domingo, 7 de abril de 2013

Desalojan a maestros de la Autopista del Sol


Reprimen protesta
Cinco detenidos y cinco heridos en el desalojo de la Autopista del Sol.
Agentes de la PF retiran a profesores que protestaban en esa vía federal.
La Comisión de Derechos Humanos de Guerrero reprueba las acciones policiacas.

Periódico La Jornada
Sábado 6 de abril de 2013, p. 2

Chilpancingo, Gro., 5 de abril.- Unos 2 mil efectivos de la Policía Federal (PF) desalojaron a más de 3 mil integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) que desde las 13 horas bloqueaban la Autopista del Sol México-Acapulco, con saldo de cinco detenidos, además de tres profesores, un reportero y un agente heridos por golpes de toletes y piedras.

El desalojo, que comenzó cerca de las 18:30 horas y concluyó 40 minutos después, fue en el lado sur, a la salida de Chilpancingo a Acapulco, el mismo sitio donde el 12 de diciembre de 2011 policías federales y estatales dieron muerte a Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Profesores de escuelas públicas de Guerrero, al ser desalojados de la Autopista del Sol por elementos de la Policía FederalFoto Ap

Reunión infructuosa

Al mediodía los integrantes de la Ceteg, con apoyo de afiliados al Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado y del Frente Único de Normales Públicas, marcharon rumbo a la autopista, en espera de que sus dirigentes –que en esos momentos sostenían una reunión con el gobernador Ángel Aguirre Rivero– regresaran con una respuesta favorable a su pliego petitorio.

A unos 300 metros de la sede de la Procuraduría de Justicia Estatal los manifestantes esperaron a sus dirigentes, quienes informaron que no hubo resultados del encuentro con Aguirre Rivero, y que incluso amenazó con desalojarlos, lo cual enardeció a los contingentes.

El mandatario estatal escuchó la demanda principal de los docentes de que mandara nuevamente al Congreso del estado la iniciativa para reformar la Ley Estatal de Educación de la entidad, y respondió, de acuerdo con profesores, que “era muy difícil que transitara. Creo que no tiene ningún sentido” enviarla.

Allí mismo se efectuaron asambleas regionales y a las cuatro de la tarde acordaron marchar rumbo al hotel Parador del Marqués. Bloquearon los seis carriles de la autopista y el entronque a la carretera federal que va a Acapulco.

Una hora después llegaron al lugar los 2 mil agentes de la PF. El comisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, dirigió desde el centro de mando de la corporación, que se localiza en la ciudad de México, el operativo, del cual sólo se reportó un elemento con contusiones leves.

En el punto del bloqueo, el responsable de la acción oficial, que se negó a dar su nombre, dio 15 minutos a los manifestantes para desalojar la autopista “pacíficamente”. Los mentores se negaron.

–¿La orden del gobernador es desalojarlos?

–Yo no conozco al gobernador, ni he hablado con él. Yo soy una autoridad federal.

–¿La orden es desalojar al magisterio?

–No, señor, es invitarlos. Los estoy invitando a desalojar la vía principal, que es una vía federal. Ya les di el tiempo razonable. Aquí no va a haber mártires.

En su último intento, el oficial de la PF dijo a los manifestantes, quienes portaban palos y tubos: “son maestros, y por lo tanto les estoy dando su lugar. Yo me educó un maestro (sic), y por eso estoy aquí (sic)”.

Tras el infructuoso diálogo, el oficial regresó hasta donde se encontraban los policías federales, a unos 30 metros de los contingentes magisteriales, y dio la orden de avanzar.

Los profesores retrocedieron unos metros, pero el encuentro fue inevitable. En esos momentos las fuerzas federales triplicaban las de los mentores, que protegían a cientos de mujeres que estaban en la retaguardia, algunas con palos en mano.

El enfrentamiento duró más de media hora. Un grupo se refugió en el puente que da a la tienda departamental Liverpool. Hasta allí los siguieron los agentes. En ese lugar hubo heridos, entre ellos Abel Miranda, corresponsal de Excélsior, así como dos indígenas de la Montaña.

Un helicóptero Black Hawk de la PF sobrevoló la zona para dar apoyo táctico aéreo a los elementos en tierra.

De los cinco detenidos, según la Ceteg, uno es Raymundo Ramírez, profesor indígena oriundo de Metlatónoc.

En pleno zipizape, una madre de familia llegó corriendo con sus dos hijos, una niña y un niño, de unos nueve y siete años.

–¡Órale, cabrones –gritó a los policías–, aquí están mis hijos, yo vengo a apoyar a los maestros, hijos de la chingada!

Un manifestante es reprimido en la Autopista
 del Sol. Foto: Javier Verdín 


Los maestros jalaron a la mujer y a sus hijos para protegerlos.

“Venimos a luchar”

Poco después de las 19 horas los contingentes regresaron a su campamento, pero todavía se dieron tiempo de protestar en palacio de gobierno.

–¿Qué sigue mañana, maestro?

–La lucha. Venimos a luchar, no a vacacionar.

En la ciudad de México, la Comisión Nacional de Seguridad reportó “saldo blanco” en el operativo. Colaboradores de Mondragón y Kalb afirmaron que durante la dispersión de los manifestantes se suscitaron conatos de enfrentamiento, “lo que generó la detención de algunos profesores”, pero no dio a conocer la cifra oficial de personas aprehendidas ni si fueron puestas a disposición de la procuraduría de justicia de Guerrero.

La dependencia indicó que la acción se llevó a cabo “con estricto apego a los derechos humanos, y sin el uso de armas o equipos que pudieran dañar la integridad física de los inconformes; policías federales realizaron esta acción a la altura del kilómetro 278 de la vía referida”.

Hipólito Lugo Cortés, visitador general de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, condenó el desalojo, en tanto que Manuel Olivares, de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, se sumó a la petición de desaparición de poderes que propuso la Ceteg.

Horas antes, el gobernador Aguirre advirtió: “tendrá que aplicarse la ley, independientemente de quién se trate. Lo dejo también muy en claro desde ahora: si hay violaciones en algunas vías, como es el caso de la autopista (del Sol), el gobierno federal, junto con el gobierno del estado, tendrá que actuar. No es una amenaza, es simplemente decir las cosas como son. La verdad, amigos de la Ceteg, vale la pena reflexionar”.

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