lunes, 7 de septiembre de 2015

Ya es hora: Lozano Alarcón ofreció dejar el Senado si perdía juicio con Bartlett

Fiel escudero de “Ratabala” Moreno Valle, abre la boca para ofender al ex Gobernador
”El Trompudo” o “Chiva Loca” fue ridiculizado, apaleado y dice que “va por la larga”

REFLEXIONES
El Heraldo de Puebla
Miguel Ángel García Muñoz
Viernes 4 de septiembre de 2015

Uno de los más repulsivos lacayos del Gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, se llama Javier Lozano Alarcón.
Le sirve de escudero.
La hace de vocero.
Se transforma en leguleyo para defenderlo.
El también conocido por “El Trompudo” o “La Chiva Loca, adjetivos adquiridos entre sus cuates de la Cámara Alta, entabló una demanda por la vía civil en contra del ex Gobernador de Puebla Manuel Bartlett Díaz, acusándolo de daño moral, luego de ser exhibido como uno de los funcionarios más corruptos en el sexenio de su ex jefe Felipe Calderón Hinojosa.
Bajo el expediente 635/2012 se desarrolló el proceso.
Cuando Lozano ganó el primer asalto, a instancias del fallo de la Juez Décimo de lo Civil Lucía Perea, creyó que estaba dicho todo. Se le fue encima a Bartlett; exigió la reparación del daño; que fuera publicada la resolución; además de recibir una disculpa.
Nada de eso sucedió; había sido un triunfo pírrico. Bartlett, estupendo político, declaró entonces que esto iba a durar y que finalmente vencería, llevando su caso con inteligencia y capacidad el Abogado Carlos Meza Viveros.
Bartlett había señalado abiertamente a Lozano, en un debate, de ser compinche del ex Presidente panista Felipe Calderón, calificándolo de asesino, por los sucesos de Pasta de Conchos, en Coahuila, al decidir que no rescatarían a los 65 mineros atrapados en las minas, pues pondrían en peligro otras vidas. Y vino lo del SME y lo de Mexicana de Aviación, sindicatos que fueron vulnerados con ardides siniestros. Hoy, la “Chiva Loca” no puede pisar Necaxa, pues sería linchado prácticamente por las familias de miles de afectados.

No pasó desapercibida la observación de Bartlett de que Lozano sostenía estrecha relación con la Maestra delincuente Elba Esther Gordillo, madre putativa de Moreno Valle Rosas.
Los señalamientos directos calaron hondo en el ex Secretario del Trabajo y Previsión Social y actualmente Senador de la República, al igual que el ex Gobernador.
Pasó el tiempo y hasta parecía que, como tantos pleitos, esto se olvidaría, pero no fue así. Llegó la sentencia definitiva amparada en la legalidad, y apoyada en la Constitución y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Contundentes fueron los argumentos que amparan la libertad de expresión y la libertad indefinida en este aspecto, principalmente cuando los involucrados son personajes públicos que están bajo el escrutinio ciudadano.
Fue un balde de agua fría para el bravucón panista, quien tiene forma de buscar ampararse, pero nada cambiará la resolución.
Sin embargo, fiel a su estilo y dolido por la derrota, responde con ofensas a Bartlett y dice que éste no tiene autoridad moral para darle indicaciones de lo que debe hacer.
Enloqueció “El Trompudo”.
Hay que escucharle el hocico para darse cuenta de lo que es capaz.
Advenedizo que no sabe cumplir lo pactado, hasta se atreve a “destaparse” como aspirante a Gobernador de Puebla por seis años, porque no le interesa la mini de un año 8 meses; “es un tiempo muy corto”, advierte.
“Voy por la larga”, señala.
Frase que, en mi barrio, hace referencia a salir del closet.
Vaya, es que se escuchó muy feo y se presta a malas interpretaciones.
El que enloqueció es Javier Lozano Alarcón.
Después de la derrota jurídica y de su cinismo a ultranza, no le queda más que buscar consuelo en los brazos de Rafael Moreno Valle Rosas.
Aunque primero tiene que renunciar al Senado, como prometió, si su hombría y palabra valen.

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