantes.

* * *

En su campaña como candidato del PAN a la Presidencia de la República, Calderón no se cansó de asegurar que a “Michoacán le irá muy bien cuando sea presidente”.
En cada una de las giras proselitistas que realizó en su tierra, palabras más, palabras menos, repitió incansablemente esa frase, como en aquella visita que hizo a Puruándiro el 6 de mayo de 2006. Ahí, frente a sus hermanos, primos, tíos y su madre, María del Carmen Hinojosa, se comprometió con los michoacanos.
“Cuando yo sea presidente de México, a Michoacán le irá muy bien”, insistió el entonces candidato panista en la plaza de toros La Salud.
La promesa se escuchó tantas veces y fue tan bien aprendida por los michoacanos, que éstos no la olvidaron, tanto que en los estudios cualitativos mandados a hacer por Presidencia se dijeron decepcionados porque Calderón no les cumplió.
• “Él decía: ‘A Michoacán le va a ir muy bien’, pero no fue así. No creo que haya apoyado tanto a Michoacán”.
• “A Michoacán nomás no le ha ido bien. Él decía eso en su campaña, que le iba a ir bien y nomás no ha sido así”.
El documento de 2012 menciona que los michoacanos no percibieron haber sido particularmente beneficiados por el hecho de que el Presidente fuera originario del estado y comparaban las acciones de Calderón con lo hecho por Vicente Fox en Guanajuato.
• “Le faltó mucho. Por ejemplo, Fox hizo mucho por su estado y Felipe nos prometió muchas cosas en campaña y como que no se vio que fuera de Michoacán”.
• “Nosotros pensamos que por ser michoacano se iba a preocupar más por nosotros, pero comparado con Fox, pues no nos dejó nada. Mira nada más a Guanajuato, está hasta con empresas internacionales. Para Michoacán no dejó nada, ni como panista ni como michoacano”.
Este sentimiento de insatisfacción de los michoacanos había quedado de manifiesto desde un año antes. En otro estudio, pero éste elaborado en abril de 2011 por Perspectiva en Campo e Investigación, los consultados hacían hincapié en que ser michoacano no marcó una diferencia: “Él nos ha dado el Seguro Popular aquí en Michoacán, pero ese programa es a nivel nacional, no es sólo para nuestro estado”.
El estudio cualitativo titulado “Evaluación del gobierno federal” también consignaba que otro de los principales problemas de las familias michoacanas eran los perjuicios económicos como resultado del aumento de la inseguridad.
Se destacaba que el turismo, que representaba un sostén importante de la economía de las familias, se había reducido considerablemente frente al aumento de las extorsiones y los secuestros.
En este estudio, las personas ya comparaban el trabajo realizado por Vicente Fox en Guanajuato con el realizado por Felipe Calderón en Michoacán.
• “Fox sí dio apoyos a su pueblo, pero este Presidente no ha hecho nada por Michoacán”.
• “En Guanajuato, Vicente Fox hizo muchas cosas por las comunidades de Corralejo. Ayudó a los agricultores”.
• “Fox sí trabajó por Guanajuato y Felipe no ha trabajado por Michoacán”.
En los temas de economía, por ejemplo, la gente criticaba acremente que la refinería, una de las obras emblemáticas de su gobierno, no haya sido construida en Lázaro Cárdenas y que hubiera optado por Tula, Hidalgo.
En la siguiente hoja, titulada “Sentimientos asociados a Felipe Calderón como michoacano”, se señala que fueron más frecuentes los negativos, entre los cuales destacaron: vergüenza, frustración, decepción y coraje.
En una evaluación de sus programas, si bien las personas admitían que se trabajó en carreteras y programas sociales, estos logros no impactaron de manera positiva en la evaluación de Calderón ante la constante inseguridad.
• “Ha dado apoyos, pero pesa más lo de la inseguridad. Mejor que haya más seguridad porque es más importante para los hijos y para uno. Si mejoran la seguridad todo va a estar mejor”.

* * *

Los reproches no sólo fueron para Felipe Calderón. Al perredista Leonel Godoy, quien gobernó Michoacán de 2008 a 2012, los ciudadanos también le reclamaron que no hizo lo que le correspondía en materia de seguridad y que el problema creció hasta rebasarlo.
También le cuestionaron su poca cooperación con el gobierno federal en la lucha contra el narcotráfico, la mayoría de la gente coincidió en que pudieron haberse alcanzado mejores resultados si hubiesen trabajado en forma conjunta.
• “En Arteaga había un operativo, ¿cómo se dieron cuenta que iba un camión lleno de federales? Las cosas tienen que hacerse en equipo, si no, no funcionan. Independientemente de los partidos, tenía que haberse trabajado en equipo, en beneficio de la ciudadanía”, se lee en el estudio cualitativo de 2012.
Al hacer una evaluación del “michoacanazo”, Godoy tampoco sale muy bien librado, ya que se refuerza la percepción de su desafortunada gestión como gobernador y la mala relación con Calderón.
• “Sí era mala la relación porque se veía que Calderón venía atacando a Godoy, porque Calderón abre su lucha contra el crimen organizado. Aquí en Michoacán hay una organización delictiva y el medio hermano de Godoy supuestamente tenía nexos con ese grupo. Por eso el Presidente le tenía desconfianza. Aparte (está) la diferencia de ideas y de pensamiento: la izquierda y los conservadores”, mencionó uno de los participantes en las sesiones de los grupos de enfoque.
Para el segundo semestre de 2012, fecha de realización de uno de los estudios cualitativos, Fausto Vallejo, ex presidente municipal de Morelia, ya había asumido la gubernatura.
En una evaluación sobre el actual gobernador, la percepción ciudadana en ese entonces era que había tenido poco tiempo para entregar resultados y que no había hecho mucho porque estaba esperando a que tomara posesión de su cargo Enrique Peña Nieto.
Los michoacanos aún le otorgaban un voto de confianza a Fausto Vallejo, que tenía aproximadamente ocho meses en el cargo. Confiaban en que al llegar Peña Nieto a la Presidencia de la República podrían coordinarse y trabajar mucho mejor.
Las expectativas que generaba estaban marcadas por un halo positivo. No había manera de imaginar que meses después las fuerza políticas exigirían la desaparición de poderes ante la ingobernabilidad y la ola de violencia que se vive en Michoacán.
• “Todavía no se ha visto nada, necesitamos darle chance de que se ubique. No puede hacer nada hasta que entre el nuevo presidente. Ahorita por más que quiera, pues ¿cómo lo va a solucionar?”.
• “Pues es que el presidente es de su propio partido. Está esperando para que trabajen juntos. Fue presidente (municipal) de aquí y la verdad es que lo hizo bien”.
• “Yo sólo sé que fue dos veces presidente municipal en Morelia. Dicen que lo hizo bien, pero la verdad es que no sé más de él”.
• “Estamos esperando a que trabaje como trabajó en Morelia. Los que votaron por él lo hicieron por el prestigio que ganó”.
• “Está haciendo todo lo que está en sus manos, convive más con la gente, asiste a eventos chicos”.

