Patricia Muñoz Ríos | Periódico la jornada | Lunes 26 de septiembre de 2011, p. 17
A la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no la han dotado de personal suficiente para brindar un buen servicio en el Distrito Federal y la zona centro del país. Tiene atadas las manos, pues no cuenta con los trabajadores necesarios para tomar las lecturas de los medidores y dar mantenimiento a la infraestructura. Ello es parte de una estrategia del gobierno federal para "justificar la privatización de los servicios de la empresa y su eventual desaparición".
Integrantes de la Coordinación Nacional de Electricistas y del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) denunciaron que así como se llevó a cabo una campaña contra Luz y Fuerza del Centro (LFC) y sus empleados para justificar la extinción de la paraestatal, ahora el gobierno está abonando el terreno para estrangular los servicios de la CFE y crear una mala imagen de ésta, con el fin de preparar el escenario para que más áreas de la empresa pasen a manos privadas y haya mayor presencia de compañías nacionales y trasnacionales en el sector.
Sostuvieron que, más de dos años después de que se adjudicó a la comisión la atención de la zona que correspondía a Luz y Fuerza, la han maniatado y no la han dejado contratar personal ni tener más presupuesto. "Se trata de crear un ambiente desfavorable para desprestigiar a la CFE, tal como se hizo con LFC".
Antes se emprendió una campaña contra el Sindicato Mexicano de Electricistas y ahora están multiplicando los cobros excesivos, los llamados recibos locos, para dejar acumular demandas contra la comisión. Se trata de una campaña orquestada en los más altos niveles del gobierno del presidente Felipe Calderón para crear descontento generalizado contra esa empresa.
La estrategia es crear animadversión para "privatizar más áreas de la comisión o justificar su venta o desaparición, con el fin de que las trasnacionales se queden con el paquete completo de generación, distribución y servicio, al fin que el país ya pagó la costosísima infraestructura", señalaron Jesús Navarrete, Rolando Carrasco, Angelberto Martínez y Adolfo Miranda, de la coordinación nacional de electricistas del SUTERM.
Cuestionaron: ¿por qué a dos años de la extinción de LFC no han dotado a la CFE de personal suficiente? ¿Por qué cuando hay miles de denuncias por cobros excesivos y se está generando un enorme movimiento de usuarios inconformes no se hace nada ante esa situación?
En opinión de los integrantes de la coordinadora, que se dedica a realizar estudios sobre el sector, tanto desde el punto de vista técnico como el laboral el trasfondo es que el gobierno no quiere resolver esa situación, sino agravarla. "Hay muchos funcionarios interesados en privatizar más áreas, amigos del Presidente que están en espera de más contratos. Sólo la instalación de nuevos medidores es muestra de los negocios millonarios con que se está favoreciendo a empresarios".
Sostienen que las tarifas domésticas no se han incrementado en este sexenio. Quien hizo un ajuste significativo y abrió la puerta para que se fuera reduciendo el subsidio fue Vicente Fox. Las empresas, apuntaron, están exigiendo al gobierno una rebanada más grande del pastel.
Integrantes de la Coordinación Nacional de Electricistas y del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) denunciaron que así como se llevó a cabo una campaña contra Luz y Fuerza del Centro (LFC) y sus empleados para justificar la extinción de la paraestatal, ahora el gobierno está abonando el terreno para estrangular los servicios de la CFE y crear una mala imagen de ésta, con el fin de preparar el escenario para que más áreas de la empresa pasen a manos privadas y haya mayor presencia de compañías nacionales y trasnacionales en el sector.
Sostuvieron que, más de dos años después de que se adjudicó a la comisión la atención de la zona que correspondía a Luz y Fuerza, la han maniatado y no la han dejado contratar personal ni tener más presupuesto. "Se trata de crear un ambiente desfavorable para desprestigiar a la CFE, tal como se hizo con LFC".
Antes se emprendió una campaña contra el Sindicato Mexicano de Electricistas y ahora están multiplicando los cobros excesivos, los llamados recibos locos, para dejar acumular demandas contra la comisión. Se trata de una campaña orquestada en los más altos niveles del gobierno del presidente Felipe Calderón para crear descontento generalizado contra esa empresa.
La estrategia es crear animadversión para "privatizar más áreas de la comisión o justificar su venta o desaparición, con el fin de que las trasnacionales se queden con el paquete completo de generación, distribución y servicio, al fin que el país ya pagó la costosísima infraestructura", señalaron Jesús Navarrete, Rolando Carrasco, Angelberto Martínez y Adolfo Miranda, de la coordinación nacional de electricistas del SUTERM.
Cuestionaron: ¿por qué a dos años de la extinción de LFC no han dotado a la CFE de personal suficiente? ¿Por qué cuando hay miles de denuncias por cobros excesivos y se está generando un enorme movimiento de usuarios inconformes no se hace nada ante esa situación?
En opinión de los integrantes de la coordinadora, que se dedica a realizar estudios sobre el sector, tanto desde el punto de vista técnico como el laboral el trasfondo es que el gobierno no quiere resolver esa situación, sino agravarla. "Hay muchos funcionarios interesados en privatizar más áreas, amigos del Presidente que están en espera de más contratos. Sólo la instalación de nuevos medidores es muestra de los negocios millonarios con que se está favoreciendo a empresarios".
Sostienen que las tarifas domésticas no se han incrementado en este sexenio. Quien hizo un ajuste significativo y abrió la puerta para que se fuera reduciendo el subsidio fue Vicente Fox. Las empresas, apuntaron, están exigiendo al gobierno una rebanada más grande del pastel.
No hay comentarios :
Publicar un comentario