martes, 15 de septiembre de 2015

El capitalismo es el culpable

REVISTA SIEMPRE!
Calentamiento global
Martín Esparza Flores
Las devastadoras consecuencias que el cambio climático empieza a tener en todo México y en las grandes ciudades como el Distrito Federal deben llevar a la sociedad en su conjunto a un análisis serio y profundo que sancione a los responsables del fracaso de las políticas ambientales y el incremento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera; las lluvias atípicas registradas en las últimas semanas son causa directa de pérdidas humanas y materiales donde los que menos tienen vuelven a pagar las consecuencias de un problema global originado por los países capitalistas que siguen anteponiendo sus ganancias a la preservación del medio ambiente.
Los alterados fenómenos meteorológicos se traducen así en un constante riesgo para millones de seres humanos; cada año, por ejemplo, miles de mexicanos pierden sus escasas pertenencias y ven devastados sus patrimonios a causa de las inundaciones y crecidas de los ríos, obteniendo como única explicación oficial el problema del calentamiento global, que si bien afecta a todo el mundo, no es originado por la mayoría de los habitantes del planeta sino por un reducido grupo de empresas multinacionales que han aplazado utilizar sistemas de producción y explotación en la diversas ramas industriales, menos agresivos al medio ambiente, con la complacencia de los gobiernos de las grandes potencias, lo mismo que de naciones del tercer mundo.
Expertos en la materia han venido alertando desde la pasada década la encrucijada que le depara a México en los años por venir si las políticas públicas no asumen una rectificación de los modelos de operación de muchas empresas tanto nacionales como extranjeras. Luego de aprobarse las leyes secundarias de la Reforma Energética, aún son tema de discusión las consecuencias que puede traer al medio ambiente y a los mantos acuíferos de muchos estados del país el uso del llamado sistema de fractura hidráulica fracking para extraer el gas shale, del que México es el sexto país con mayores reservas en el mundo.
Las opiniones de los especialistas insisten y coinciden en que los diputados deben poner en la balanza los pros y contras de este método de extracción que ha dejado graves secuelas ambientales en países como Estados Unidos y China, donde innumerables mantos acuíferos resultaron contaminados por metano, provocando graves problemas de escasez de agua para miles de personas.
Voces autorizadas establecen que sería irracional destinar grandes cantidades de agua a la extracción de hidrocarburos —cada pozo de gas shale consume unos 29 millones de litros de agua en promedio—, y no atender las necesidades humanas o la producción de alimentos. Estudios del Banco Mundial revelan que México enfrenta un marcado agotamiento de sus mantos acuíferos, 102 de los cuales están sobreexplotados, presentando igual situación en sus 13 regiones hidrológicas.

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