* * *

El 15 de septiembre de 2008, durante los festejos para celebrar un aniversario más de El Grito de Independencia, los michoacanos recibieron el mayor embate en medio de la guerra que libraba el gobierno federal en contra del crimen organizado: el ataque con granadas a los ciudadanos que presenciaban la ceremonia.
En un estudio sobre este hecho, realizado apenas dos días después del atentado, los ciudadanos lo asociaron con el crimen organizado, pero las hipótesis que mencionaron fueron varias: se trataba de una reacción del narcotráfico ante el combate del gobierno federal; era expresión de la lucha entre grupos rivales del crimen organizado con tal de ganar plazas; o se atribuía a acto de algunos de los grupos para demostrar que, más allá de las acciones del gobierno federal, ellos hacían lo que querían en el estado.
Entre las frases que se recogieron en el estudio cualitativo titulado “Atentados en Morelia”, destacan las siguientes:
• “Es una reacción de lo que está pasando, nunca había habido una lucha contra la delincuencia así; tiene que haber una reacción, es obvio que tienen que contrarrestar lo que está sucediendo”.
• “Fue un desquite contra el gobierno”.
• “Fue un choque entre bandas”.
Tras lo sucedido, de acuerdo con el documento, la gente esperaba que el gobierno federal reaccionara con fuerza y determinación y que por ningún motivo se rindiera ante la delincuencia.
Todavía no había un rechazo tajante a las acciones emprendidas por el gobierno federal en contra del crimen organizado.
Sin embargo, tres años después, los resultados de la estrategia puesta en marcha por Calderón serían severamente cuestionados por los habitantes de ese estado.
En un estudio cualitativo realizado en 2011, los ciudadanos, sin titubeos consideraban a la violencia como un fracaso de Calderón en Michoacán:
• “Causa más temor a los michoacanos la inseguridad que ha mandado desde que él entró al gobierno”.
• “Ha provocado pánico, la gente vive con miedo porque pagan justos por pecadores”.
• “Otro fracaso de Calderón es la inseguridad que se ha generado”.
En el apartado “Evaluación de la lucha contra el crimen organizado”, se detallaba que había diferencias en el apoyo a la batalla emprendida por el gobierno federal. Existían municipios que la aplaudían y reconocían a Calderón por haber capturado a líderes del crimen y haber realizado decomisos de armas y drogas.
En otros municipios rechazaban la guerra contra el narcotráfico y argumentaban que la inseguridad que se vivía era responsabilidad del gobierno federal.
• “Efectos positivos de la lucha, nada, porque no ha combatido mucho la delincuencia. Efectos negativos, todo. En lugar de venir a darnos seguridad, nos dio más inseguridad”.
• “Este Presidente llegó a revolver las cosas”.
En otra hoja, se enumeran los aspectos negativos de la lucha contra el crimen organizado, como el miedo constante con el que vivían las personas, el rechazo a los operativos de la Policía Federal y el número de muertes de inocentes y actos violentos que se desencadenaron.
• “Estábamos mejor antes, no te dabas cuenta de lo que hacían ellos (los narcotraficantes). Ellos te cuidan más, te respetan”.
• “Sí los enfrentan, pero a muchos inocentes los hacen pasar por criminales”
• “Los operativos han causado más violencia y la muerte de niños inocentes”.
Las críticas a los operativos de la Policía Federal reflejaban el temor a los abusos que los elementos de este cuerpo cometían (golpes y maltratos en los retenes y operativos, uso de palabras altisonantes, robo en casas durante los operativos, falta de respeto a las mujeres e incluso violaciones). Los testimonios recabados dan muestra del motivo del rechazo de la población hacia ellos.
• “Mi hijo estuvo más de 24 horas desaparecido. Le quitaron la camioneta, acabó en el cerro, allá lo aventaron los federales. Yo no pude dormir”.
• “Yo iba en el carro, pasé por los federales y me hicieron la parada. Iba con mi cuñado. Nos bajaron, abrieron de pies y me metieron una patada. Le dije ‘tranquilo primo’, y me dijeron ‘cállate’. No te les puedes poner al brinco”.
• “Son violadores (los policías federales)”.
• “Llegan a catear una casa y agarran parejo con toda la manzana y se roban lo que pueden. ¡Cómo es posible!”.

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