HUAUCHINANGO, PUE.- Quince días sin energía eléctrica lleva el Hospital General de Huauchinango entorpeciendo las actividades y servicios que ofrece el nosocomio que, según datos oficiales, beneficiaría a una población de 250 mil 256 habitantes de 16 municipios de la sierra noroccidental de Puebla.
Por: LETICIA ANIMAS VARGAS
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El desabasto, a decir del director del Hospital Rogelio Cuautle Montiel, obedece a la insuficiencia del transformador que alimenta de energía al lugar, por lo que han tenido que echar mano de una planta de diesel para no interrumpir el servicio a los usuarios.
Sin embargo, únicamente se atienden cirugías de urgencia, en caso de las programadas se están haciendo los traslados a los hospitales de Zacatlán y Puebla, lo mismo sucede con otras necesidades, como el lavado de ropa de quirófanos o de las batas de los pacientes, que se hace en el ISSSTE de Huauchinango o en el Hospital Integral de Xicotepec.
Cuautle Montiel informó que el hospital cuenta con tres alimentadores de energía eléctrica que parten del transformador que se encuentra con la carga que abastecedora, pero uno de ellos no funciona.
Rogelio Cuautle explicó que no habrá mayores trastornos en el funcionamiento del Hospital General por la falta de energía mientras haya dinero para pagar el combustible que hasta el momento es absorbido por la Secretaría de Salud.
El desperfecto ya fue reportado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pero la Dirección del Hospital General desconoce las razones por las que el personal de la paraestatal no ha acudido a repararlo.
HISTORIA VIEJA
En septiembre de 2010, la plantilla laboral del Hospital General de Huauchinango estuvo a punto de hacer un paro de actividades hasta lograr que la Secretaría de Salud del estado intercediera ante la CFE para que reparara las averías del transformador, ya que en ese momento llevaba 90 días sin luz.
El lugar debe atender a una población de 250 mil 256 habitantes, en 12 consultorios médicos, cuenta con laboratorio de patología clínica, sala de rayos X, cubículo de ultrasonido, áreas de urgencias, dos quirófanos, sala de expulsión y hospitalización para 30 pacientes, es a decir de las autoridades un Hospital de Segundo Nivel.
El nosocomio, cuya construcción inició en el 2003, parecía condenado a la inoperancia tras cancelarse su apertura el 16 de febrero de 2009. Primero fue la insuficiencia de recursos lo que retrasó la obra, que pudo concluirse apenas en octubre de 2007; más tarde la falta de servicios públicos, concretamente de drenaje y electricidad; luego la falta de equipo y después la insuficiencia de personal. Ahora lo que impide su debida operación es ni más ni menos que la falta de luz.
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